
Con motosierra, policías preventivos destruyen 30 galerones
Desalojan la policía y el Fibazi a precaristas de Zihuatanejo
El terreno no se usa y lo necesitan, señalan; instalan un plantón
CORRESPONSALIA
Zihuatanejo, 4 de agosto. Por lo menos 30 galerones de precaristas asentadas en terrenos ociosos –según dijeron– del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo (Fibazi), fueron derribados por la Policía Preventiva Municipal y empleados de la dependencia, sin que les dieran oportunidad de que sacaran sus pertenencias.
En respuesta, quienes pretendían habitar el lugar se plantaron con pancartas frente a la casa del director del Fideicomiso, José Luis Mosqueda Nogueda, para exigirle que si no les ofrece terrenos para construir sus viviendas, tampoco les quite el lugar que ocuparon por necesidad.
A la una de la tarde 65 policías en cinco camionetas, dirigidos por empleados del Fibazi, llegaron al terreno ubicado en la colonia El Paraíso, en la parte alta del municipio, con palas, picos, barretas, cuerdas y una motosierra para derribar las precarias viviendas del lugar.
Ante la llegada de la policía –de la que supieron desde un día antes–, un grupo de las 100 familias que pretenden habitar el lugar, en su mayoría mujeres humildes, esperaron afuera de los galerones y no opusieron resistencia ante el embate; sin embargo, pidieron a los agentes que no destruyeran la madera y que les dejaran sacar las herramientas que utilizaban, pero los ignoraron.
El lugar fue sitiado por un grupo de preventivos para que nadie se metiera, en tanto que los del Fibazi, apoyados por los agentes, derribaron sin consideración lo que encontraba a su paso.
Destruyeron por lo menos 30 construcciones rústicas hechas con tablas de madera; para retirar los postes que las sostenían fue necesario utilizar la motosierra.
Además, también quitaron costales de arena que aplanaban y delimitaban otros 50 tramos del terreno.
De lejos, los afectados observaban cómo “con saña” los empleados terminaban con lo poco que tenían en el lugar, y reprocharon que también destruyeran la madera, “cada tabla vale casi 200 pesos y uno hasta dejó de comer para comprarlas, no se vale que le metan motosierra”.
A su paso los trabajadores se adueñaron de palas, picos y demás herramientas que eran utilizadas en el lugar.
En tanto, los afectados determinaron plantarse en la casa de José Luis Mosqueda, para exigirle que les permita habitar en los terrenos.
El dirigente Ysaí Hernández Landa aseguró que anteriormente solicitaron al titular que les proporcionara un lugar dónde vivir, pero nunca les respondió por lo que, al ver que en puntos como La Joya y La Esperanza se asentaron familias sin que fueran desalojadas, planearon hacer lo mismo hace unos meses.
Hernández Landa aseguró que están dispuestos a pagar por las tierras, porque necesitan un lugar donde vivir dignamente, “no es justo que nada más les dé a unas personas y a otras no”.
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2008/08/05/index.php?section=regiones&article=012n1reg
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