jueves, 27 de octubre de 2011

Intervención del Taller de Desarrollo Comunitario en reunion con la SEDENA

GENERAL DE BRIGADA D.E.M. RAYMUNDO BALBOA AGUIRRE.
JEFE DE LA UNIDAD DE VINCULACIÓN CIUDADANA

AIDA MARINA ARVIZU RIVAS.
COORDINADORA EJECUTIVA DE LA UNIDAD DE VINCULACIÓN CIUDADANA

Acudimos a esta invitación esperando que nuestra palabra no se pierdan en el viento ni generen hostilidad. Somos un organismo civil al servicio de los grupos y organizaciones sociales que aspiran a que a través del desarrollo comunitario se cumplan los derechos humanos y se logre una vida digna para todos los mexicanos y que a raíz de la desaparición de nuestro compañero el arquitecto Jorge Gabriel Cerón Silva el 14 de marzo del año 2007, nos hemos involucrado en la lucha contra la violencia, por la justicia y el derecho a la verdad.

Por ello ahora formamos parte del Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero, que en su nombre lo dice todo. En principio reclamamos la presentación con vida y el castigo a los culpables de los asesinatos de ciudadanos comunes, que no tienen por ahora una relación probada con la delincuencia y aunque así se demostrara como resultado de las investigaciones judiciales, creemos que deberían ser presentados, juzgados y aclarados los hechos, pues nadie tiene derecho a segar la vida ni a coartar la libertad de ningún ciudadano mexicano, según lo establece nuestra Constitución.

Entendemos que la situación de violencia e inseguridad que viven nuestra entidad y el país entero, es resultado de la llamada guerra contra el narcotráfico que se ha convertido en política de Estado, que protege los intereses de los ricos y grandes empresarios, entre ellos los de los mismos narcotraficantes; la falta de políticas públicas coherentes y efectivas en esta materia no es resultado solo de la ineficacia e incapacidad de los órganos gubernamentales, sino de que la misma delincuencia está siendo organizada desde las altas esferas del Estado, por eso reafirmamos que el gobierno del Estado de Guerrero, junto con los gobiernos municipales y el Gobierno Federal incluyendo a las instituciones militares, son los responsables de toda ésta situación por acción, omisión o contubernio. Ustedes mejor que nosotros conocen los casos de militares de alto rango que han sido encontrados culpables de asociación y protección de narcotraficantes.

Somos parte de esa gran cantidad de mexicanos que estamos en desacuerdo en que se pretenda militarizar la seguridad pública en nuestro país, ustedes como nosotros saben que los ejércitos se preparan para la guerra y no para la paz, que es lo que nosotros anhelamos; que su razón de ser como militares es defender a los mexicanos de las amenazas extranjeras y ayudar en casos de desastre y en tal caso quisiéramos que también defendieran a nuestro país de aquellos países y grupos extranjeros que siguen apropiándose de nuestro territorio y recursos naturales a través de las concesiones a empresas extranjeras, de aquellos que nos imponen acuerdos y tratados que nos obligan a dejar de producir alimentos y materias primas para nuestras propias industrias y nos arrebatan nuestra soberanía alimentaria convirtiéndonos en consumidores de toda su basura, de quienes nos imponen modelos educativos ajenos a nuestra idiosincrasia, de quienes se llevan a nuestros hermanos a trabajar en el extranjero como esclavos y los denigran explotándolos y tratando peor que animales, de quienes han implementado el Plan Mérida, de quienes hacen leyes como la de Seguridad Nacional que está próxima a aprobarse, de quienes sostienen por encima de los derechos humanos y el Estado de Derecho el fuero militar, de quienes han creado el mercado internacional de la droga para envenenar a la humanidad y alientan desde afuera la delincuencia en nuestro país y hacen jugosos negocios con la venta de armas tanto al gobierno como a los cárteles de la droga.

Nosotros aspiramos a contar con ejércitos que velando por los derechos humanos, en lugar de incrementar cada vez más sus presupuestos y sangrar la economía nacional, tiendan a desaparecer como agentes de la muerte. Añoramos los ejércitos del Generalísimo José María Morelos, de nuestro prócer Vicente Guerrero y del General Emiliano Zapata, que lucharon por nuestra independencia, por nuestra libertad, por nuestros derechos y tenemos aversión por quienes ahora se pasean por nuestros pueblos y ciudades encubiertos, apuntándonos y amenazándonos con sus armas mientras los delincuentes extorsionan impunemente y se confrontan hasta despedazarse o inundan nuestros pueblos, barrios y colonias de droga.

Tenemos temor a los carros de soldados que provocan fuegos cruzados donde mueren muchos inocentes, que violan a nuestras mujeres como a Inés Fernández y Valentina Rosendo, que protegen a narco caciques como Rogaciano Alba Alvarez, que preparan y protegen a paramilitares, que persiguen a campesinos ecologistas y protegen a talamontes mientras pueblos enteros se desplazan y abandonan sus tierras y patrimonio sin ninguna protección.

Ustedes nos podrán reclamar que ahora que nos invitaron a dialogar y a concertar una sólida relación cívico-militar en la región estamos rejegos. Nosotros les decimos que reconocemos su intención, ya quisiéramos que las autoridades civiles tomaran la misma actitud y nos llamaran a diálogos como éste. Por si no lo saben, se lo solicitamos en su momento a Zeferino Torreblanca y nunca respondió, lo hemos pedido a Angel Aguirre y tampoco. Pero desgraciadamente no es con ustedes con quienes reclamamos interlocución, nuestra Constitución establece que este es un tema de la sociedad civil, del pueblo con el Gobierno Civil.

