Cetegistas toman el Congreso local por demandas incumplidas del gobierno
Unos 2 mil disidentes del magisterio retienen a los representantes durante cuatro horas
MARGENA DE LA O
Chilpancingo, 2 de junio. Una hora de espera para que los diputados de la Comisión de Gobierno atendieran una representación de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), bastó para que los maestros desmontaran y rompieran puertas de la sede legislativa en busca del apoyo y mediación ante el gobierno de Zeferino Torreblabca Galindo, que incumplió los acuerdos.
Y es que la CETEG cumplió su advertencia de marchar hoy para exigirle a Torreblanca que entregue los 31 millones de pesos del Plan de Previsión Social (PPS) que debieron otorgarse en créditos a los maestros, las 13 plazas que no entregaron a la Normal de Tlapa y las 30 para Ayotzinapa; las 16 bases de intendencia comprometidas, 13 para telesencundaria, 56 horas de Educación Física y mil 400 horas de secundaria, según la minuta que pactaron para terminar el movimiento de 2008.
A estas demandas se sumó el incumplimiento más grave del gobierno, según la dirigencia de la CETEG: la pretensión de “tronar” el Congreso Estatal Pedagógico de Educación, Cultura y Deporte, cuya conclusión está prevista para finales de este mes, y es el proyecto alterno a la Alianza por la Calidad de Educación (ACE), ya que la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG) dejó de subsidiar talleres y encuentros regionales.
En la protesta participaron unos 2 mil maestros disidentes y representantes del Sindicato Unico de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), quienes retuvieron a los diputados hasta después de la 4 de la tarde.
Antes que comenzara la marcha la CETEG esperaba reunirse con el subsecretario de Educación, Luis Alberto Sánchez Martínez, para pedirle garantías para el Congreso pedagógico, además de que atendiera asuntos políticos y laborales, pero no llegó e inició la movilización.
Negociaciones que fallaron
Los 2 mil maestros partieron a eso de las 11:30 de la mañana de su edificio, que está ubicado cerca de la Secretaría de Salud, para recorrer las avenidas Lázaro Cárdenas y Rufo Figueroa, hasta llegar al Congreso.
Los maestros formaron barricadas frente a las tres puertas del Legislativo; la dirigencia de la CETEG se concentró en la puerta de rejas, pidiendo ser atendidos por los integrantes de la Comisión de Gobierno, porque la de Educación ya había sido rebasada, pero de adentro se escuchaba que la mayoría de los diputados no estaban.
Los silbidos y el sonar de las puertas evidenció la impaciencia de los maestros, mientras tras la rejas se veía acercase al diputado perredista Evodio Velázquez Aguirre, que protagonizó “la peor” mediación.
Entre jaloneos, el diputado perredista llevó a los maestros a la portada principal del Congreso, para que entrara una comisión, pero la resistencia de los guardias exacerbó a los maestros: “¡Es casa del pueblo, y vamos a pasar!”, se escuchó mientras a empujones desmontaron las puertas; una de ellas cayó al piso y se rompió.
La acción, que ocurrió a la una con 25 minutos, rebasó a Velázquez Aguirre, pues los inconformes no hicieron caso a sus recomendaciones, sin embargo, él trato en todo momento de figurar como intermediario, incluso pidió llamar a la prensa.
–Tráete a los medios, soltó el diputado a un reportero que cubría la protesta.
–Sí jefe, le contestó el reportero de manera irónica.
–Por favor pues, refutó el perredista.
La escena se dio mientras los maestros cruzaban la puerta.
Una comisión de 20 cetegistas entró hasta el área de cubículos, para ver al presidente de la Comisión de Gobierno, Armando Chavarría Barrera, pero en el camino hallaron a coordinador de los diputados del PRI, Héctor Vicario Castrejón, que intentaba huir de la protesta con la protección de sus guaruras.
Los maestros lo detuvieron para exigirle que los atendiera en ausencia de Chavarría –que estaba reunido con candidatos perredistas–, pero con el rostro desencajado y temeroso, el priísta contestó: “Chavarría no está y no puedo obligarlo a que venga”.
Eso no fue suficiente para esquivarlos, por el contrario, lo obligaron a negociar, mientras el resto de los maestros esperaban sentados en las curules, a los que mejor les fue, o en alguna sombra afuera del recinto.
Después de eso, los disidentes se trasladaron a Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG) con la intención de tomar las oficinas, porque los consejeros no intervinieron a pesar de la advertencia de que llamarán a no votar en las elecciones de julio.
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2009/06/03/index.php?section=sociedad&article=007n1soc
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