Miguel Ángel Cano, y la rebeldía de su arte gay contra la homofobia
12 de abril de 2024. Conocí
a Miguel Ángel Cano García por esas coincidencias de la vida, un hombre amable,
educado, siempre tratando de ser positivo ante el rechazo a su arte, sin
embargo, exponiendo con los pintores locales de este puerto. Lo conocí, hace
dos años, gracias a Jesús Coronado, cineasta y escritor guerrerense de Ometepec
“bello nido”.
Tratamos, en cierta
forma. Primero con Jesús, Lorenzo, Antonina, y Arturo, de hacer un proyecto
para atraer miradas a la casa.
Intentamos, hacer un
proyecto ecológico y cultural contestatario. Nosotros, empezamos desde la
consigna que el arte debe causarte emoción, reaccionar, ser diferente a las
palmeras, flamingos y paisajes costeños, obvio, también tener dinero, pero no
por medio del gobierno o instituciones, mostrar algo diferente, que hiciera
cimbrar al público y no sólo hiperrealismo, el sueño utópico de los artistas,
provocar y que el arte ayude a la sociedad.
Un día, llegó Jesús platicándome sobre Miguel Ángel y
su arte gay, preguntando si lo conocía, obvio le contesté que no, eran mediados
de octubre y no sabíamos el tema de nuestro primer evento, fue ahí cuando
decidimos que Miguel Ángel abriera el evento. Días después lo conocí,
coincidimos demasiado, y a la banda le encantó el tema. Expondríamos su arte, y
mis pinturas, además de una exposición fotográfica de Casa La Playa. También
tendríamos bocadillos y café, aguas frescas para cuota de recuperación. Nuevamente,
haríamos resurgir como el ave fénix a Casa La Playa-hostal cultural.
Hablé con Miguel, para entrevistarlo o le dije si
podía mandarme un texto suyo previo al evento del 26 de octubre de ese loco
2022. Respondió que sí, sin embargo, la entrevista la hicimos después del
evento, acompañado de su perrita y claro, tomando café.
Me concedió la entrevista el 11 de noviembre de 2022.
Aún estaba sano, aunque me tocó hablar con él varias veces, incluso, una que
ingresó por una caída al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Le
ofrecimos apoyo, irlo a visitar, pero no quiso se le viera enfermo. Nacido el 9
de septiembre de 1956, empezamos a platicar.
“Entonces Hercilia dices que comente cómo surge la
Semana del Festival Gay, antes de que se estableciera en El Chopo, y fuera
universal, hubo intentos de hacerlo en restaurantes vegetarianos, en otros
lugares, y bueno, cómo siempre pasa, iban dos, tres, cuatro gentes de público,
pero ya después que fue en El Chopo, José María (Covarrubias) pidió una cifra
de 200 pesos que en ese entonces no era mucho, pero tampoco era nada, y José
María lo quería a lo grande, así que vendió su carro, y con la venta hizo
posters, hizo fliyers, y no sé qué tanto hizo que a partir de ahí, fue
un éxito ya y la gente lo empezó a tomar
en serio, sobre todo porque muchas veces hubo portazo, hubo mucha cooperación
de mucha gente hetero, solidarios, anónimas, que aportaron mucho dinero, qué
bueno que lo hayan tenido -suelta la risa- , nada más que nunca iban, y bueno,
todos los que andábamos ahí en el jiribillo y dando la cara, y así como tú
dices que hubo gente que invitaste y te tiraron a lucas, igual allá se invitaba
gente para una conferencia para el evento, a la prensa y decían “sí voy”, y no
iban, igual si se hacía una exposición, decían lo mismo y no iban”, cuenta.
-¿Cómo era el trato a la comunidad, en ese entonces,
Miguel?
“Bueno, yo, fíjate que de manera muy curiosa desde que
entré a la universidad, me tocó conocer a un compañero que era de los que
estaban iniciando la idea de formar el Frente de Liberación Nacional Homosexual
en México, tomado del Frente de Liberación en Francia, y es que en Francia estaba Nancy Cárdenas que ella sí
estuvo en ese frente, Nancy era una gran
mujer que se declara lesbiana en un noticiero de Jacobo Zabludovsky, y
ella fue de las primeras que sacó una
obra gay llamada Los chicos de la banda, una gran dramaturga poco
conocida porque el día que murió matan a
Colosio (Luis Donaldo, ex candidato priista asesinado en Lomas Taurinas),
evidentemente eso opacó su muerte, y ella le mandaba los textos del Frente de Liberación
Nacional a Carlos Monsiváis, y lo llevaba a un grupo de amigos que se reunían
en casa de Juan Baz, un milloneta que
prestaba su casa para hacer las reuniones, pero tuve la suerte de que la
información me llegara directa, fresca, y empezó a haber un poco de libertad.
Sin embargo, Cano no niega que “sí había razias, apañaba la policía, a mi no
me tocó, afortunadamente, se los
llevaban a un lugar llamado El Torito, pero me empezó a tocar un poquito más de
libertad, pero, aún así, recuerdo cuando fui a una de las reuniones de Juan
Jacobo Hernández que es el padre fundador del movimiento gay en México, y él
nos recomendaba que nunca nos subiéramos a un carro con alguien que no conociéramos y “si van a invitar a alguien a
su casa que sea sólo una persona, no dos en su casa, guarden todo lo que tengan
de valor, también que “su agenda, dónde tengan direcciones de sus amigos,
escóndanla, porque luego les roban los policías para extorsionar, yo aprendí
todo eso.
