sábado, 15 de septiembre de 2012

Demandan organizaciones presentar al dirigente social Víctor Ayala Tapia


Acusan Ong a las autoridades de no hacer nada para hallar al luchador

Demandan organizaciones presentar al dirigente social Víctor Ayala Tapia

Ningún efecto ha tenido la denuncia para dar con el desaparecido hace dos años, indica Tadeco
CITLAL GILES SÁNCHEZ ( )
Chilpancingo, 14 de septiembre. El 14 de septiembre de 2010, el dirigente del Frente Libre Hermenegildo Galeana (FLHG), Víctor Ayala Tapia, fue sacado de su casa en forma violenta por sujetos armados y desde hace dos años, a pesar de las diversas denuncias y exigencias de organizaciones sociales estatales, nacionales e internacionales, las autoridades encargadas de impartir y procurar justicia “nada han hecho por dar con el paradero del dirigente, mucho menos de capturar y sancionar a los responsables”, criticaron diversos organismos sociales.
El coordinador del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), Javier Monroy Hernández, recordó que desde el día en que Ayala Tapia “fue secuestrado” familiares e integrantes del FLHG pusieron una denuncia quedando registrada con el número GALE/04/328/2010-IX, misma que se ratificó el 23 de septiembre en el Ministerio Público de Tecpan.
Desde los primeros días de su desaparición, organismos internacionales como Amnistía Internacional, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, la Organización Mundial Contra la Tortura y de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), enviaron llamados urgentes para dar con el paradero de Ayala Tapia, y pedir a las autoridades una investigación rápida y expedita, “investigación que hasta la fecha ni ha dado con el paradero de Víctor, ni se ha detenido a los responsables, mucho menos se les ha sancionado”.
Monroy Hernández comentó que familiares y amigos del dirigente del FLHG han emprendido una búsqueda en toda la región, en hospitales y en el Semefo sin tener éxito.
Por otra parte, el FLHG envió un comunicado en el que asienta que las autoridades estatales sólo dan muestra de la falta de voluntad de investigar y encontrar al dirigente.
“Las organizaciones de derechos humanos denuncian, comprueban, demuestran documentadamente las desapariciones forzadas de luchadores sociales, y emiten recomendaciones, pero ninguna autoridad mexicana les escucha, ninguna autoridad mexicana va a investigar nada, ni va a castigar nada”, lamentaron.
En el comunicado, los integrantes del FLHG indicaron que esta desatención de las autoridades hacia las organizaciones sociales, es con el objetivo de desgastarlas, cansarlas para que poco a poco, dicen,vayan siendo cómplices silenciosas, víctimas del pánico colectivo.
“Nos hemos preguntado ¿tiene caso denunciar ante autoridades sordas, insensibles? ¿Tiene caso buscar la aplicación de las leyes, cuando las leyes no contemplan a los de abajo? ¿Tiene caso buscar justicia cuando los encargados de aplicarla llegaron a sus puestos de manera injusta? (…) a las organizaciones sólo nos queda buscar formas de lucha para lograr leyes que contemplen el sentir más pequeñito de los que no tenemos nada”, señalaron.

VIVA MEXICO SIN EL PRI






CARTONES DE LA JORNADA




CARTONES DE LA JORNADA




Pide la alcaldesa a empleados municipales “tener fe” en que se les pagará su salario


Este 17 se entrevistará con Walton para tratar lo del préstamo, expone Escobar

Pide la alcaldesa a empleados municipales “tener fe” en que se les pagará su salario

