¿Torciendo el destino de México?

Linterna Amarilla

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Hace unos días se publicó en Internet que el ejército inició una campaña en varios (http://www.milenio.com/index.php/2008/04/01/217627/) estados de la República para cambiar las armas que tiene la población por despensas o efectivo, se leía que los importes iban desde 500 hasta 2 mil pesos, sin importar si eran armas de uso exclusivo del ejército, no iba a haber interrogatorios ni investigación alguna, el motivo que se dijo es para reducir los índices de criminalidad; será novedoso ver a un “zeta” presentándose a vender su cuerno de chivo en 500 varos, o a un miembro del ejército, de la policía o de la PFP acudiendo por frijoles, arroz, azúcar y sardinas a cambio de su “reglamentaria”. Se nota que hay humor negro en los sesudos de la honorable institución.

Hoy, me llegó un correo de “Trinity” (saludos TNT) que me llamó mucho la atención, es una nota que pueden leer en: (http://noticias.prodigy.msn.com/Landing.aspx?cp-documentid=6663415#toolbar), habla de que la iglesia preocupada infinitamente por el “debilitamiento de la vida cristiana que se vive actualmente” van a iniciar una “campaña de evangelización casa por casa”, el argumento torpe de esta nota dice: "Evangelizar para que cuenten con la madurez necesaria que les permita defenderse del acoso de las sectas. El obispo de la diócesis de Matamoros añadió que están conscientes del debilitamiento de la feligresía, pero reiteró que la Iglesia Católica no se mide por el éxito, sino por la fidelidad."

¿Esto debemos interpretarlo como que los valores espirituales o el conocimiento del evangelio no importan o es secundario? ¿A que se dedican los señores, a evangelizar o a crear un mercado cautivo manipulable?

Los obispos y cardenales deberían preguntarse: ¿Acaso el debilitamiento de la fe (y de las limosnas principalmente) se ha dado por la campaña sucia de las elecciones del 2006 donde la iglesia participó activamente? ¿o por los casos de pederastia y abuso sexual por parte de sacerdotes contra niños y jóvenes? ¿ o tal vez por la protección cínica y descarada del Papa Juan Pablo Segundo y ahora de Benedicto XVI a estos criminales? ¿o por la intromisión de la iglesia en asuntos políticos? ¿o será acaso por el apoyo y exhorto de la iglesia al gobierno en actos bestiales de represión en Atenco, Sicartsa, Guadalajara y Oaxaca?

Hábilmente como lo demuestra nuestra historia la iglesia católica lanza la piedra y esconde la mano, que preciso es el libro de Francisco Martín Moreno, “México Ante Dios”. Ahora vienen con sus halos de santidad a anunciar la buena nueva, que de buena no tiene nada y de nueva tampoco porque es la misma que nos han impuesto desde hace varios siglos, el embrutecimiento del pueblo de México y su sometimiento a intereses extranjeros, para nuestra desgracia el tiempo sigue detenido en nuestro País. ¡Milagro divino!, campaña militar y campaña eclesiástica vuelven a coincidir en nuestra Historia, ¿podemos ver que se esconde tras estas maniobras? ¿o tenemos que estudiar para entenderlo?.

El rejoneador se acerca lentamente a la bestia, mientras los muleteros flanquean; un país sangrante y desesperado los ve acercarse esperando lo peor de estos asesinos.

La iglesia siempre operó y patrocinó con las limosnas que recaudaba del pueblo, cuartelazos, golpes de estado, guerras, asesinatos y otras barbaries en el México independiente y durante la Revolución, ELLOS tenían el mando, sometían un pueblo para entregar territorio y bienes a los conquistadores, ahora no tienen el poder, pero lo comparten con el mismo fin, entregar lo único que nos queda, nuestra soberanía y con ello nuestra dignidad como mexicanos. ¿Permitiremos que sigan torciendo el destino de nuestro país?.

Seguimos lampareando