-¿De qué año estamos hablando?- 1973, 1974, muy
temprano, yo tenía 15 años cuando entré a la universidad. No era un cerebrito,
eran los planes de estudio y a mi me tocó eso, la preparatoria era de dos años,
pero la carrera que yo estudié era de mucha creatividad, diseño gráfico y con
Javier Lizárraga que fue muy generoso, siempre nos ponía al tanto de ciertos
comportamientos, nos alertaba y siempre nos regañaba y Jacobo Hernández también
porque él sufrió los trancazos por aquí, los golpes por allá, entonces no había
nada de besitos, nos saludaba de una manera muy fría, lo que fue cambiando con
el tiempo.
Cano, relata que, en la vida sexual, aún le tocó ir a
bares clandestinos, pero no podían bailar entre dos hombres, más que en fiestas
particulares, pero en público no. “Todavía con mi pareja, cuando recorríamos el
Bajío, Aguascalientes, otros lados, y veíamos a alguien de la comunidad, nos
tocaba escuchar que era una vergüenza ver bailar o besarse a dos hombres “eso
en mis tiempos no se hacía”, no era decente, no era correcto.
Sin embargo en algunas cantinas o bares existía una puerta
secreta donde cobraban más porque sólo ahí, los gay podían bailar, además de la
existencia de baños de vapor “la doble moral y veías la cogedera, entonces
pensabas, bueno, y dónde están las buenas conciencias que critican duramente”.
Sobre su arte gay, Cano relató que era muy difícil
encontrar imágenes o pinturas de arte gay, una de sus referencias fue Saturnino
Herrán.
“ Yo fui pintor de gatos, en un principio; en mis
primeras andanzas en el activismo gay, me enteré por un amigo periodista, de
que no había un pintor dedicado exclusivamente al tema de la vida gay o tema
gay en específico...y me dije: pues yo lo tomo.
Claro, no
fui el primero ni el único, había y hubo muchos más y muy buenos, pero,
ocultos, escondidos, de ellos se hablaba en secreto, soto voce, a
escondidas y solo, en ocasiones, entre los convidados a tener ese secreto.
Yo,
inocentemente, pensaba, las puertas del conocimiento, se me abrirían de par en
par sin encontrar objeción,
craso error,
si bien me iba , solo me decían: esa información no la tenemos, esos temas acá
no los encontrara, y a veces, yo me metía a las bibliotecas a buscar por mi
cuenta, y seguro había, pero no a la vista del público, solo con permisos de la
dirección . En fin, que no fue fácil,
Claro, yo
sabía, intuía que por supuesto que en el virreinato hubo gays, en la
revolución, en todas las épocas y lugares, pero, claro, como era un tema tabú,
de ello , no se hablaba, salvo para los iniciados, y yo,descubriendo mi
sexualidad, y visitando baños, cines y cuanta cantina sabía era de ambiente,
pues, atando cabos, no era difícil adivinar, que si en esta época a los
policías les gustaba algún hombre que arrestaban , muchas veces abusaban
sexualmente de él, y eso ocurrió y ocurre en la actualidad, dicen ya hay más
respeto a los derechos humanos, pero en los libros y leyes se dicen cosas muy
bonitas , pero de ahí, no pasan”, cuenta.
“Fue en una de
las primeras Semana de la Cultura Gay, que organizaba José María Covarrubias,
en el Museo del Chopo, perteneciente a la Universidad Autónoma Nacional
Mexicana (UNAM), en donde envié un trabajo y fue seleccionado. Como anécdota,
dos amigos también enviaron trabajos, pero no fueron seleccionados, y en tono
de broma uno de ellos le preguntó al otro: ¿Y dónde está tu trabajo Pedro,
pregunto Víctor, junto al tuyo contesto Pedro, o sea, en la bodega?”
“¿Dónde encontrar imágenes gays? Había lo más socorrido que eran las imágenes de las esculturas griegas, Miguel Ángelo o Buonarroti, aunque, esas imágenes de hombres besándose en la sección del juicio final de la capilla Sixtina, fueron a darse a conocer recientemente, hace unos cuarenta o treinta años, antes, solo los especialistas, restauradores, los papas, y poco ciudadanos de a pie los habían visto: Hombres desnudos y abrazándose, en pleno beso en esa sacra pintura. Otro era Wilhem Von Gloeden, fotógrafo, que encuero a cuanto muchachito pudo y dejó las fotos para deleite de otros mirones”.
“Los mismos,
identifican a los iguales, esa frase se me quedó grabada para siempre, por estar,
siempre intrigado en cómo nos reconocíamos como gays en la calle, pues por eso,
no cualquier hombre voltea a ver otro, salvo que sea el mismo tipo de interés”.
Sobre la prevalencia actual del repudio a la comunidad
Lésbico Gay Bisexual Transexual
Transgénero Travesti Intersexual y Queer (LGBTTTIQ), agregó que: Mira, la
homofobia es la enfermedad más grave de la sociedad”.
Miguel Ángel vivió en condiciones precarias, después
de la muerte de Eduardo sufrió depresión, más enfermedades por su edad,
falleció el pasado 6 de febrero a la edad de 68 años, sus cuadros fueron
resguardados por la comunidad LGBTTTIQ de Zihuatanejo.
Siempre con una sonrisa pese a sus ojos melancólicos por la ausencia de su esposo Eduardo.
El día que estuvo mostrando su obra en el evento me dijo: "Esta es la primera vez que me pongo un collar de perlas, ya me imagino el grito que pondrÍa, pero esto es lo que soy".
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