CINDY PACHECO PALACIOS
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) del estado desconoció el problema real de la destrucción de mangle en Guerrero, pues no hay un estudio que reconozca la desvastación que ha sufrido esta especie en Acapulco, Petatlán, Zihuatanejo y La Unión, donde los pobladores y desarrollos inmobiliarios han ocasionado pérdidas. El titular de Semaren, Sabás de la Rosa Camacho, aceptó que las leyes ambientales de protección a los humedales no son respetadas, a pesar de las restricciones para la preservación de los manglares. En un acto en el aeropuerto de Acapulco, donde se entregó a esta empresa 500 plantas de mangle, informó que Guerrero tiene un producción anual de 300 mi plantas para reforestar las áreas dañadas, pues indicó que los habitantes de la zona son sus principales depredadores. Detalló que son utilizados como madera para cabañas, lanchas. “Las principales causas es que el hombre lo tala para sus cabañas, es una madera resistente, preciosa y desarrollo y mobiliario a pesar de que hay una ley muy estricta, a pesar del pronunciamiento es muy fuerte tenemos este problema”.
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