jueves, 21 de noviembre de 2013

In my room III- Lessons






Ahora veo la lucha de las érsonas con capacidades diferentes, te vuelves una carga social, estar desvalido, convalesciente no es divertido. Mi familia va en la parte que ya están enfadados, también la chacha. Todos se molstan, y no entienden no es comodidad de uno. Uno no pide estar asi, en cama, inmóvil, con la angustia de si caminarás bien o mal o te quedan secuelas, qué se yo.

Uno no pide no overse, que le ayuden a una a hacer del baño, a que le pasen a unp el papel de baño, a que vean todos tus miserias, tu fragilidad humana, yo no pedí esto.

No pedí estar inmóvil, pero ahora vep tego más obligación de cuidarme, no depender, no quejarme, no decir lo que siento, no molestar, no llorar...como siempre lo hago.

Al fin y al cabo lo que se siente es de uno, nadie tiene porque saberlo.

Volviendo a lo otro, entiendo de la lucha, y pienso que si esto es así con una fractura de feur, que soy afortunada...si hubiera sido peor el accidente sería un gusano, un estorbo social. Porque es mentira eso de que ay todos tenemos derechos que una sociedad incluyente ue importa lo que piensas, eso es falso.


He tratado de molestar lo menos, y agradezco solo haya ido una fractura, no algo más.

Aún así ya veo la lucha de las personas con capacidades diferentes. Creo gana la impotencia. El no moverte y ver que todo mundo cmina y hace las cosas de alguien normall, te despiertas, te sientas en la cama, te levantas, caminas al año, te sientas en la taza del baño, te limpias, bajas la llave, te levantas, te lavas las manos, la cara, la boca, cminas, sales, vas a la cocina, tomas una taza, te sirves café, ves el refri, buscas qué preparar, eliges la taza y, la cuchara, el plao, el tenedor mas bonito, haces el desayuno con ganas, lo decoras, y disfrutas el desayuno -porque para mí comer no es una simple función, es un arte-.


Todo pasa lento en cama, los días se vuelen X. Aunque una de mis fuentes que vino a verme dice que me veo más respuesta y más animada, que la vez pasada me eía con flojera jaja.
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Me bajo el orgullo, me trago el orgullo y sigo esperando a que me digan cómo te sientes, espero demasiado de los humanos. Sí, no diré nada pero espero me digan eso para ver si existen los humanos, o eso que llaman humanidad, en cambio sólo se ponen en silencio

Como si fuera la culpable de todo, odio estás situaciones. Odio estar inmóvil.

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Ahora viene mi hermano y piensa por lo que le dicen, que soy yo la que se desespera, le explico que me siento mal, sabe, se da cuenta de que estamos solas, que ni siquiera cuenta con su familia, que viene y no puede estar como quisiera. Quisiera decirle a mi hermano que él da más de lo que necesita dar, porque lo hace, desde que murió padre él tomó ese papel.

Me pide que guarde silencio, que me dejen el cómodo y tenga papel a la mano, le dije que sí. Torres y yo estamos acostumbrados a valernos por nosotros mismos, que hasta enfermos tenemos que rascarnos con nuestras uñas. Me pide guarde silencio y no tome tanto café.

Me dice que voy a salir de esto y pronto volveré a caminar, claro, previos meses de rehabiltación, aunque es bueno esto, no fue nada más grave, si así hubiera sido, ya hubiera pedido pastillas para matarme.

Todos piensan Gerardo es un seco y a veces inexpresivo pero no saben que conmigo mi hermano sí se expresa, sabe que entiendo su soledad, y que comprendo estamos solos, debemos valernos por nuestros medio, y dar de más aunque parezca imposible. También le molesta la burocracia de su trabajo, del IMSS.

Pienso que mi hermano es el mejor médico que existe en el mundo, siempre salva vidas y sus remedios no son siempre pastillas, es un hombre bueno, seco, pero bueno.

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Uno se vuelve en estas situaciones, un estorbo social, independientemente la capacidad intelectual, no vale si no estás completo, caminando libre por la vida sin depender ni para ir al baño o apagar la luz sin ayda de alguien.

Ahora entiendo las cosas.

Es chistoso, he andado con casi todos los grupos vulnerables, he conocido muho tipo de gente, pero no había vivido en carne propia lo que pasan las personas con capacidades diferentes.


Ahora que sane y esté bien y camine (En un mes), comenzaré a apoyar en serio a Don Ramón, para que les den el terreno para sus compañeros, y por qué no, buscar un lugar decente para las personas con capacidades diferentes y luchar contra la discriminación y la insensibilidad humana.


