viernes, 24 de diciembre de 2010

Navidad sin ellos, sin nosotros

Hercilia Castro
Los ricos la libertad, los pobres la cárcel-Vox populi

Son fiestas  decembrinas, tengo a mi familia aquí y a mis amigas de visita desde  otros estados, vienen a verme, vernos, compartir como cada año unos pocos días de  calor hogareño. Y sin  embargo no puedo evitar pensar en Bety Cariño muerta  en Oaxaca, en Bryan, Maricela Escobedo asesinada  apenas  en Chihuahua, los jóvenes asesinados en Juárez, Juan Alberto Rodríguez Villa (asesinado a golpes por militares en Tlacotepec, en Omar Guerrero “Ramiro” del ERPI, Bonfilio Rubio Villegas (indígena Na savi)asesinado también a balazos por militares en Huamuxtitlán, en  Alejandro García Cortés, de 19 años, Bertín García Cortés, de 18, y Rogelio García Valdovinos, de 15, fueron ultimados y mostraban el clásico tiro de gracia  ejecutados  por paramilitares, en la ejecución de los indígenas mixtecos de Ayutla, Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, en Víctor Ayala desaparecido en Tecpan de Galeana,en Laura y sus dos pequeños que quedaron   ultimados   en plena costera de Acapulco, todos estos últimos casos aquí en Guerrero.

Pienso en ellos y tantos más que en este  año nos han quitado, nos han arrebatado en su mayor parte, el ejército mexicano, las fuerzas armadas al servicio de un estado asesino, no encuentro más palabras para  definir a los ejecutores, a los verdugos del pueblo.

Ahora ya no sólo nos matan de hambre, si no como lo hemos dicho tantas veces, a plomo, y despojos.

Pienso y me es inevitable pensar en los reporteros caídos en todo el ancho y largo de este hermoso y jodido país, pienso en la sonrisa de mi sobrino y no  deja de venirme a la cabeza todo lo que en estos últimos meses  me toco compartir con las comunidades allanadas y torturadas  de la sierra del estado, pienso que los niños de Víctor Ayala (activista del Frente Libre Hermenegildo Galeana) han de seguir preguntando ¿Dónde está mi papá?.
 Como una película  o historia de tantas, de esas  de terror,  se repite la ejecución sistemática   en contra  de aquellos ciudadanos responsables  que luchan  y buscan sustento para su familia van quedando los  más de  30mil daños “colaterales” y escondida en esta frase, la represión  para  silenciar a los que señalan las malas escenas del guión.

La deuda que  tiene el gobierno  con  todo el país en cuanto a mejoras  de salud, vivienda, educación, cultura y pare de contar. Esta noche  no me toca  cocinar pavo  con relleno como siempre, me toca  estos días cubrir omisiones y fallecimientos, recibirlos  y traspasarlos  a papel para “informar” lo que sucede.

Le pregunto a mis amigas casadas y con hijos, con esa vida común y corriente qué piensan de la guerra contra el narcotráfico(ellas tienen la virtud de vivir enajenadas y no enterarse de más terror qué el que televisa da) me responden que estábamos mejor antes, que siempre hemos vivido  con el narco pero que  antes “sabían” negociar, que desde que Calderón entró la “ha  regado”, “no supo lo que hacía” “estamos peor y no alcanza”.

Cualquiera con dos dedos de frente lo sabe, me dicen lo mismo que  en cada entrevista  a las comunidades y ciudades responden: La gente sólo quiere trabajar, ya no pide más.
Confirman que “Ya sabía uno que estaba el narco, pero uno sabe y no se mete , los pleitos son entre ellos, uno escucha, ve, va y viene pero no se meten”.

La verdad  popular pesa más sobre los spots de que “vamos avanzando”, “es necesaria la lucha contra el crimen organizado”., gana sobre todas las bodas  lujosas y blindadas  del hijo del hombre más rico del mundo y de unos  políticos de telenovela.

“sobraba trabajo, ahora los hombres ya  no hacen nada”, “lo que sobra acá es el desempleo”, “Es el mismo gobierno, el gobierno esta metido en esto”,  “Aquí así cada quién puede hacer su ley, si no la hay la gente la hace y es justo, ¿no?”.

Me topo con eso a cada rato, esas frases que salen de los no intelectuales, los que no supieron quién era Bety Cariño o Maricela Escobedo, Mariano Abarca activista  en Chiapas, la huelga de Cananea y los ataques que hubo contra los mineros, el SME, Mexicana y todas las garras contra el derecho a sindicalización.

Las frases de la gente de a pie, que solo piden los dejen trabajar, como me dijo un señor en Tecpan ” Nosotros ya no pedimos nada, sólo que nos dejen trabajar”.

Vivir en Guerrero no es fácil, nunca ha sido fácil en un estado que por más de  36 años  sufre militarización y ahora  la lucha contra el narcotráfico, la sangrienta disputa de plazas, los enfrentamientos de los cárteles  y el ejército, sin contar las violaciones a derechos humanos.