El Suspeg será tolerante con la administración municipal, expresa el líder Pedro Salazar Blas
SUSANA GARCÍA GUTIÉRREZ
 HÉCTOR BRISEÑO ( )
La alcaldesa de Acapulco, Verónica Escobar Romo, pidió a trabajadores del ayuntamiento que “tengan confianza, fe” para el pago de sus quincenas, pues comentó que el 17 de este mes tendrá una reunión con el presidente electo, Luis Walton Aburto, para tratar el asunto del préstamo que solicitó al gobernador, Ángel Aguirre Rivero.
En la ceremonia de conmemoración del 165 Aniversario de la Gesta Heroica de los Niños Héroes, realizada en la glorieta de Niños Héroes, la alcaldesa anunció que a pesar del tiempo, sigue en espera de la respuesta por parte del gobierno, para tener apoyo necesario y cubrir la nómina de los trabajadores que hacen falta, por lo que pidió que tuvieran confianza.
“Mi máxima prioridad es cubrir el trabajo y salario; porque sé la gran necesidad que representa para ellos”, expresó.
Dijo que el comité de entrega de recepción continúa trabajando, pues “cada noche me llega un reporte de lo que se trabajó, aunque no todos están, pero siempre hay alguien trabajando”, añadió.
Mencionó que han recibido algunos ingresos, por lo que la próxima quincena está asegurada y añadió que la etapa que le tocó cubrir en la administración priísta, es un trabajo que realizó con orgullo y dignidad.
En la ceremonia conmemorativa que concluyó a las 11 del día, participaron autoridades militares, quienes recordaron la gesta heroica ocurrida el 13 de septiembre de 1847, en la que participaron: Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Agustín Melgar, Juan de la Barrera, Juan Escutia y Vicente Suárez, a quienes Escobar Romo y autoridades militares les colocaron ofrendas florales bajo sus retratos pegados en la parte superior de un bloque de concreto de la glorieta.
Sobre la desaparición de los bustos, el ciudadano Marcos Mejia expuso que los vecinos “nunca ven nada” por lo que es complicado determinar cómo ocurrió y cuándo.
En su momento, líderes sindicales manifestaron que serán tolerantes con la administración municipal priísta que concluirá el próximo 30 de septiembre, la cual anunció que no pagará a tiempo los salarios de la primera quincena de septiembre a todo el personal sindical, estimado en aproximadamente 3 mil trabajadores, por lo que los salarios se pagarán en totalidad a partir del 18 de septiembre debido al puente largo patrio.
El secretario de Trabajos y Conflictos de la sección 56 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg), Pedro Salazar Blas, expresó que los delegados sindicales se mantendrán unidos ante los rumores de que el próximo presidente municipal, Luis Walton Aburto, del partido Movimiento Ciudadano, buscará reducir las plantillas de sindicalizados una vez que asuma funciones. 
Externó que existen instancias laborales y jurídicas ante las cuales las secciones 56, 35, 24 y 19 del Suspeg se ampararán.
En cuanto a los retrasos de la alcaldía para efectuar los pagos, Salazar Blas criticó que el asunto se ha tornado político y se ha estancado ante la necesidad de un acuerdo entre la alcaldesa y el alcalde electo.
Abundó que "le hemos estado diciendo a los trabajadores que aguantemos, entendemos perfectamente que somos servidores públicos en principio, que los impuestos del pueblo de Acapulco repercuten nuestros salarios; julio, agosto, septiembre y octubre han sido los años más complicados durante décadas, en noviembre y diciembre se recupera todo lo demás”. 
Mencionó que "tenemos plena confianza en el gobierno municipal de que las quincenas del 15 y 30 de septiembre, vamos a salir bien, debemos ser tolerantes, hemos platicado con los compañeros en el sentido de que vemos que la administración está terminando muy difícil su periodo”.