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Extraño el mar...eso me hará llorar de nuevo... :(




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martes, 19 de noviembre de 2013

Manifiesto de la Coordinación Revolucionaria Libertad

MANIFIESTO A LA NACIÓN #3


México y las dos revoluciones


Por la belleza del mundo,
por la afirmación de la vida,
por la alegría de vivir.

A los colectivos, organizaciones y comunidades humanas de México y del mundo,
A las guerrillas y organizaciones armadas,
A nuestras madres y a nuestras hijas,
A nuestros padres y a nuestros hijos,
Al probable lector de este mensaje,
A quien corresponda:

En México han existido, básicamente, dos memorias contrapuestas de la Revolución, una institucional y otra comunitaria, cuyos trazos paralelos consideramos necesario reconocer frente al persistente desmantelamiento del Estado, el abandono del proyecto nacionalista y la emblemática cancelación del acto cívico anual que colocaba a la Revolución Mexicana como parte del discurso legitimador del Estado. La memoria es violentada hoy al punto de querer mirar al 20 de noviembre como el simple recordatorio de un “evento histórico” fundacional, un “mal” que fue necesario “por la democracia”, cuando México era “menos civilizado”, un hecho lejano y doloroso, penoso e indeseable.

-I-

Habían transcurrido treinta años de gobierno dictatorial, crecimiento desigual y acaparamiento de la tierra. La Revolución estalla con el levantamiento de Madero en 1910 contra la dictadura de Porfirio Díaz; al poco tiempo, triunfa. Pero no lo logró solo, pues este movimiento alienta a los varios grupos inconformes con las condiciones imperantes. Al norte, en Chihuahua, Pancho Villa se levanta; al sur, en Morelos, Emiliano Zapata se levanta; en el oriente, en Puebla, los hermanos Serdán se levantan; en distintos puntos del país el magonismo estaba presente.

Madero llegó, pero traía consigo el desconocimiento de sus principales propuestas revolucionarias. Creyó que aún no era tiempo propicio de repartir la tierra, de distribuir la riqueza y los cargos administrativos. Para Madero, los zapatistas y villistas que no depusieran las armas, no eran más que rebeldes que cubrían con las armas una falta de conciencia. Madero muere al año de ser electo y no le matan sus oponentes, sino un miembro de su propio ejército, Victoriano Huerta, quien representaba a quienes buscaban reimplantar el orden porfiriano. Ese asesinato marcó el inicio de la verdadera confrontación. En el noreste se levanta Carranza, en el noroeste Villa, en el sur Zapata. Cuando cae Huerta y al ver que Carranza y Obregón no están comprometidos con las demandas campesinas y populares, se alían Villa y Zapata, pero tras conseguir una breve victoria, les asola la derrota, la falta de recursos y armas. Y entonces, ayudado por los Estados Unidos, el ansia de poder y una estrategia militar adecuada, Carranza se convierte en la figura central de la “Revolución constitucional” y Villa y Zapata debieron pasar nuevamente a la resistencia guerrillera.

El resultado más tangible de la lucha revolucionaria encabezada por Carranza fue la Constitución de 1917, pero al mismo tiempo de ser el más tangible fue también el más lejano e ilusorio; el reparto agrario, la igualdad, la democracia y la libertad quedaron sólo en promesas.

Se ha dicho que aún no era tiempo, que las fuerzas conservadoras eran todavía demasiado fuertes y las condiciones poco propicias; las promesas convertidas en artículos constitucionales se desvanecieron en el aire, se han desvanecido por casi un siglo y se concentran los derechos en la cúpula de los poseedores chupando al pueblo como el murciélago a la vaca. Si bien esto habla de lo que pasó en la Revolución, son afirmaciones vigentes para el tiempo presente.

Ni Villa ni Zapata aceptaron el constitucionalismo y les valió la muerte. Tratado como un rebelde, Zapata muere en 1919 asesinado a traición; no se han visto árboles más tristes, tierra más seca que en aquel día.

Pensó Carranza que había ganado, pero las balas siempre cobran lo que toman; presto a reelegirse, es asesinado. No lo matan sus enemigos directos sino uno de sus filas, Álvaro Obregón, para volverse presidente; nuevamente la distribución, el reparto y la igualdad quedan sometidos al yugo del cacique, a la saliva del patrón. Pasan las promesas, continúan los asesinatos, entre estos, el de Villa; muerto por el miedo, por la traición, por la persecución… por Obregón. México está envuelto en la historia de la violencia, el sometimiento y la justicia de la sangre.

