Los 2 mil 49 mdp servirían también para fines sociales, declara el diputado federal

Presupuesto para La Parota, no sólo para su construcción: Ríos

Aboga por generar “un nuevo oxígeno político-social” para derimir diferencias con los opositores

HÉCTOR BRISEÑO

El diputado federal Armando Ríos Piter externó que los 2 mil 49 millones pesos aprobados por la Cámara de Diputados para el proyecto hidroeléctrico La Parota, no tienen que ser necesariamente para la construcción de la presa.
Consideró que la llegada de una nueva administración al gobierno estatal, debe ser aprovechada en busca de generar “nuevo oxígeno poítico-social” en busca de terminar con las diferencias que han surgido referentes al proyecto; así como reflexionar sobre otro tipo de tecnologías que puedan ser desplegadas.
En conferencia en un restaurante de la Costera, para dar a conocer los logros en materia del presupuesto 2011, Ríos Piter manifestó que “el nuevo gobierno abre una oportunidad; me parece que uno de los temas es conocer cuáles son las ofertas políticas sobre este asunto y se logre encontrar un nuevo momento de oxígeno en el que todos los actores políticos puedan participar”.
Agregó que “desde mi punto de vista tiene que ser una discusión no acotada y no circunscrita específicamente al tema de la cortina o al territorio en el que se va a hacer la presa, sino una discusión a nivel de estado que nos permita posicionar un tema y sea un verdadero proyecto que socialmente esté avalado por los 3 millones 200 mil guerrerenses que habitamos este territorio”.
Resaltó que el tema de La Parota ha tenido muchos altibajos, como la ausencia de trabajo político y social.
Señaló que “el nuevo gobierno tendrá que apuntalar la viabilidad de esta presa en un contexto mucho más amplio si es que fuera el caso: construyéndolo de la mano con quienes hoy están renuentes y apoyándose también con quienes se han manifestado a favor”.
Consideró que “lo más pertinente es que el tema se revise dentro de dos ejes: un nuevo momento para el trabajo político; para quitar los ruidos que se han generado y las desavenencias que hoy tienen un nivel de agotamiento; y por otro lado la revisión de tecnologías para evitar una afectación ambiental y social”.
Añadió que “hay estudios que plantean que el tema de hacer un vaso tan grande no sea lo más pertinente, no solamente por las afectaciones al medio ambiente, sino que pudiera haber otras tecnologías alternativas, que en el aprovechamiento de la corriente del agua se podría generar cantidades similares de energía”.

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