Pues señores, ésta es nuestra percepción sobre el actuar del personal militar que ustedes nos solicitan, les reiteramos que no aceptamos como legal ni necesaria lo que ustedes llaman las acciones de coadyuvancia en seguridad pública ni en esta zona militar ni en nuestro país y les reiteramos que eso lo decimos en estricto apego a nuestra Constitución.

Consideramos que efectivamente el gobierno mexicano debería fortalecer sus programas de derechos humanos, perspectiva de género y cultura de paz, pero para ello debería primeramente atender y obedecer al pueblo que reclama pan, trabajo, justicia, democracia y libertad, atender con medidas estructurales, eficaces y comprometidas con la mayoría de los mexicanos, la raíz del grave problema de criminalidad e inseguridad que vive nuestro Estado y el país, que se encuentra en la pobreza, la desigualdad y el enorme rezago social, como ustedes lo han constatado en sus frecuentes y atemorizantes recorridos.

Nos van a disculpar, pero no tenemos para ustedes ninguna propuesta de acciones conjuntas en torno a lo que llaman una sólida relación cívico-militar en la región. Tendríamos que proponerles que nos apoyen a evitar que se imponga la construcción de la Presa La Parota, que nos ayuden a que el gobierno federal se desista del otorgamiento de concesiones a las empresas mineras y portuarias, a que se vuelva a enseñar la historia de México desde nuestros orígenes, a que no se distorsione ni escondan las conquistas de nuestro pueblo, que se respete la cultura de nuestros pueblos originarios, a que la educación sea laica, gratuita y popular, a que haya alimento, salud y vivienda digna en los pueblos, barrios y colonias, a que bajen los costos de la gasolina, de la luz y de los productos de primera necesidad, a que los trabajadores tengan salarios justos y los campesinos buenos precios a sus productos, a que se democraticen los medios de comunicación y se acabe con los monopolios, a que se diga la verdad de lo que pasó en Guerrero durante el movimiento de 1960, con los copreros en 1966, con la guerra sucia, con el Profesor Rosendo Radilla, con las masacres de Aguas Blancas y de El Charco, con nuestras hermanas Inés Fernández y Valentina Rosendo, con el Sr. Bonfilio Rubio Villegas asesinado en un retén militar entre Huamuxtitlán y Tlapa, con nuestros muertos y desaparecidos, especialmente con Francis Alejandro García Orozco, Zósimo Tadeo Chacón Jiménez, Andrés Antonio Orduña Vázquez, Sergio Menes Landa, Lenin Vladimir Pita Barrera y Olimpo Hernández Villa, que en marzo del 2010, compañeros de ustedes se llevaron en Iguala; que liberen al Sr. Agustín Barrera Cosme, vecino de Pajarito Grande, anexo de Pueblo Hidalgo, Municipio de San Luis Acatlán, detenido el día de ayer a la 1 de la tarde, acción que interpretamos como una amenaza a la Policía Comunitaria de la Costa Chica Montaña y que desistan de la acción discrecional ante los cárteles del narco en todo Guerrero.

Dirán ustedes que entonces para que venimos. Al respecto les decimos que ha sido un acto de cortesía que esperamos que no tomen a mal. Solo venimos a contradecir.

Además queremos pedirles en correspondencia que le lleven el siguiente mensaje a sus jefes para que se lo hagan extensivo al Señor Felipe Calderón y al Gobernador Aguirre Rivero: que nos venimos a desahogar con ustedes porque a nuestros reclamos de justicia, ellos como autoridades civiles, han respondido con indolencia, incriminación, opacidad y cómplice silencio.

Que estamos esperando a que atiendan las demandas de nuestros hermanos del Movimiento Nacional por la Paz con justicia y Dignidad, que encabeza Javier Sicilia y que acá en Guerrero seguimos esperando que se dé respuesta a nuestra propuesta de implementar un Plan de Búsqueda concertado con nuestro Comité, que permita dar con el paradero de nuestros desaparecidos, con los responsables de los asesinatos, hacer justicia y conocer la verdad de éstos crímenes de lesa humanidad. Que no queremos que nos den atolito con el dedo como decimos por acá, que ya no queremos elefantes blancos como aquellas comisiones dizque de la verdad que no resuelven nada, que no queremos foros, ni fiscalías ni procuradurías que solo han servido para exonerar a los culpables de tanto delito.

Díganles por favor que resolver los problemas de la gente es garantizar el Estado de derecho y no hay orden ni paz sin derechos. Que los derechos humanos, la paz con justicia y dignidad y el alto a la guerra, seguirán formando parte de la agenda política de los guerrerenses y mexicanos del presente hasta en tanto no se garanticen verdaderamente la paz, la justicia, la democracia, la libertad y que todos los derechos sean los derechos de todos. Díganles que la militarización no es la solución.

A ustedes les reiteramos nuestro reconocimiento por invitarnos y por escucharnos.
Independientemente de nuestras vestimentas y funciones en esta sociedad y antes que nada, somos personas, seres humanos y solo por ese hecho tenemos los mismos derechos y somos iguales. Podrá parecerles un contrasentido pero les proponemos que desmilitaricemos nuestras conciencias, nuestras instituciones y nuestra sociedad: construyamos cultura de paz y una Patria Nueva.

Muchas gracias



¡Por La Vida, La Libertad, La Justicia y Los Derechos Ciudadanos!

Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero

Taller de Desarrollo Comunitario A.C.

Acapulco, Gro., a 26 de octubre del 2011.

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