Llama Ong a los azuetenses a no dar el Grito; nada hay que celebrar, dice


Llama Ong a los azuetenses a no dar el Grito; nada hay que celebrar, dice

HERCILIA CASTRO ( Corresponsal)
Zihuatanejo, 13 de septiembre. Lucy Zarsul, integrante de la organización Conciencia Ciudadana, invitó a los azuetenses a no ir este 15 de septiembre a dar el Grito patrio, como una medida de resistencia social ante la inconformidad por las irregularidades del pasado 1 de julio.
Manifestó que no hay nada que festejar este 15 de septiembre, ya que el país vive un fraude; “no tenemos nada qué festejar cuando nos robaron la presidencia, cuando ya sabemos lo que es vivir con el PRI, cuando el presidente legítimo es Andrés Manuel (López Obrador) y por segunda ocasión le quitan la presidencia”.
Recordó que los fraudes electorales se han dado desde 1988, año en que Carlos Salinas de Gortari, le robó la presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, avalado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Mencionó que nada bueno se puede esperar con los gobiernos priístas ya que es un partido que ha permitido el acaparamiento de las minas y los recursos naturales en México.
Ejemplificó que por los gobiernos priístas la situación de desempleo sigue, y los grandes capitales, continúan llevándoselos las empresas españolas.
La activista exhortó a que se apague la televisión y no se vean los canales como Televisa y TV Azteca; “recuerden que Enrique Peña Nieto es un producto de la televisión, es un impostor que se casó con una estrella de Televisa, no debemos permitir esta imposición”.
“Hagamos de este país lo que nosotros queramos que sea, los invito a luchar porque no podemos permitir más saqueos”, recalcó.
Zarsul enfatizó que la invitación de ir este 15 de septiembre a la explanada del ayuntamiento municipal, es una de las medidas de la resistencia civil pacífica “yo los invito a que gritemos fraude, no más PRI en México”.
Subrayó que este próximo día patrio, el grupo Conciencia Ciudadana, se manifestará de forma pacífica, como es el derecho de todos los mexicanos.