Plutarco Elías Calles llegó al poder. Calles gobernó de 1924 a 1928 y al terminar su mandato le continuó nuevamente Obregón; continuidad regresiva de la miseria, otra de nuestras constantes históricas; pero Obregón es asesinado. Y como un medio para resolver el evidente problema de la sucesión presidencial, Calles creó la institución que por más de 80 años, con un breve intervalo de doce años, aún controla el aparato de gobierno. Creó el PNR (Partido Nacional Revolucionario) en 1929, luego PRM (Partido de Revolución Mexicana) en 1938 y finalmente PRI (Partido de la Revolución Institucional) en 1946… hasta nuestros días. En una solución de continuidad el PRI ha instalado el liberalismo, con Carranza y el neoliberalismo, con De la Madrid.

Los “éxitos” de la Revolución institucional son varios. Se consiguió cierta pacificación de la sucesión presidencial, monopolizar el poder y mal que bien, la convivencia civil de la sociedad. Lograron también el olvido completo del reparto de tierras y recursos para el campo, además del paulatino acallamiento de la demanda agraria; consiguieron más de 70 millones de pobres, concentrar la riqueza en menos de un 10% de la población. Han consolidado un salario anual de 6 millones 118 mil 873 pesos para los ministros de la suprema corte, de 3 millones 33 mil 612 pesos para los consejeros del IFE, de 2 millones 57 mil 328 pesos anuales para los senadores y de más de millón y medio para los diputados. Han conseguido la fidelidad de más de medio millón de policías y de más de 225 mil militares que juntos han encarcelado a cerca de 2, 226, 833 presos de los cuales cerca del 42% son inocentes o pobres; han sumado a sus logros casi 80 mil homicidios. La revolución institucionalizada ha descubierto que para incrementar las ganancias de capital a partir de la guerra, es más barato utilizar a la sociedad civil desposeída y ha generado así a partir de la industria del narcotráfico más de 400 mil millones de dólares al año y más de 150 mil muertes. Guerra caliente, sangrienta, silenciosa y controlada que paga a menos de 8 mil al mes la vida de un hombre y una mujer. Han dejado libre a Raúl Salinas y a Caro Quintero, por invocar a algunos. Han aprovechado el clima de muerte orquestado por ellos mismos para perseguir a sus detractores, logrando la estrujante cifra de 28 mil desaparecidos, de miles de familias rotas. Han repartido la pobreza, impuesto el neoliberalismo y un gobierno basado en el miedo y la reproducción de la miseria, de la muerte. Pero existió desde un inicio otro sendero de la Revolución que, como la institucional, llega hasta nuestros días; esta revolución, la de los motivos del pueblo, la que defendía el derecho de vivir significando la vida mientras se venera la tierra. Reiniciemos; luego de treinta años de gobierno dictatorial, crecimiento desigual y acaparamiento de la tierra la Revolución comunitaria comienza en 1910; le antecedía una memoria de levantamientos agrarios en el siglo XIX, desde los yakis en Sonora, hasta los peones en Yucatán, pasando por todos los rebeldes despojados a lo largo y ancho del país a los que junto con su tierra, les fue arrebatada la posibilidad de nombrar el mundo en comunidad; se levantan los Flores Magón, se levantan los hermanos Serdán, se levanta Villa, se levanta Zapata. Cuatrocientos años de explotación, sobajamiento y expropiación eran suficientes, querían la tierra y la libertad para trabajarla, querían la dignidad, querían la vida. Zapata vio al poco tiempo del llamado de Madero, cómo al conseguir la presidencia se olvidaba de su promesa de reparto agrario; Zapata sabía que Madero nunca entendería lo que significa para la comunidad el trabajo en el campo, y que nunca, ni él ni los que buscaban el poder, tendrían el sentimiento de saberse hijos de la tierra, hermanos del maíz. Era imposible deponer las armas pues, ahí donde la promesa de reparto e igualdad se había puesto, quedaba en su lugar la misma burocracia, el mismo despojo y abuso, de todos los que se habían vendido a otro ideal, el de la riqueza. No existen trabas legales que detengan la igualdad del pueblo si hay voluntad; Zapata no depuso las armas ni ante Madero, ni ante Carranza y le costó ser tratado como rebelde. Cuatro siglos de opresión y la posibilidad de liberarse de ella bien valían una vida en las montañas. Y así fue que Zapata se refugió en la tierra, amenazante y temible como la sombra. La lejanía de la frontera para comprar las armas y la inferioridad numérica marcaron el ritmo de la lucha. Fue asesinado a traición en 1919. Hay hombres que viven más que sus cuerpos, sus nombres recorren la historia y los pueblos, como la luz en el espacio. Zapata está por encima de su muerte. Ha vivido en los arados, en la sangre de los trabajadores de la tierra, en los hombres del maíz.

