Hercilia Castro
Los ricos la libertad, los pobres
la cárcel-Vox populi
Son fiestas decembrinas,
tengo a mi familia aquí y a mis amigas de visita desde otros estados,
vienen a verme, vernos, compartir como cada año unos pocos días de calor
hogareño. Y sin embargo no puedo evitar pensar en Bety Cariño muerta en Oaxaca, en Bryan, Maricela Escobedo
asesinada apenas en Chihuahua, los jóvenes asesinados en
Juárez, Juan Alberto Rodríguez Villa (asesinado a golpes por militares en
Tlacotepec, en Omar Guerrero “Ramiro” del ERPI, Bonfilio Rubio Villegas
(indígena Na savi)asesinado también a balazos por militares en Huamuxtitlán, en Alejandro García Cortés, de 19 años, Bertín
García Cortés, de 18, y Rogelio García Valdovinos, de 15, fueron ultimados y
mostraban el clásico tiro de gracia
ejecutados por paramilitares, en
la ejecución de los indígenas mixtecos de
Ayutla, Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, en Víctor Ayala desaparecido en
Tecpan de Galeana,en Laura y sus dos pequeños que quedaron ultimados
en plena costera de Acapulco, todos estos últimos casos aquí en
Guerrero.
Pienso
en ellos y tantos más que en este año
nos han quitado, nos han arrebatado en su mayor parte, el ejército mexicano,
las fuerzas armadas al servicio de un estado asesino, no encuentro más palabras
para definir a los ejecutores, a los
verdugos del pueblo.
Ahora
ya no sólo nos matan de hambre, si no como lo hemos dicho tantas veces, a
plomo, y despojos.
Pienso
y me es inevitable pensar en los reporteros caídos en todo el ancho y largo de
este hermoso y jodido país, pienso en la sonrisa de mi sobrino y no deja de venirme a la cabeza todo lo que en
estos últimos meses me toco compartir
con las comunidades allanadas y torturadas
de la sierra del estado, pienso que los niños de Víctor Ayala (activista
del Frente Libre Hermenegildo Galeana) han de seguir preguntando ¿Dónde está mi
papá?.
Como una película o historia de tantas, de esas de terror,
se repite la ejecución sistemática
en contra de aquellos ciudadanos
responsables que luchan y buscan sustento para su familia van
quedando los más de 30mil daños “colaterales” y escondida en esta
frase, la represión para silenciar a los que señalan las malas escenas
del guión.
La
deuda que tiene el gobierno con
todo el país en cuanto a mejoras
de salud, vivienda, educación, cultura y pare de contar. Esta noche no me toca
cocinar pavo con relleno como
siempre, me toca estos días cubrir
omisiones y fallecimientos, recibirlos y
traspasarlos a papel para “informar” lo
que sucede.
Le
pregunto a mis amigas casadas y con hijos, con esa vida común y corriente qué
piensan de la guerra contra el narcotráfico(ellas tienen la virtud de vivir
enajenadas y no enterarse de más terror qué el que televisa da) me responden
que estábamos mejor antes, que siempre hemos vivido con el narco pero que antes “sabían” negociar, que desde que
Calderón entró la “ha regado”, “no supo
lo que hacía” “estamos peor y no alcanza”.
Cualquiera
con dos dedos de frente lo sabe, me dicen lo mismo que en cada entrevista a las comunidades y ciudades responden: La
gente sólo quiere trabajar, ya no pide más.
Confirman
que “Ya sabía uno que estaba el narco, pero uno sabe y no se mete , los pleitos
son entre ellos, uno escucha, ve, va y viene pero no se meten”.
La
verdad popular pesa más sobre los spots
de que “vamos avanzando”, “es necesaria la lucha contra el crimen organizado”.,
gana sobre todas las bodas lujosas y
blindadas del hijo del hombre más rico
del mundo y de unos políticos de
telenovela.
“sobraba trabajo, ahora los
hombres ya no hacen nada”, “lo que sobra
acá es el desempleo”, “Es el mismo gobierno, el gobierno esta metido en esto”, “Aquí así cada
quién puede hacer su ley, si no la hay la gente la hace y es justo, ¿no?”.
Me topo
con eso a cada rato, esas frases que salen de los no intelectuales, los que no
supieron quién era Bety Cariño o Maricela Escobedo, Mariano Abarca
activista en Chiapas, la huelga de
Cananea y los ataques que hubo contra los mineros, el SME, Mexicana y todas las
garras contra el derecho a sindicalización.
Las frases de la gente de a pie,
que solo piden los dejen trabajar, como me dijo un señor en Tecpan ” Nosotros
ya no pedimos nada, sólo que nos dejen trabajar”.
Vivir en Guerrero no es fácil,
nunca ha sido fácil en un estado que por más de
36 años sufre militarización y
ahora la lucha contra el narcotráfico,
la sangrienta disputa de plazas, los enfrentamientos de los cárteles y el ejército, sin contar las violaciones a
derechos humanos.
