“Quiero ser doctora”, comenta Marbella en un espacio improvisado como aula

En Puerto de Las Ollas, niños estudian entre carencias y sueñan con su futuro

La escuela carece de electricidad, piso, material didáctico, comenta el único maestro del lugar

HERCILIA CASTRO ( Corresponsal)

Puerto de Las Ollas, 8 de diciembre. Marbella está atenta junto con sus compañeros de clase al examen mensual que les aplica el profesor que sube a Puerto de Las Ollas, sus grandes ojos negros brillan cuando dice “quiero ser doctora”, mientras se recarga en un pupitre colocado en tierra; no hay piso en la escuela de la comunidad.

En un pequeño espacio improvisado con pupitres, pizarrón, y huacales que sustituyen muebles escolares, el maestro de la comunidad, Roberto Guadalupe García, se quejó de que necesitan otra aula y material didáctico, pues “casi no lo tenemos”, y electricidad. Expresó que son demasiadas las carencias.

Mientras los cerca de 12 niños de entre 6 y 11 años de edad, preguntan al profesor qué hacer, expresó que él apenas tiene dos semanas de haberse capacitado y subir a la comunidad.

Comenta que por la violencia en la región, son pocos los niños que van a tomar clases y de los menores de La Laguna, sólo son dos los que asisten “casi no hay diferencia, son pocos los que vienen, los niños (de Puerto de Las Ollas) han socializado rápido con los de La Laguna”.

Carecen de todo

Resaltó que la escuela ha sido construida por iniciativa de los campesinos de Puerto de Las Ollas “todo ha sido por su cuenta, no han tenido ayuda federal, casi todo lo aportan ellos, los materiales, a veces libretas, lápices, calculadoras, cartulinas, estos materiales ellos los compran (los padres de familia)”.

“Sí, tenemos alumnos de todos los grados, de primero a quinto y una de sexto, ahorita están en examen y se quedan los de tercero a quinto, en la mañana vinieron los de primero y segundo porque algunos no saben leer, y hay que ayudarles a los que más necesitan”.

Subrayó que otra necesidad de Puerto de Las Ollas es la falta de una clínica de salud, donde se pueda atender a los alumnos “pero aquí no hay ningún servicio, parece que los llevan a El Durazno, por lo que me han dicho está como a tres horas, un poco retirado, porque tampoco aquí en la escuela contamos con medicamentos, no nos dieron botiquín”.

Los niños se sorprenden con la cámara, piden salir en la foto, afuera hay niños jugando, siguen a la reportera y con sus caritas sonrientes gritan “tómanos una foto en el pino, tómanos una foto en el pino”.

En el aula, los demás alumnos, sueñan con un futuro mejor y llegar a ser maestros o doctoras, como Marbella.

http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2012/12/09/index.php?section=sociedad&article=006n1soc