lunes, 19 de enero de 2009

Denuncian secuestro de maestro

Denuncian secuestro de maestro

CITLAL GILES SÁNCHEZ 

La vida de Concepción Castrejón Fernández ha sido un “infierno” desde el 23 de mayo del año pasado, cuando un grupo de personas entró a la casa de su hijo, el maestro Romeo González y de manera violenta se lo llevaron sin que hasta el momento se sepa algo de su paradero. 

Por más de ocho meses, Castrejón Fernández a dado innumerables vueltas en diversas dependencias para obtener información de su hijo, pero la respuesta es la misma: “aún no se sabe nada”.

Con la esperanza de encontrar vivo o muerto a su hijo, narró que ella se enteró cuatro días después del secuestro, ya que su nuera y sus nietos fueron amenazados si decían algo del hecho.

Comentó que el 23 de mayo un grupo de personas entró al estacionamiento de la casa de su hijo y con violencia se lo llevaron.

“Yo estaba habla y habla a la casa de mi hijo y nadie me contestaba, ya yo creo que de tanto insistir uno de mis nietos me contó lo que pasó, pero no nos quisieron decir nada porque los secuestradores le dijeron a mi nuera que no avisáramos a las autoridades porque nos lo iban a mandar en cachitos”, dijo.

Agregó que ella se resistió a guardar silencio y comenzó a pedir información, a repartir volantes con la fotografía de su hijo, acudió a las diversas dependencias pero en ningún lado le daban informes del paradero de su hijo.

Desde mayo a la fecha, Castrejón Fernández ha tenido que vivir prácticamente sola la angustia de tener a su hijo, de 51 años, desparecido, pues aunque tiene más hijos, expuso que prefieren mantenerse al margen por el temor a alguna represalia.

Castrejón Fernández en diversas ocasiones ha participado en actividades del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), donde expone lo que ha tenido que pasar para tratar de localizar a su hijo.

Denunció que en ocasiones algunos funcionarios le han pedido dinero para acudir a los lugares donde supuestamente vieron al maestro, “pero cuando yo hago mis propias investigaciones resulta que las personas ni siquiera acudieron a investigar al lugar”.

“Yo ya no sé qué más hacer, estoy muy desesperada, es un infierno todo lo que ha pasado, ya estoy cansada, es algo que me duele mucho tal vez a la gente no lo entiende porque nunca les ha pasado y ojalá que nunca les llegue a pasar nada de esto porque es un infierno estar viviendo esta situación, es un infierno”, expresó.

Recordó que hace algunos meses los secuestradores llamaron para pedir rescate, pero no han vuelto a llamar.

Pidió a las autoridades que realmente investiguen y actúen porque no le entregan ningún tipo de avance de las investigaciones.


http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2009/01/19/index.php?section=sociedad&article=006n3soc

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