jueves, 25 de abril de 2013

Cetegistas destrozan oficinas de partidos, de senador y de la SEG


Prodigan ataques a la prensa; la llaman chayotera y vendida, e impiden su labor

Cetegistas destrozan oficinas de partidos, de senador y de la SEG

Insisten en que fueron traicionados por diputados; acusan a Sofío Ramírez de operar para Aguirre
Al pasar por el Congreso, ni siquiera se acercaron; estaba resguardado por policías antimotines
MARGENA DE LA O ( )
Chilpancingo, 24 de abril. Los maestros cetegistas y estudiantes normalistas se vengaron de partidos políticos cuyos diputados aprobaron una reforma a la Ley Estatal de Educación distinta a su propuesta: destrozaron las oficinas de PAN, Movimiento Ciudadano, PRD y PRI, y de paso la oficina del senador Sofío Ramírez Hernández y la sede de la Contraloría de la Secretaría de Educación estatal.
Después de que los maestros y normalistas marcharon del campamento al Zócalo de la ciudad, durante una hora sin incidentes en el trayecto, y de que hicieron un mitin político en el que ratificaron que el movimiento continuará, al igual que el paro de labores, hicieron destrozos a las oficinas de los partidos. Entre los gritos, decían que fue por la traición de los diputados.
Desde que empezó la marcha, incluso antes, durante la conferencia de prensa que encabezó la dirigencia de la Ceteg en sus oficinas, hubo hermetismo sobre las acciones que desarrollaría hoy el Movimiento Popular Guerrerense (MPG), al que está agremiada la Ceteg. Incluso ya al paso amagaban con dirigirse a ciertos lugares, y resultaba un engaño.
“¡A diez metros, prensa chayotera, a diez metros!”, gritaban los maestros de la avanzada en sus intentos por ocultar el rumbo de la marcha. La movilización anterior y la de hoy parecieron ser también contra la prensa, porque además de las consignas, al final, los maestros impidieron, incluso con agresiones físicas, que los reporteros grabaran y fotografiaran cuando incendiaron las oficinas del PRI.
Al pasar por el andador Zapata, el más transitado del centro, el contingente, de unas cinco mil personas, se desvió de su curso: el objetivo de los maestros con tubos y palos eran las oficinas del PAN. La fachada principal era de cristales, y con visible furia a los docentes no les llevó más de cinco minutos terminar con ella. Esto ocurrió a las 14:15 horas.
En las oficinas del PAN había empleados cuando llegaron los maestros; a una de las trabajadoras, de más de 50 años de edad, le dio un ataque de nervios.
En seguida, el contingente avanzó por avenida Juárez, a paso más apresurado, y dobló sobre la calle Colón, donde están las oficinas de Movimiento Ciudadano, que corrieron la misma suerte a las 14:26 horas.
Al regresar a la avenida Juárez se supo que el siguiente punto era el PRD, por la conexión de esta vía con la avenida Alemán, donde están ubicadas sus oficinas. El 6 de abril los maestros ya las habían destrozado, un día después de que los diputados por primera vez desecharon su propuesta en el Congreso del estado.
Hoy estaban repuestos los cristales rotos, la cortina eléctrica de acceso reparada, si bien con huellas de las pintas anteriores, y la pintura de la fachada repuesta. Todo volvió a quedar como antes: ventanas, puertas y cristales, rotos.
A las 14:50 horas sólo quedaban pendientes las oficinas del PRI, ubicadas sobre la avenida José Francisco Ruiz Massieu. Al paso del trayecto, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, está la Casa de Atención Ciudadana del senador aguirrista Sofío Ramírez Hernández, que tampoco se salvó de los destrozos. Más tarde, el vocero de la Ceteg, Minervino Morán, diría en entrevista con Milenio Televisión, que el ataque a esta oficina se debió a que Ramírez Hernández operó para Aguirre la aprobación de la Ley Estatal de Educación así como quedó.