Vivió también en Lucio Cabañas, que se levantó en 1967, exigiendo mejores condiciones de vida; tierra y libertad para trabajarla.

Viendo el avance del despojo y su desprecio, no soportó Lucio y se levantó en armas por el amor a la tierra, por las ansias de vivir, por su pueblo. Suya fue la guerrilla y suyas tantas manos. No construirán un mejor mundo las armas sino las manos que las portan; lo sabía Lucio, manos para arar la antigua tierra, para cosechar el nuevo maíz, para hacer justicia, para librarnos de los genocidas. No les bastó asesinar a Lucio; su miedo siempre es más grande. Diezmaron a su gente y aún los matan, los venden como mercancía y ellos resisten con malévola alegría. Tampoco ha muerto Lucio; vive en el sonido de las balas rebeldes, en la fuerza de los brazos, en el ansia de vivir, en nuestra alegría vive.

Junto a Zapata, Lucio vive en el nuevo zapatismo y en las nuevas generaciones rebeldes y revolucionarias de vuelta de siglo. Con más radicalidad que antes, el partido institucional ha querido distribuir la pobreza y repartir el miedo. Pero la Revolución comunitaria que comenzó con Zapata vive nuevamente. En enero de 1994 se levantaron nuevamente los pueblos del sur afirmando el derecho de vivir, de justicia, de libertad.

De 1910 al 2013 seguimos en la lucha. Para recordar a Carranza tenemos a Zapata; para Luis Echeverría, Lucio Cabañas; para Salinas oponemos a los nuevos movimientos rebeldes y revolucionarios, que decimos, desde ahora, que sus días están contados.

-II-

¡Mírennos lamiendo la miel de la vida, mírennos la sonrisa que les aterra, mírennos en los ojos la pasión de la sangre, mírennos el amor y estos brazos fuertes que algún día, muy pronto, se levantarán para siempre libres de toda opresión! El sentido de la vida es dar a la vida sentido. La riqueza de los tiempos de paz, es permitir la preparación para los tiempos de guerra. El sentido de la vida es dar a la vida sentido. La riqueza de los tiempos de paz, es permitir la preparación para los tiempos de guerra. Somos fuertes, somos la noche que cae y el sol que se levanta, somos la vida, somos la tierra. Somos el eco de la historia, los que tienen todo por ganar. Nosotros hacemos revolución en la noche, en el día, en la sombra; y habrán de temer de la sombra de su sombra. Ahí estamos a los que no les gana el miedo. Hoy no nos engañan.

Después de celebrar, año con año, la apropiación contra-revolucionaria de la Revolución mexicana, reduciéndola a un simple evento deportivo, la elite que gobierna ha decidido dejar de hacerlo, poniendo de manifiesto su total postración frente a las políticas imperiales, principalmente estadounidenses. Han de celebrar tan sólo, por supuesto, el centenario de la formación del ejército constitucionalista, larvado hasta el tuétano por la corrupción y el servilismo, en calidad de policía local, subordinada al Pentágono, e instrumentalizada para la gestión del narcotráfico y protección de sus carteles; como arma de destrucción de los lazos comunitarios y de las redes de solidaridad que posibilitan la resistencia frente al modelo extractivista, como lo pone en evidencia la tierra caliente de Michoacán o la Costa Grande de Guerrero o cualquier otra región del país en la que se producen todos los días nuevos asesinatos, secuestros o “desapariciones”.

Nosotros celebramos hoy la Revolución de la tierra, de la vida y de la fuerza. Somos la tierra, la vida, somos la fuerza, somos la alegría y somos también una guerrilla, un ejército de pobres que van por lo que han producido, por lo que han creado, nunca más un ejército de reserva. No queremos el dinero, pero tampoco la miseria, queremos la vida, la tierra y la libertad; no queremos el poder corrompido, queremos la potencia. No queremos la guerra, queremos la paz. No pedimos nada al gobierno, lo trabajaremos por nosotros mismos. Dejemos para luego el sacrifico por los otros y armémonos hoy con el arma de nuestra voluntad y acabemos con la patética revolución institucional, con el mal gobierno, con la miseria y con su esclavitud.