Homenaje a los periodistas muertos, desaparecidos y muertos en vida


Homenaje a los periodistas muertos, desaparecidos y muertos en vida

3092012
Discurso de Marcela Turati durante la entrega del premio Gilberto Rincón Gallardo, Rostros de la Discriminación, en su octava edición en el Museo de Memoria y Tolerancia.
En esta ceremonia de premiación a los mejores trabajos periodísticos, los más respetuosos a los derechos humanos, a mí me corresponde hacer la nota dura, la pausa amarga. El recordatorio de las condiciones que vivimos hoy los y las periodistas mexicanos. El homenaje a los colegas muertos desde 2000 a la fecha y -­‐-­‐me tomé la libertad de incluir-­‐-­‐ a los periodistas desaparecidos. No doy cifras porque cada organización da una distinta.
Empiezo recordando sus nombres1:
2000: Luis Roberto Cruz Martínez, Pablo Pineda Gaucín, José Ramírez Puente, Hugo
Sánchez Eustaquio
2001: José Luis Ortega Mata, José Barbosa Bejarano, Saul Antonio Martínez
2002: Félix Alfonso Fernández García, José Miranda Virgen
2003: Gregorio Urieta
2004: Roberto Javier Mora García, Francisco Javier Ortiz Franco, Francisco Arratia Saldierna, Gregorio Rodríguez Hernández
2005: Dolores Guadalupe García Escamilla, Raúl Gibb Guerrero, José Reyes Brambila, Hugo Barragán Ortiz
2006: José Manuel Nava Sánchez, Misael Tamayo Hernández, Enrique Perea Quintanilla, Jaime Arturo Olvera Bravo, Bradley Roland Will, Roberto Marcos García, Ramiro Téllez Contreras, Rosendo Pardo Ozuna, Raúl Marcial Pérez, José Valdés, Adolfo Sánchez Guzmán
2007: Amado Ramírez Dillanes, Saúl Noé Martínez Ortega, Gerardo Israel García Pimentel
1 Tomado del blog Losqueremosvivos, que compila información de CPJ, Artículo19, Cencos, RSF y CNDH
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2008: Armando Rodríguez Carreón, Alejandro Zenón Fonseca Estrada, Miguel Ángel Villagómez Valle, Teresa Bautista Merino, Felicitas Martínez Sánchez , David García Monroy, Francisco Ortiz Monroy, Bonifacio Cruz Santiago, Alfonso Cruz Pacheco, Candelario Pérez Pérez
2009: Jean Paul Ibarra Ramírez, Luis Daniel Méndez Hernández, Carlos Ortega Samper, Eliseo Barrón Hernández, Martín Javier Miranda Avilés, Ernesto Montañez Valdivia, Juan Daniel Martínez Gil, Norberto Miranda Madrid, Fabián Ramírez López, José Bladimir Antuna Vázquez García, José Emilio Galindo López, José Alberto Vázquez López, José Luis Romero
2010: Valentín Valdez Espinosa, Jorge Ochoa Martínez, Jorge Rábago Valdez, Evaristo Pacheco Solís, Juan Francisco Rodríguez Ríos, María Elvira Hernández Galeana, Hugo Alfredo Oliveras Cartas, Marco Aurelio Martínez Tijerina, Guillermo Eduardo Alcaraz Trejo, Carlos Alberto Guajardo Romero, Luis Carlos Santiago
2011: María Elizabeth Macías Castro, Humberto Millán Salazar, Yolanda Ordaz de la Cruz, Miguel Ángel López Velasco, Miseal López Solana, Pablo Ruelas Barraza, Noel López Olguín, Luis Emmanuel Ruiz Carrillo, Ana María Marcela Yarce Viveros
2012: Regina Martínez Pérez, Gabriel Huge Córdova, Guillermo Luna Varela, Esteban Rodríguez, Marco Antonio Ávila García, Víctor Manuel Baéz Chino,
Nuestros desparecidos, los colegas que aún esperamos que regresen a sus casas, a las redacciones son:
Alfredo Jiménez Mota, de Sonora
Rafael Ortiz Martínez, Coahuila
Mauricio Estrada Zamora, María Esther Aguilar Casimbe, Ramón Ángeles Zalpa, José Antonio García Apac, Michoacán
Rodolfo Rincón Taracena, Tabasco
Gamaliel López, reportero y Gerardo Paredes, Nuevo León
Jesús Mejía Lechuga, Gabriel Manuel Fonseca Hernández, Veracruz
Marco Antonio López Ortiz y Leodegario Olivera Lucas, Guerrero
Pueden ser más porque no tenemos registros suficientes de lo que ocurre en Tamaulipas2, un estado ya silenciado.
*
2 Aún se desconoce el paradero del periodista estadounidense Zane Alejandro Plemmons Rosales, desaparecido en Tamaulipas
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Algo está podrido en este país cuando, Ellos y ellas, los que deberían de mandar la nota se convirtieron en nota. Los asesinatos de periodistas son tan comunes, tan poco noticiosas, que alcanzan generalmente apenas unos párrafos ocultos en las páginas interiores, o unos segundos de algún noticiero, si es que sus ausencias logran arañar algún espacio.
Sus nombres van acompañado de realidades como las que voy a leer –tomadas de la nota roja donde queda la constancia de su muerte y, si acaso, unas líneas sobre su trabajo reporteril:
