Gatos Pardos
Hercilia Castro
Días y flores
Y cuándo despertó, el dinosaurio seguía allí-Augusto Monterroso
Ante un escenario tipo película bélica de Hollywood y con una sociedad que diario busca no saludar, sino defenderse ante los ataques del alza a la canasta básica y no ser la estadística de los daños colaterales, con decenas de muertos en cada entidad, en esa escena, se mueve Guerrero.
Desde hace seis años estamos en día de muertos, día de desaparecidos y flores sobre tumbas.
Sobre todo, cuándo Zeferino Torreblanca decidió en 2008 sacar el ejército a las calles, para ayudar a su patrón Calderón Hinojosa a combatir el narco, desde entonces, las montañas de ejecutados entre civiles, activistas y periodistas comenzaron a apilarse.
Y no por ser dramáticos sino porque Guerrero sufre la psicosis de un ambiente terrorífico en el que incluso anuncian ya toques de queda para “no morir”. En un padrón proporcionado por organizaciones sociales, se estima un aproximado de 1,266 asesinados; 149 secuestrados y 215 desaparecidos, esto, hasta solo 2009, actualmente son 261 desaparecidos entre los cuales esta Víctor Ayala, activista del municipio de Tecpan.
Las cifras oficiales revelan que de enero a septiembre del año en curso, van 697 decesos (…), esto sin mencionar los “incontables”.
A nivel nacional las cifras se expanden mostrando que 2010 ha sido el año más sangriento para México, se cuentan 10 mil decesos, sólo, en estos meses.
Sin embargo, los tiempos electoreros van apresurados, se busca la reafirmación del poder tanto de Aguirre Rivero como Añorve Baños en su respectivo partido, cueste lo que cueste, incluso las vidas que van quedando antes del 30 de enero.
No importa desaparezcan turistas y luego aparezcan en una narco fosa, no importa haya activistas desaparecidos, no importa haya siembras perdidas en Cochoapa el Grande o desabasto de agua en Acapulco, los candidatos siguen la lógica gringa de tiempo es dinero, o ¿poder?.
De cualquier forma se inundan las calles de basura electorera, que después no será recogida a tiempo, y en esa lógica vamos, con dos candidatos que le apuestan a las alianzas y las imposiciones, sin ningún escrúpulo más que el adueñarse de Casa Guerrero.
Con un clima desolador se reúnen, que pareciera los candidatos no ven, felices y contentos hablan de un “gobierno de continuidad”. Si de continuidad se habla, no le irá muy bien a los guerrerenses con esto.
Gobierno de continua represión, continua miseria, continua baja de turismo, continuo desabasto de agua, continua huelga de mineros, continua persecución a los integrantes de la CETEG, continua incursión en las comunidades por parte del ejército, continua muerte de periodistas, continua ley mordaza, continuo desempleo, continua falta de clínicas de salud, continua exclusión a las etnias nativas y pueblos negros (la tercera raíz), continuo crecimiento de jóvenes ninis (ni empleo ni trabajo), continuo avance de vih-sida, continua alza de dengue, continuo número de tuberculosis, continuo rezago educativo, continuas escuelas sin profesores ni infraestructura, continuidad de políticas insensibles.
Ante este panorama de continuidad no esperamos demasiados avances en las políticas sociales de la entidad, aunque venga Marcelo Ebrard a decir lo contrario cuando ya sabemos es táctica para las elecciones presidenciales, habrá que darle seguimiento a los gastos de campaña, sobre todo, lo que pagan en acarreos y spots de campaña, entre otras curiosidades.
Cierra el año con un número estrepitoso de daños colaterales, y aunque debería uno acostumbrarse no se puede pensar más que es resultado de las corruptelas y políticas depredadoras que siempre aplican desde arriba y a la derecha, contrario al “desde abajo y a la izquierda”.
Un año que menciona a Guerrero como la entidad más sangrienta y boletinada “peligrosa” ante la mirada internacional, y que en la cotidianidad vivimos.
Y que comenzará con el mismo jaloneo pre y post electoral, todo sea por llegar al poder, de igual forma, los que sufriremos los resultados, seremos los guerrerenses.
“Haiga sido como haiga sido”, ya lo estamos viviendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario