viernes, 18 de marzo de 2022

Ya no- Idea Vilariño

 

Ya no, 

Idea Vilariño


 
Gato lila, acuarela. Año 2006. Autor: Hercilia Castro

 





 




YA NO

Ya no sera

no coseré tu ropa

no te tendré de noche

no te besaré al i

nunca sabrás quié

por qué me amaron otros

No llegare a saber

ni qué fui para ti

ni cómo hubiera si

vivir juntos

querernos

esperarnos



Ya no soy más que yo


no serás para mí

más que tú. Ya no estás

en un día futuro

no sabré dónde vives

con quién

ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca

como esa noche

nunca.


No volverá a tocarte.


No te veré morir.


 


....................................................................................................................................


Profesora universitaria, compositora, traductora, crítica literaria y, sobre todo, poeta, la uruguaya Idea Vilariño (1920-2009) es una de las voces más singulares de la lírica en español del último siglo. Tiene un tono propio, reconocible, diferente. Ha sido traducida a muchos otros idiomas, recibió premios internacionales, cuenta con pocos pero entusiastas seguidores en muchos países, y no sólo hispanohablantes. Sus poemas son universales, impactan en lectores de muy diferentes culturas.


Su padre, anarquista, le puso ese nombre, Idea, como homenaje a la razón. También eran infrecuentes los nombres de sus cuatro hermanos: Azul, Alma, Poema y Numen, este último luego un conocido pianista. Su madre, su padre y Azul murieron cuando ella era muy joven. De salud quebradiza desde muy chica (aunque luego fue longeva), frágil física y emocionalmente, muchos de los poemas de Idea están teñidos quizás por esas circunstancias personales e una tristeza que en ocasiones llega al desaliento, a la angustia.


Fue miembro de la llamada Generación del 45, un grupo de escritores, poetas, críticos y editores que, en palabras de la profesora y crítica literaria Rosario Peyrou, fueron “cosmopolitas, inconformistas, rigurosos, introdujeron a la literatura uruguaya en la modernidad”. El novelista Juan Carlos Onetti y los poetas Mario Benedeti e Ida Vitale fueron algunos de los componentes del grupo..


El poema de hoy, para algunos seguidores de Idea «el poema de desamor más bello del mundo», tiene un destinatario conocido, muy conocido: Juan Carlos Onetti, con el que Idea mantuvo una apasionada, intermitente y complicada relación. El poema es de 1958, lo añadió la autora en una reedición de su libro Poemas de amor, que se había publicado el año antes y ella le había dedicado precisamente a Onetti. En medio, entre una y otra edición y cuando según algunos testimonios mejor estaban entre ellos, él la había dejado para casarse con otra, Dorothea Dolly Muhr.


Tanto este como otros muchos poemas de Vilariño reflejan muy bien la compleja relación entre ambos escritores. La propia Idea contó otros pormenores. En Construcción de la noche. Vida de Onetti, de Carlos María Domínguez, cuenta esto:


“Es el último hombre de quien debí enamorarme […]. El sexo era para él una manera de explotarte, de torturarte, de revolverte el corazón y de hacerte decir hasta lo que no querías […]. Discutíamos, nos dejábamos de ver, pasaban meses, yo comenzaba otra relación y cuando estaba en lo mejor llamaba Onetti y se iba todo al demonio […]. Una noche me llamó desesperado para que fuera a verlo. Yo estaba con alguien que me amaba y lo dejé. Y recuerdo que lo único que hicimos fue ponernos de espalda, leyendo un libro él, y yo otro. A la mañana siguiente le agarré la cara y le dije: sos un burro, Onetti, sos un perro, sos una bestia. Y me fui”.


Y en una entrevista ya al final de su vida con la periodista María Esther Gilio hay este diálogo:


«- El dijo en una entrevista que estaba enamorado de ti, pero que nunca sintió que tú estuvieras enamorada de él.

– Sí, sí, ya lo sé. Él me lo dijo a mí muchas veces. Cuando eso apareció en la entrevista que tú le hiciste y publicó la revista Brecha, me llamaron de todas partes para preguntarme. Yo me enojaba mucho con él cuando decía que no sentía que estuviera enamorada. «Con la cabeza lo entiendo, pero con esto no», decía él y se tocaba el corazón.

– ¿Por qué pensás que no creía en tu enamoramiento?

– Porque yo muy a menudo decía no.

– Y para él no hay amor sin sumisión.

– Seguramente. Pero yo no tenía más remedio que decir no, salvo que estuviera dispuesta a dejar que me pisara la cabeza. Pero además, no se trataba sólo de amor. Era la manera de vivir. Nosotros nos contábamos todo, hablábamos de todo lo que nos pasaba, de lo que pensábamos y sentíamos con total libertad. Sin miramientos ni escrúpulos. Eso era algo que hacíamos bien, pero compartir la vida… Habría sido muy difícil. Yo no debí haberme enamorado nunca de Onetti. Era el último hombre que tenía que haberme gustado. Eramos dos personas absolutamente contradictorias.»


Se vieron por última vez en 1974, en un hospital, donde él estaba ingresado. Cuando Idea entró en la habitación, Dolly Muhr, con la que Onetti seguía y siguió hasta su muerte, los dejó solos. Idea lo contó después así: “Me levanté y quise tocarlo, tocar su mejilla con la mía. Apenas llegaba a él cuando me agarró con un vigor desesperado y me besó con el beso más grande, más tremendo que me hayan dado, que me vayan a dar nunca, y apenas comenzó su beso, sollozó, empezó a sollozar por detrás de aquel beso, después del cual debí morirme”.


 


 


https://www.archiletras.com/poemassentidos/ya-no-de-idea-vilarino/


Ponen centro de acopio de alimentos en apoyo a afectados por incendios en Santa Rosa

  Ponen centro de acopio de alimentos en apoyo a afectados por incendios en Santa Rosa                  Hercilia Castro Zihu...