El periodista fue asesinado cuando salía de las instalaciones de la radio/ Secuestrado en la madrugada por cinco desconocidos, en la puerta de la Dirección de Seguridad Pública Municipal/ Su cuerpo encontrado en un barranco/ Ejecutado dentro de un vehículo de su diario./ Intentó refugiarse en un hotel al percatarse que dos desconocidos lo perseguían. Le dispararon a quemarropa por lo menos 20 veces/ Su hija de ocho años presenció el homicidio, lo mataron cuando la llevaba la escuela/ Tenía seis impactos de bala en la espalda y el tiro de gracia./Tres meses antes de su asesinato, su casa había sido rafagueada y su carro quemado/ Fue secuestrado por ocho hombres encapuchados y vestidos de negro, en su casa, frente de su esposa y sus hijas, su cuerpo apareció al día siguiente en una bolsa de plástico/ Fue encontrado muerto en su domicilio con dos puñaladas en la espalda. / Fue encontrado semienterrado en un terreno baldío en una colonia popular./ Estaba atado de pies y manos con cinta canela/ Al menos dos hombres enmascarados entraron a la redacción y le dispararon varias veces/Según algunas fuentes, al lado del cuerpo se encontró un mensaje: “Esto me pasó por escribir lo que no se debe. Cuiden bien sus textos antes de hacer una nota” /Fue encontrado en su hogar, amordazado y amarrado a una cama y con impacto de bala en la cabeza/Fue encontrado en estado de coma en el libramiento de la carretera e ingresado en primera instancia al hospital en calidad de desconocido, donde sobrevivió 4 días/ Fue “levantado” luego de salir de una fiesta donde convivió con compañeros/ Desapareció al salir del festejo del día de la libertad de expresión/ Fueron tiroteados él y su mujer en un pequeño café Internet del que eran propietarios/ Antes de su desaparición recibió una llamada a su celular en la que le solicitaron que se trasladara a un lugar donde había ocurrido un accidente, para que obtuviera más información/ Fue secuestrado la noche anterior por un comando armado en plena calle /Encontrada en el baño de su casa, golpeada, estrangulada/
*
Recuerdo cuando en la universidad, en las clases los alumnos soñábamos con ser periodistas. Nos creímos que era la mejor profesión del mundo. El lugar desde donde se podía vigilar a los poderosos. Desde donde se custodiaban los intereses de los ciudadanos. Era nuestra elegida trinchera para cambiar el mundo.
Las cosas cambiaron este sexenio. La gente, al enterarse que uno ejerce el periodismo, se acerca en la calle para darte la bendición. “Les ha tocado duro”, nos dicen incluso los
policías. Y cómo negarlo con esa larga lista que cargamos a cuestas. Con tantos de entre nosotros que faltan.
Las redacciones se van quedando vacías, los puestos vacantes, la profesión desprestigiada. Un escritorio en Ciudad Juárez desde 2008 se conserva vacío: la computadora empolvada, adornado con flores ya secas, con mensajes de cariño, con las fotos del ausente, del amigo, el padre de familia, el esposo, el hermano, el hijo que a muchos hace falta. Era el lugar de “El Choco” (Armando Rodríguez, reportero de El Diario), el periodista que contaba a los muertos. El testigo incómodo, el primero que comenzó a alertar que la violencia se estaba disparando, que había mucha gente armada en la calle, que la cifra de muertos ya era excesiva.
En la revista Proceso nos falta Regina Martínez, nuestra corresponsal. Nos falta a nosotros, a su familia y a la sociedad veracruzana a la que informaba, a la que servía, a la que acompañaba con su información, de la que era cómplice con su valiente trabajo en ese estado silenciado.
Decenas de redacciones tiene un listón negro por el luto.
Con cada amenaza, con cada secuestro, con cada desaparición, con cada atentado, con la muerte de cada periodista, los ciudadanos nos vamos quedando sin testigos, sin ojos, sin voz. Dejamos de saber en qué está metido el alcalde. Qué empresario fue favorecido por alguno de sus ‘amigos’. Cuáles son esas amistades turbias del gobernador. Qué grupo es el que dispara afuera de nuestra casa. Qué vías debo evitar para llegar a salvo a la escuela por los niños. Quién se benefició con tanta muerte, con tanta violencia.
Nos estamos quedando sin la información que ayuda a darle sentido a nuestra realidad. La información que la sociedad necesita para saber lo que ocurre, para entender cuáles son los mecanismos de esta violencia, qué patrones tiene, cómo se manifiesta. Para entender por qué me pasa lo que me pasa. Sin esa información será más difícil intervenir para cambiar nuestra realidad, para recuperar a nuestro país.
Ellos y ellas, los y las ausentes, se convirtieron en testigos incómodos. Ofrendaron su vida por informar. Por creerse cierto eso de que la gente tiene derecho a saber. Un derecho que no se respeta.