En una realidad  subterránea esta la opresión, que nadie se entere y olvide los movimientos  sociales que siempre han existido y la opinión pública no sepa de la represión y despojo a Puerto Márquez, la imposición  de la hidroeléctrica La Parota y el fratricidio que  esta por venir.

Porque incluso, mismos guerrerenses desconocen que el agua se les irá  más de  8 horas, que estamos en zona telúrica y la presa puede ocasionar ellos, que el río Papagayo será agua muerta y su energía vendida  al extranjero, que las tierras de las comunidades  dónde se iniciara  el  proyecto son fértiles, todo un despojo  que ahora brilla como  lema de campaña electorera tanto de los arribistas de la izquierda como del dinosaurio derechista, PRI y PRD sanguinarios.

Pero no es sólo esto lo que se vive al sur, ni al norte, este u oeste, son más cosas, sobre todo el abandono, eso por sólo mencionar  ejemplos. Estos crueles ejemplos que nos toca recorrer cada día y revivir los fantasmas de desaparecidos, torturados, despojados, exiliados.

Cenar esta noche con los fantasmas  propios  y extraños de un país que luce máscara de melancolía que   algarabía o ilusión, o tal vez sea esta que escribe que no ve más que moros con tranchetes.

Irónicamente iniciare(si sobrevivimos) año en  otro lugar, escribiendo desde un municipio con una calle que desde la guerra sucia jamás  se han acordado de ella y no tiene drenajes, y me tocará vivir en la tierra de los desaparecidos, de Rosendo Radilla que puso al banquillo de los acusados al estado mexicano, vivir  en Atoyac, dónde  las organizaciones de derechos humanos registran más de 400 desaparecidos (tan sólo de 600), dormir con la desaparición forzada.

Del binomio solar Zihuatanejo-Ixtapa brillando ahora como municipio que brilla con los aportes  del narco, despertar en la desaparición forzada.
En fin que  pienso  en la cena y que muchas familias no tendrán para comer esta noche, y otras más lloran sus muertos, desaparecidos, asesinados, y eso  no lo puedo evitar, esta realidad palpable que me hace preguntar en qué se ha fallado.

Me viene a la cabeza un texto de Pedro Miguel que apenas sacó dónde  habla  por Maricela y que debieron gritar y sólo puedo recalcar: Sí, nos han fallado, nos han fallado los ciudadanos  con su responsabilidad, pero no es tanto culpa de ustedes, nos han dejado solos  a los activistas  y ciudadanos responsables, se enajenaron que pensaron jamás  les quitarían el trabajo, jamás les quitarían la familia el propio gobierno.

Denostaron las luchas, las masacres y la historia, y ahora vamos sobre tiempo, viendo como este sexenio asesino deja caer los cuerpos, sólo viendo más no actuando. Y reclamo de nuevo, no como reportera amateur ni activista, sino como ciudadana responsable, reclamo porque  no quiero ver más muertos  esta noche ni mañana ni en año nuevo, porque al igual que la maldecida de Casandra  se los dijimos  todo el tiempo, lo que venía, y a la vez, fue insuficiente.

Y a la vez, gano el monstruo come cerebros de la televisión, de la pobreza, del olvido. No vengo a dar esperanza, no es mi función, vengo a  escribir lo que observo en el afuera, lo que convivimos, y pensar si acaso, podemos transformar la realidad usando la cabeza  en estos momentos  dónde  nos han aplicado todo el año la doctrina del shock.

Fallamos al ser egoístas y no compartir lo poco que sabemos con el otro, al pensar eran unos problemas y  todo se solucionaría, al final, no traigo esperanza  ni más corazón porque mi pensamiento  abarca a todos los muertos de este sexenio y los anteriores, al final sólo deseamos que se sepa la verdad, que lleguen las voces de los más jodidos a ustedes y entiendan no es sólo una plácida  realidad.

Hay un afuera, dejen les cuento, dónde una niña de 5 años fue violada por su tía, dónde  han torturado los militares en estas  tierras, dónde  Estela  superó el cáncer sobreviviendo  sin dinero para  combatirlo, dónde  no sólo hay pavo ni sonrisas, dónde debemos buscar la libertad…

Tal vez, ese sería mi deseo, libertad para  todos ustedes, y que entiendan o basta sólo una ipad o enajenarse con la música de moda, afuera y a fuerzas, hay alguien que desea le cuentes, le contemos ¿Quién era Bety Cariño, Víctor Ayala, Mariano y Maricela Escobedo?. 

Que compartamos  esas realidades  para así, tal vez  y en esta utopía, sean libres…
La verdad os hará libres, y esa frase la comparto, en estas noches, que sólo deseo sobrevivamos para sonreír  otros mañanas.





1 comentario:

Mario Cruz dijo...

Aquí en el sureste de la república no nos toca vivir ese tipo de cosas de manera tan evidente, pero como en todo lugar están los problemas y abusos por parte del Estado y el desinterés de la gente en actuar. Me toca vivir la juventud pensando en que se puede hacer para solucionar eso, como evitarlo. Me preocupa pensar que hacer cuando el narcotráfico se haga presente en mi ciudad de la misma manera que en otras partes de la República.

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