¡Viva compañeros la tierra, viva la vida, viva la libertad!
¡Viva Lucio! ¡Viva Zapata! ¡Viva Villa!
¡Viva la rebeldía! ¡Viva la rebeldía!

¡Por la unidad y la emancipación del pueblo!
COORDINACIÓN REVOLUCIONARIA LIBERTAD

Noviembre 18 de 2013



¡Por la unidad y la emancipación del pueblo!

lunes, 18 de noviembre de 2013

CARTONES DE LA JORNADA





Centro Pro: indignante, que no se resuelvan asesinatos de activistas

Condena José Rosario Marroqín la ejecución de los líderes campesinos en Atoyac

Centro Pro: indignante, que no se resuelvan asesinatos de activistas

Pide aclarar los casos Raúl Lucas, Manuel Ponce, Arturo Hernández, Eva Alarcón, Marcial Bautista...
Los gobiernos locales no hacen nada al respecto, y parece que avalan los atentados, critica el activista
HERCILIA CASTRO ( Corresponsal)
Zihuatanejo, 17 de noviembre. El presidente del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, José Rosario Marroquín Farrera, dijo que es indignante que los asesinatos de líderes en Guerrero no sean esclarecidos, y condenó la ejecución de Juan Lucena Ríos y José Luis Sotelo Martínez ayer en el centro de Atoyac.
Entrevistado por teléfono, Marroquín Farrera señaló que los asesinatos de líderes no investigan y, por tanto, no se puede decir que hay resultados.
Recordó, que aún faltan por esclarecer los casos de Raúl Lucas y Manuel Ponce, integrantes de la Organización de Pueblos Indígenas Mixtecos (OPIM); igual que el crimen de Arturo Hernández Cardona y sus compañeros de la Unidad Popular de Iguala (UPI); la desaparición de los Ecologistas de Petatlán Eva Alarcón y Marcial Bautista; así como el encarcelamiento de Gonzalo Molina y Nestora Salgado, líderes de la Crac.
“Es un llamado de atención tanto al gobierno del estado como al gobierno federal, que parece no estar interesado en resolver estos delitos”, dijo.
“Yo creo que Guerrero ha tenido, desafortunadamente, mucha desatención, pero también es una situación que se vive como en otras regiones, como en Chihuahua y otros estados, donde hay agresiones a los defensores de derechos humanos, y lo indignante es que los gobiernos locales no hacen nada y parece que se avalan” los asesinatos, sostuvo.
El activista enfatizó que cuando los gobernantes hablan de los luchadores sociales “es para desacreditarlos”, y la misma situación se vive en estados como Chiapas y el Distrito Federal.
Explicó que se observa una política por la que “se está tratando de inhibir cualquier forma de protesta, de cerrar los espacios”.
Ejemplificó que en el Distrito Federal se concentran las protestas del país, pero el Estado deja menos espacio para que exijan sus derechos los ciudadanos, y el gobierno llega a considerar como rivales a los defensores de derechos humanos.
“A un año de este gobierno, no hay espacios mayores; lo que vemos es que se reducen estos espacios, y lo mismo pasa en las instituciones públicas”, dijo.
Marroquín Farrera subrayó que los asesinatos selectivos de líderes sociales “no significan que se acabe la protesta social; al contrario, y mientras no se resuelva queda impune”.
Por último, el defensor dijo que “exigimos que se aclaren estas situaciones –los asesinatos– y haya una participación más activa del gobierno estatal y federal”.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Gatos Pardos

Gatos Pardos
Hercilia Castro

Algo pasa en Guerrero




El día de ayer, fueron asesinados en pleno centro de Atoyac los líderes campesinos Juan Lucena Ríos y José Luis Sotelo Martínez dirigentes campesinos de la comunidad El Paraíso.

Los hechos, fueron a las dos y 20 de la tarde, en la esquina de un parque infantil y una tienda de abarrotes, a sólo 50 metros de la comandancia municipal. Lucena Ríos (ex regidor por el PAN) y Sotelo Martínez promovían la creación de una policía rural en El Paraíso, debido al incremento de secuestros y la violencia que ha azotado esa zona.

Los dirigentes, tenían programado presentar la iniciativa en una asamblea este domingo, para que el próximo 20 de noviembre marcharan con motivo del aniversario de la Revolución.