Este homenaje es para todos ellos, los que tienen nombre y los desconocidos, nuestros N.I., y también para los periodistas que en este momento están muertos en vida. Aquellos que he topado en las redacciones, caminando como almas en pena, sin saber qué cubrir porque desde que los cambiaron de fuente tras haber sido amenazados.
Los que se saben ejecutables, los desaparecibles, –a estas alturas ¿quién no lo es?— y a los que la gente les huye a verlos o ve con lástima, como si fueran enfermos terminales. Como si fuera la última vez que los ven con vida.
Y a las reporteras que se sienten tóxicas para sus familias. Que saben que, por sus investigaciones, son el punto de riesgo para sus seres amados. A las que les mata la culpa amar tanto esta profesión.
Y a los que perdieron la alegría de vivir. Que saben que los buitres ya hicieron nido en su mente y en su corazón. Que tienen hecho el testamento, listos los papeles por si les toca su turno. Como si ser asesinados fuera su destino.
Y a los que se acostumbraron a la adrenalina de la violencia y ahora que en su ciudad bajó la cifra de muertes, piden su cambio a una nueva guerra. Si se acabó la violencia en Juárez piden a sus jefes ‘ahora mándenme a Monterrey, ahora a Tamaulipas, ahora a Veracruz’. Están enfermos, ¿quién los culpa?
Los que no pueden dormir por tantas pesadillas. Los que cuando van en su auto espejean todo el tiempo para saber si los siguen. Los que se quedaron con el tic de asomarse a la calle para cerciorarse de si los vigilan. Los que buscan situaciones de muerte porque les está costando regresar a la normalidad.
Todos ellos y ellas existen. Sus situaciones no son ficticias.
Tenemos registrados a los que mueren asesinados. Sin duda, algunos de estos mueren, quizás no de balazos. Mueren en accidentes. Por exceso de alcohol. O son despedidos por sus traumas.
El otro día un fotógrafo de Juárez me decía: “Acá parece que ya pasó todo pero no sé si algún día me recuperaré de lo que ví y viví”. Un joven hablando como veterano de guerra. Tan cierto lo que dice.
Estamos hartos de hablar de esto. De hablar sin ser escuchados. De marchar arrastrando fotografías de los y las ausentes, alguna corona de flores, y de dejar las libretas y las cámaras manchadas de tinta rojo-­‐sangre a las puertas de las oficinas de gobierno para denunciar que falta otro. Que otra voz fue silenciada. Que otra vez la palabra fue acribillada. Que otra zona del país quedó en silencio.
Ya nos cansamos de denunciar la impunidad institucionalizada y el cinismo oficial. De recibir mensajes de colegas de los estados que nos dicen asustados que mañana podrían ya no estar. O llamadas pidiendo ayuda, porque no saben a quién acudir (¿alguien de aquí conoce algún número telefónico para casos de emergencia?), a quién puede pedirle ayuda para que le salve la vida.
Cansados de escuchar el anuncio radiofónico del Senado en el que los legisladores se autoaplauden por aprobar, hasta el final del sexenio, una ley “muy humana” que intenta proteger periodistas pero que no se aplica. (¿Hasta cuándo se les ocurrió que era intolerable que siguieran matando periodistas: hasta el muerto 50 o el 72?)
Decepcionados de los dueños de la mayoría de medios de comunicación de este país que no cuidan a su gente, que les pagan una nada por nota, los mandan sin protección, equipo o saldo de celular. Y a los amenazados, en vez de protegerlos, los despiden. Insolidarios, ellos están resguardados, sólo ven sus ganancias. Pocos exigen al gobierno que resuelva el crimen cometido contra uno de los suyos. Pocos cuestionan. Pocos acosan y vigilan que se haga justicia. Pesa más la pauta publicitaria al empleado asesinado o desaparecido.
Decepcionados de las organizaciones de protección a los periodistas que no se ponen de acuerdo entre ellas para salvar más vidas.
Hartos, sobre todo, del gobierno cómplice. Ya sea por omisión, por consentimiento, por complicidad. Porque con su inacción abona al asesinato y a la desaparición de otros periodistas. ¿Quién se va a tentar el corazón a la hora de matar cuando sabe que, haga lo que haga, no tendrá castigo? Si basta con difundir un rumor –“en algo malo andaba”-­‐-­‐ para que el periodista sea culpable de su tragedia. Para que todos ignoren el crimen y nadie pida su castigo. Eso es discriminación. Es lo más fácil: discriminar a los muertos, a los que no pueden defenderse, escupir sobre sus tumbas, matarles la honra3.
