miércoles, 11 de enero de 2017

MENSAJE DE AÑO NUEVO 2017 DEL EQUIPO DEL TALLER DE DESARROLLO COMUNITARIO

Han pasado ya las fiestas de fin de año y el espíritu navideño que a muchos y muchas embriagó de sentimientos positivos, buenos deseos y hasta de algunas sustancias y bebidas “espirituosas”.

Han quedado atrás los sueños y fantasías que por algunos días maquillaron nuestra realidad y empieza la famosa y dolorosa cuesta de enero y el año nuevo 2017.

Se ha ido el año 2016, uno de los más nefastos para el pueblo mexicano, pero el 2017 no augura mejores saldos. Ya nos pegaron con el “gasolinazo” que es parte de las llamadas reformas estructurales, el incremento de los precios de los artículos de primera necesidad va al alza, así como el deterioro del nivel de vida. La cuesta de enero será un viacrucis para muchos.

Se agudizará el despojo de tierras, de los recursos y territorios de los pueblos, el desprecio a los movimientos que luchan por demandas económicas, sociales, por verdad y justicia; los asesinatos extrajudiciales, la desaparición forzada de personas no parará, así como la represión a los movimientos populares y la intención de someter y destruir a movimientos estratégicos para la lucha popular como el magisterio democrático, al movimiento indígena independiente y al zapatismo, en fin, seguirá la violenta ofensiva del Estado capitalista incluidas las empresas del narco de manera brutal.

No es necesario ser adivino ni analista político de paga para vislumbrar un nuevo año de incertidumbre, dificultades y penurias para quienes sostenemos el mundo capitalista desde abajo. Poco o nada bueno se avista en el horizonte de arriba, solo guerra, violencia, desolación, pobreza, despojo, explotación, represión y desprecio para los que hacen andar al país y no tienen más riqueza que sus manos.

Nosotros pensamos que ante el embate de la hidra capitalista y la tormenta que ya comenzó, el movimiento popular necesita asentarse fuertemente abajo y a la izquierda, aplicar creativamente los principios del mandar obedeciendo, dejar de creer y esperar a mesías que vendrán a resolver los problemas, sacudirse el vanguardismo y la ambición del poder que confrontan al pueblo con el mismo pueblo, que engañan a la gente, que prometen cambiar todo pero piensan y actúan igual que los mandones capitalistas.

Urge dejar de seguir aplicando esquemas de lucha anquilosados, desarrollar el pensamiento crítico, combatir el pensamiento binario del bien y el mal, del mundo en blanco y negro y creativamente construir lo nuevo. Es hora de la resistencia, de revisar las tácticas y las estrategias, de voltear la mirada, de tocar piso, de dejar de estrellarnos como kamikazes contra el muro del capitalismo, de concentrar todas las fuerzas en la organización desde abajo y a la izquierda, de luchar por la vida, de dejar de ambicionar y pelear por un poder que no es el nuestro, de reconstruir la organización comunitaria, la articulación de todos los sectores sin vanguardismos ni mesías, de hacerle fisuras al sistema para destruirlo y abandonar la ilusión de que podemos conquistarlo, maquillarlo, humanizarlo o mejorarlo. Es hora de mirar el horizonte y avanzar con los principios firmes del mandar obedeciendo y cambiar el terreno de la lucha popular, porque el presente es de lucha y el futuro es nuestro.

Nosotros vemos que en el momento actual el principal cambio necesario se debe dar en quienes luchamos por un mundo nuevo, desmilitarizar nuestras conciencias, desembarazarnos de la ambición de figurar, de acumular poder, del arribismo oportunista, de la soberbia, de quitarnos nuestra mentalidad de jueces y verdugos de todo y de todos, de reeducarnos en la modestia, la humildad, el servir al pueblo, en la tolerancia, en la resistencia constructora de organización y fuerza social para agrietar y derruir el muro del Estado capitalista. Nunca podremos ni cambiar al mundo ni lograr una vida digna, pensando y actuando igual que nuestros enemigos. Y para ello el pensamiento crítico debe ser el medio que nos conduzca a no perder de vista el horizonte luminoso de un nuevo mundo donde quepan muchos mundos, con pan, trabajo, justicia, dignidad, democracia y libertad.


Por ahora les deseamos a todos y todas ustedes estimadoas radioescuchoas, una feliz rebeldía y una próspera resistencia 2017, pues para lograr una vida digna, la felicidad, el amor, la realización y la paz, se necesita un nuevo sistema, no sólo un año nuevo.

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