Policías federales y municipales vigilaron la celebración con olor a destape

Desfila cúpula priísta en festejo del onomástico de Héctor Vicario

Sitian el rancho Agua Zarca para ostentosa fiesta con un extenso menú de comida y bebida

MARLÉN CASTRO ( )

Chilpancingo, 23 de marzo. “¿Alianza? ¿Cuál alianza? ¡Esta es la alianza!” dijo eufórico y con los brazos en alto Héctor Vicario, en medio de Rubén Figueroa, Manuel Añorve y Héctor Astudillo, quienes llegaron juntos al cumpleaños del presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local.
Aún no llegaba el senador Ángel Aguirre, pero en cuanto arribó, la escena de las manos en alto se repitió una y otra vez para que hubiera abundantes gráficas de la unidad priísta.
Minutos antes de llegar, Añorve y Astudillo, quienes encabezaron una ostentosa caravana de autos de lujo por la carretera federal Iguala-Huitzuco, sortearon un retén de unos 30 elementos de la Policía Federal (PF), que con los rostros cubiertos y las armas largas, marcaron el alto a los invitados especiales del presidente de la Comisión de Gobierno.
Al festejo en el rancho Agua Zarca, en Huitzuco, en el que se dispuso un banquete para unos mil invitados, llegaron a mostrar sus parabienes a Vicario por lo menos unos 20 alcaldes, algunos del PRD, igual número de diputados locales, entre ellos el presidente de la mesa directiva, el perredista Celestino Cesáreo Guzmán, los panistas Ramiro Jaimes e Irma Lilia Garzón y el del Panal, Natividad Catalán Manzanárez y los diputados federales priístas Alicia Villalva, Mario Moreno y Sofío Ramírez.
Unos 20 policías municipales de Iguala, llevados por el alcalde Raúl Tovar Tavera, con los rostros encapuchados y uniformes de camuflaje se encargaron de la vigilancia en Agua Zarca, en tanto que sobre la carretera se apostaron dos puestos de vigilancia de la policía de Huitzuco, con unos 15 elementos cada uno.
En la fiesta se dispusieron dos mesas largas para las invitados VIP, para quienes hubo Buchanans 18 años y meseros atentos a la más mínima necesidad, con vista al jaripeo y cobijados del sol por una generosa sombra de un árbol centenario.
Para los invitados comunes se desplegaron cuatro carpas con amplias mesas, los que tuvieron acceso a Buchanans 12 años y cervezas.
Como cada año, Vicario mandó a hacer comida para unos mil invitados, contó Leonila Castro, la cocinera contratada para elaborar mixiotes de Chivo, con la sopa de codo y los frijoles charros. Sin embargo, el diputado local Antonio Reyes Pascasio llevó los ostiones, la machaca y el pescado a la talla, para aumentar el menú.
El alcalde perredista de Pilcaya, Ignacio Paulino García Torres, le llevó de regalo los mariachis Aguilas, de Ixtapan de la Sal y un hermano del cantautor Joan Sebastian, llevó a la banda Cruz de la Candelaria, de Juliantla.
En música, continuó el grupo Ases y Reyes, originarios de Temixco, Morelos.
Algunos de los invitados regalaron a Vicario cabezas de tigre. Con la primera que llegó a su mesa, el aspirante a la candidatura priísta, con una mano tomó la figura por la mandíbula y con la otra intentó separar los colmillos del felino, entonces expresó: “¡este es el territorio jaguar!”. Añorve, Astudillo y Figueroa, rieron divertidos.
En la mesa especial, Vicario sentó a su izquierda a Añorve, Figueroa y Astudillo y a su derecha a Celestino Cesáreo, quien se veía acartonado entre los priístas. Aún no llegaba Ángel Aguirre. Llegó unos 25 minutos después que Astudillo, Añorve y Figueroa.
A Figueroa no le tocó el retén, porque estaba a cien metros del entronque, esperando a Astudillo y Añorve para llegar los tres al mismo tiempo.
Cuando llegó Aguirre, Añorve se recorrió un lugar, y entonces, quedaron juntos Vicario y Aguire, pero el alcalde acapulqueño, alegando un compromiso en esta capital, se retiró muy pronto, casi unos 40 minutos después de su llegada.
Astudillo se despidió después y Aguirre y Figueroa se quedaron un rato más, a hablar de política como ellos mismos lo aceptaron.

http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2010/03/24/index.php?section=politica&article=003n1pol