3 (No niego que en algunas redacciones hay ‘infiltrados’, que no deben ser llamados periodistas. No sabemos sus motivos, si tuvieron opción, si les pusieron una pistola en la frente. Eso le toca aclararlo a la procuraduría con sus investigaciones. Pero antes de condenarlos a ellos deben ser condenados los verdaderos asesinos: los políticos que le entregaron el poder al cártel que les financió su campaña o les regaló un yate o una isla; los que pusieron a su servicio a la policía, al municipio, al gobierno del estado; los que dejaron que también les dieran órdenes a los medios de comunicación. Esos funcionarios deben pagar también por los asesinatos)
Tristes porque la sociedad no se solidariza. ¿A quién le importa que maten periodistas, si la sociedad percibe que los medios son cómplices de los poderosos? ¿Si nos consideran parte del problema? ¿Si son pocos los medios que no son voceros de los políticos e informan sobre lo que los ciudadanos quieren saber? ¿Cuándo va a salir la gente a las calles si nosotros mismos nos vemos con desconfianza? ¿Si en las redacciones se dan órdenes para que nadie acuda al funeral?
Hartos de ver que tras cada amenaza no atendida, tras cada ataque a un medio de comunicación, cada desaparición, cada asesinato, los compañeros se refugian, se cambian de oficio o se van al exilio. Tristes de saber que algunos de los nuestros, nuestros mejores investigadores, limpian baños o venden hot-­‐dogs en España, Estados Unidos o Canadá.
O de repetir las cifras que a todo el mundo han escandalizado, ese lugar común desgastado que se ha vuelto decir “México es el peor país del mundo para ejercer este oficio”. A quién le preocupa. A quién incomoda.
Estamos hartos de enterrar a compañeros. Hartos de ver en las noticias que uno más, y otro, y otro, y que la cacería no ha cesado. Y que no vemos cómo, no vemos por dónde o qué podemos hacer para que las cosas mejores.
Sé que mi mensaje no es esperanzador.
No habrá esperanza hasta que no construyamos un memorial por los y las que nos faltan. Hasta que no conozcamos quiénes eran, en qué soñaban, cuáles habían sido sus exclusivas, quién ve por sus hijos, cómo respondieron sus medios, en qué estatus están las investigaciones de sus crímenes.
Hasta que no construyamos un observatorio para vigilar que esos casos se investiguen. Hasta que los dueños de los medios de comunicación se preocupen más por su gente y menos por su dinero.
Hasta que esos propietarios, apoyados con otros propietarios, se sienten frente al gobierno y le exijan cuentas, y lo supervisen, y le digan que no le creerán si no se ganan su confianza con resultados.
Hasta que el Estado haga lo que le corresponde.
Hasta que matar periodistas en México tenga un costo. Un castigo. Una pena.
Hasta que México se convierta en un santuario para periodistas. Y que en todo el mundo se sepa que matar a uno solo costará muy caro. Y que los criminales y sus cómplices están en la cárcel.
Este es un homenaje también para los periodistas que en este momento se sienten solos, solas, y no saben a quién llamar. No saben que tienen posibilidades, que existen organizaciones, instituciones, solidaridad. Aquellos que por falta de opciones se piensan condenados a muerte y no saben a qué hora el alcalde mandará asesinarlos por la espalda, al policía se le vaya un mal golpe, un tiro, en uno de tantos forcejeos por acercarse a la escena del crimen o que un grupo de sicarios lo saque de la cama.
Los compañeros y compañeras que ya no están deben ser nuestra guía, nuestro faro, para hacer más y mejor periodismo. Nuestro impulso para no callar. Para organizarnos con miras a defender nuestro derecho a informar y el derecho de los ciudadanos a estar informados, a explicarse por qué les pasa lo que les pasa.
Como decía en un foro reciente la periodista chilena Mónica González (directora de CIPER-­‐ Chile): parte del dinero destinado a la protección, a la seguridad, al blindaje de los periodistas mexicanos debería usarse a becar a los periodistas amenazados por sus investigaciones, para que no tengan que salir corriendo a esconderse, para que los silenciadores no se den el gusto de silenciarlos. Usar esa beca para que desde otro país sigan indagando, recopilando información, documentando. Para no darle tregua a los corruptos, a los asesinos, a los negligentes, a los censuradores. Para aturdirlos. Para que se sepan vigilados. Para que ni se les ocurra callar a un solo periodista más.

Ponen centro de acopio de alimentos en apoyo a afectados por incendios en Santa Rosa

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