Uno de los familiares dijo al diario La Jornada que “se trató de un crimen político, similar al que se cometió en contra de Luis Olivares y Rocío Mesino, con un asesino solitario. Incluso había dos policías municipales que se percataron de la presencia del asesino solitario y no hicieron absolutamente nada”.

“Los narcos te rocían de balazos, y aquí fue un asesino solitario aparentemente”, dijo.

“Fue un crimen político, como el de Rocío Mesino y el de Luis Olivares, bien preparado, con gente pagada, que sabía lo que andaban haciendo hoy en Atoyac. Es un crimen político que viene desde los grupos de poder en el gobierno, que están fuera de control”, sostuvo.

A menos de un mes, son cinco los asesinatos contra líderes sociales en Guerrero que se han cometido sin que la Procuraduría General de la República o alguna autoridad correspondiente comiencen una investigación con seriedad ante estos crímenes.

El pasado 19 de octubre, fue asesinada en Atoyac, Rocío Mesino, líder de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y el 10 de éste mes, asesinaron en su propio domicilio de Coyuca de Benítez al dirigente de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande (OPPCG) Luis Olivares y su pareja Ana Lilia Gatica.

Cinco asesinatos a plena luz del sol, cinco crímenes contra luchadores sociales reconocidos por increpar al estado, cinco familias destrozadas que claman justicia, cinco luchadores que buscaban la seguridad de sus pueblos.

Cinco crímenes y según las cuentas ya son 14 los asesinatos, hasta la tarde de ayer sábado, 13.

A la par, el gobierno del estado encabezado por Ángel Aguirre Rivero no da respuestas concretas de qué sucede, ni tampoco se le ofrece un clima de seguridad o medidas cautelares a las familias de los dirigentes asesinados, mucho menos hablar de resarcimiento de daños.

Se trasluce pues, un clima que como dice Raymundo Díaz Taboada, coordinador del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI), “aunque no hay terminología jurídica social sobre tortura social, se habla más bien de represión y terrorismo de Estado, sí podría decirse en términos coloquiales, pues los asesinatos selectivos de líderes luchadores, repercuten en el ánimo de la sociedad”.

Guerrero, no se conoce por ser  una entidad donde la prosperidad, justicia, educación, salud, cultura, seguridad, trabajo, equidad e igualdad sean prioritarios para sus gobernantes.

Lo mismo pasa en materia de respeto a los derechos humanos, el cacicazgo de los gobiernos priístas sigue imperando en la entidad, por ello, no pasa del imaginario colectivo que los crímenes contra activistas, son parte de una cacería de brujas, en la que el único delito es salir a protestar.

Tan sólo en 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sentenció al Estado mexicano por la desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco, sucedida en 1974, por lo que se reprobó a México en materia de derechos humanos y se le exhibió ante el mundo.

Los recientes asesinatos (14 en total), sólo son muestra de la criminalización a la lucha social, de que Guerrero continua siendo objeto experimental de la llamada Guerra de Baja Intensidad, donde los guerrerenses fungimos como animales de laboratorio, no como personas.

A la par, el gobierno federal sigue sin poner interés en resolver estos crímenes y se tradujera la complicidad con Aguirre Rivero que desde que tomó el poder, su gobierno se ha marcado de sangre con el asesinato en 2011 (impune aún) a Alexis Herrera y Gabriel de Jesús Echeverría, ambos estudiantes de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa.

Y Guerrero no es más que el reflejo del caos que impera en el país, la lucha por los poderes entre el narco, los rancios políticos, los gobernantes que se desentienden de sus obligaciones con el pueblo.

Un estado donde las demandas sociales no son cumplidas y sin embargo sigue el avasallamiento de las trasnacionales desde las mineras en la región de La Montaña, hasta la intención de imponer la presa de La Parota en Acapulco o la proliferación de licencias a mega proyectos turísticos sin importar la devastación del ecosistema que hagan, todo, en pos de que los actuales gobernantes y funcionarios saquen tajada del daño que hacen a la gente.

Algo pasa en Guerrero, y alarma en suma que mientras el país está de cabeza en las redes sociales destaca la muerte por paro respiratorio de una actriz de Televisa.

Algo pasa en Guerrero, que se sigue en el retraso, la violencia, la impunidad, y la justicia, parece que no va a llegar a este pueblo, que en su nombre lleva la sentencia.


Algo pasa en Guerrero…

CARTON DE LA JORNADA


Ponen centro de acopio de alimentos en apoyo a afectados por incendios en Santa Rosa

  Ponen centro de acopio de alimentos en apoyo a afectados por incendios en Santa Rosa                  Hercilia Castro Zihu...