Eran las 15:24 horas cuando los maestros llegaron a las oficinas del Revolucionario Institucional. Los cristales comenzaron a ceder a los tubazos y garrotazo; después, los marcos de ventanas y puertas.
Del segundo nivel de las instalaciones caían lo mismo sillas, documentos y material de oficina, que grandes fotografías enmarcadas del presidente Enrique Peña Nieto.
Después, el humo que se coló de un cubículo del segundo piso anticipó el incendio de todo ese nivel de oficinas. En cuestión de minutos reprodujeron la deflagración en la planta baja.
El estruendo de una bomba molotov en el auditorio de los priístas, llamado Plutarco Elías Calles, marcó el comienzo del incendio dentro. A ese momento le sucedieron al menos otros cinco estallidos de bombas molotov tanto en el edificio central del PRI como en su auditorio.
Los bomberos y personal de Protección Civil, después de retirarse los maestros, llegaron para extinguir el fuego, que consumió casi todos los bienes de la sede estatal del partido.
Cuando el fuego y el humo inundaron las instalaciones, los reporteros, sobre todo gráficos y camarógrafos de medios nacionales, corrían en el lugar a la caza de la imagen, y la generalidad de los maestros comenzaran a gritar que los sacaran, para impedir que grabaran la quemazón.
A los gritos contra los reporteros siguieron agresiones directas; por ejemplo, al camarógrafo de la página web de El Universal a manotazos le impedían que grabara, casi le arrebatan la cámara de no ser por la encargada de prensa de la Ceteg, Tonantzin Beltrán Cortés, que intervino. Al menos a otros cuatro reporteros gráficos y camarógrafos les hicieron lo mismo.
“¡Saquen a la prensa vendida!”, “¡Fuera, chayoteros, nunca dicen la verdad!”, “¡Vendidos!”, “¡Digan la verdad!”, gritaron los maestros al replegar a los reporteros afuera de las oficinas del PRI, para impedir que siguieran el resto de la protesta, no sólo en la sede de ese partido, también en la Contraloría Interna de la SEG, la que también destruyeron e incendiaron antes de regresar al campamento. Varios reporteros ya no siguieron la marcha hacia la dependencia de Educación.
Los diputados de PRI y PAN y Evencio Romero, de Movimiento Ciudadano, crearon una alianza en el Congreso del estado que se opuso a las propuestas de la Ceteg para reformar la Ley Estatal de Educación.
Antes de llegar a la Contraloría Interna de la SEG, los maestros y normalistas pasaron por el Congreso, el cual estaba cercado completamente desde antes, incluso, por agentes de la Policía Estatal Acreditable con equipo antimotín, pero esta vez los marchistas ni siquiera se acercaron al recinto a protestar, como otra veces.
El mitin
“¿Cuál es la capital de Veracruz?”, preguntaban unas maestras; otras les contestaban: “¡Boca del Río!”. Las primeras preguntaron nuevamente: “¿Quién lo dijo?”, y las segundas respondían: “¡Peña Nieto!”. Juntas corearon: “¡Urgente, urgente, evaluar al Presidente!”. A las 13:30 horas, los maestros y normalistas ya estaban en el mitin.
El mensaje de los dirigentes de la Ceteg fue firme y con acusación directa a los diputados, de traidores.
El coordinador de la Ceteg en la zona Centro, Minervino Morán Hernández, dijo: “no nos equivocamos cuando decimos que en Guerrero no hay división de poderes; el Congreso de estado no tiene autonomía; su actuación fue una indicación del gobierno federal. Queda demostrado a quién le sirve el Congreso local: a los ricos, y no al pueblo”.
Aseguró que los maestros ya agotaron la vía del Poder Legislativo, porque los diputados les arrebataron el derecho a hacer leyes; “va a llegar la hora de que el pueblo haga sus propias leyes”.

http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2013/04/25/index.php?section=politica&article=003n1pol

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