En una realidad subterránea esta la opresión, que nadie se
entere y olvide los movimientos sociales
que siempre han existido y la opinión pública no sepa de la represión y despojo
a Puerto Márquez, la imposición de la
hidroeléctrica La Parota y el fratricidio que
esta por venir.
Porque incluso, mismos
guerrerenses desconocen que el agua se les irá
más de 8 horas, que estamos en
zona telúrica y la presa puede ocasionar ellos, que el río Papagayo será agua
muerta y su energía vendida al
extranjero, que las tierras de las comunidades
dónde se iniciara el proyecto son fértiles, todo un despojo que ahora brilla como lema de campaña electorera tanto de los
arribistas de la izquierda como del dinosaurio derechista, PRI y PRD
sanguinarios.
Pero no es sólo esto lo que se vive
al sur, ni al norte, este u oeste, son más cosas, sobre todo el abandono, eso
por sólo mencionar ejemplos. Estos
crueles ejemplos que nos toca recorrer cada día y revivir los fantasmas de
desaparecidos, torturados, despojados, exiliados.
Cenar esta noche con los
fantasmas propios y extraños de un país que luce máscara de
melancolía que algarabía o ilusión, o
tal vez sea esta que escribe que no ve más que moros con tranchetes.
Irónicamente iniciare(si sobrevivimos) año en otro lugar, escribiendo desde un municipio
con una calle que desde la guerra sucia jamás
se han acordado de ella y no tiene drenajes, y me tocará vivir en la
tierra de los desaparecidos, de Rosendo Radilla que puso al banquillo de los
acusados al estado mexicano, vivir en
Atoyac, dónde las organizaciones de derechos
humanos registran más de 400 desaparecidos (tan sólo de 600), dormir con la
desaparición forzada.
Del binomio solar
Zihuatanejo-Ixtapa brillando ahora como municipio que brilla con los
aportes del narco, despertar en la
desaparición forzada.
En fin que pienso
en la cena y que muchas familias no tendrán para comer esta noche, y
otras más lloran sus muertos, desaparecidos, asesinados, y eso no lo puedo evitar, esta realidad palpable
que me hace preguntar en qué se ha fallado.
Me viene a la cabeza un texto de
Pedro Miguel que apenas sacó dónde
habla por Maricela y que debieron
gritar y sólo puedo recalcar: Sí, nos han fallado, nos han fallado los
ciudadanos con su responsabilidad, pero
no es tanto culpa de ustedes, nos han dejado solos a los activistas y ciudadanos responsables, se enajenaron que
pensaron jamás les quitarían el trabajo,
jamás les quitarían la familia el propio gobierno.
Denostaron las luchas, las
masacres y la historia, y ahora vamos sobre tiempo, viendo como este sexenio
asesino deja caer los cuerpos, sólo viendo más no actuando. Y reclamo de nuevo,
no como reportera amateur ni activista, sino como ciudadana responsable,
reclamo porque no quiero ver más
muertos esta noche ni mañana ni en año
nuevo, porque al igual que la maldecida de Casandra se los dijimos todo el tiempo, lo que venía, y a la vez, fue
insuficiente.
Y a la vez, gano el monstruo come
cerebros de la televisión, de la pobreza, del olvido. No vengo a dar esperanza,
no es mi función, vengo a escribir lo
que observo en el afuera, lo que convivimos, y pensar si acaso, podemos
transformar la realidad usando la cabeza
en estos momentos dónde nos han aplicado todo el año la doctrina del
shock.
Fallamos al ser egoístas y no
compartir lo poco que sabemos con el otro, al pensar eran unos problemas y todo se solucionaría, al final, no traigo
esperanza ni más corazón porque mi
pensamiento abarca a todos los muertos
de este sexenio y los anteriores, al final sólo deseamos que se sepa la verdad,
que lleguen las voces de los más jodidos a ustedes y entiendan no es sólo una
plácida realidad.
Hay un afuera, dejen les cuento,
dónde una niña de 5 años fue violada por su tía, dónde han torturado los militares en estas tierras, dónde Estela
superó el cáncer sobreviviendo
sin dinero para combatirlo, dónde no sólo hay pavo ni sonrisas, dónde debemos
buscar la libertad…
Tal vez, ese sería mi deseo,
libertad para todos ustedes, y que
entiendan o basta sólo una ipad o enajenarse con la música de moda, afuera y a
fuerzas, hay alguien que desea le cuentes, le contemos ¿Quién era Bety Cariño,
Víctor Ayala, Mariano y Maricela Escobedo?.
Que compartamos esas realidades para así, tal vez y en esta utopía, sean libres…
La verdad os hará libres, y esa
frase la comparto, en estas noches, que sólo deseo sobrevivamos para
sonreír otros mañanas.
1 comentario:
Aquí en el sureste de la república no nos toca vivir ese tipo de cosas de manera tan evidente, pero como en todo lugar están los problemas y abusos por parte del Estado y el desinterés de la gente en actuar. Me toca vivir la juventud pensando en que se puede hacer para solucionar eso, como evitarlo. Me preocupa pensar que hacer cuando el narcotráfico se haga presente en mi ciudad de la misma manera que en otras partes de la República.
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