Me dirijo a usted con la finalidad de hacer de su conocimiento que el día 5 de enero de 2012, me destituyeron de la Dirección General de Coordinación de Programas Especiales Interinstitucionales por la Lic. Rosario Herrera Ascencio, Secretaría de la Mujer.
Fueron dos argumentos que la Secretaria expuso para destituirme de dicho cargo:
1.- Que todo mi personal solicito mi destitución, (las compañeras del personal a mi cargo desmintieron esta aseveración).
A mi petición de que me diera una razón lógica sobre lo dicho, solo mencionó que quién conocía los detalles de dicha petición de mi personal era el Delegado Administrativo de la Secretaría de la Mujer y que a él le pidiera me lo explicará, porque tenía los detalles. Al solicitarle al delegado administrativo, tampoco tenía los detalles y dijo desconocer el hecho.
2.-Que mi destitución también se debió al supuesto problema que le generé –en los últimos meses- con “todas” las directoras de la secretaría, por “mi mal comportamiento y mis comentarios” siendo que desde agosto pasado, la Secretaria ya había manejado este mismo argumento para llamarme la atención y, a partir de ello no tuve contacto personal con ninguna de las directoras, más que el trato elemental de trabajo y siempre de manera respetuosa les solicitaba lo que requería de ellas y viceversa, creando así, un clima de concordia, entre ellas y yo. A tal grado que nuestro trato era amable y sin conflictos y por tal motivo varias de ellas el día 5 de enero –día de mi destitución- se acercaron a mi para felicitarme y desearme feliz año –unas antes y otras después de mi destitución-.
Igualmente y por sus palabras dichas, le solicite a la Secretaria, que me dijera cuales eran las acusaciones, porque no daba crédito de lo dicho por ella, respondió que “no era un ring de boxeo” e inmediatamente después me ordeno hacer entrega de la dirección al sustituto, (que ya lo había hecho pasar a la oficina).
Desde luego que así las cosas, por supuesto que no solicito mi reinstalación, estoy cierta que mi interés de trabajar en esta institución ha terminado, porque siendo una institución al servicio de las mujeres, es absurdo que hoy se violenten mis derechos como mujer y como trabajadora, en esta institución.
Quiero dejar constancia que violenta mis derechos como persona porque su argumento genera en mi un daño moral, ya que deja en entredicho mi ética de trabajo, mi palabra y mi valor como defensora de los derechos de la mujer.
Será de todas comprensible que la atención mínima de una Jefa de una institución –sobre todo de ésta secretaría- es buscar la verdad y generar un ambiente cordial que de manera clara y seria exponer los diversos puntos de vista y resolver el conflicto – que no lo hubo- y no dar “crédito”, en todo caso, a una sola parte.
Al destituirme de mi cargo de ésta manera: verbal, sin explicación y de facto, se genera una indefinición de mi status laboral en la institución, sin más alternativa que la de dar “algunos tallercitos -¡claro! desde fuera de la institución” como lo mencionó o… renunciar.
Es lamentable que en una Secretaria de la Mujer priorice la descalificación de mis compañeras, -lo cual pongo en duda- porque de manera personal mi relación con todas (del personal y directoras) fue, hasta el último momento cordial (de lo cual tengo pruebas: correos y muestras de cariño a través de mensajes que por este motivo he recibido).
Aplicar la “clausula popular” de “calladita te ves más bonita” es hacerle un flaco favor al movimiento de mujeres, por obvias razones.
Aplicar la “clausula feminista” de “no hablar y señalar a otras mujeres” es seguir callando –nuevamente- ante la violencia misógina femenina, “Cuerpo de mujer, no quiere decir mente de mujer” muchas de ustedes lo saben bien.
Este correo, no es para pedir solidaridad, adhesión o respaldo a mi caso. Es hacer visible las practicas misóginas que aún persisten en muchas mujeres que llegan a estos puestos de decisiones y que pretenden pasarse por feministas.
Sé que no estoy sola, porque muchas de mis, ahora, ex compañeras de trabajo me ha pedido que lo haga público, que lo lleve a los medios y que lo haga visible porque están pasando las mismas vicisitudes que yo, pero también sé que no meterán las manos por mi, el trabajo es, en estos momentos de crisis una prioridad, que muchas necesitan. También sé que una denuncia personal no hace “nota” y no hace adhesión. Pero ustedes están en el ojo del movimiento y deben exigir resultados a esta secretaría, y repensar cómo hacer para que el actuar de las funcionarias, que en mucho deben sus espacios a nuestro movimiento, corresponda a los objetivos de las exigencias del mismo.
Sin más, quedo de ustedes con la confianza de que evalúen, no mi situación, sino la situación de dicha institución y sus prácticas.
Un abrazo
M.C. Emma Cerón Díaz
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