Aguirre/Añorve/Sus campañas

Roberto Camps
Aunque las campañas políticas no inician formalmente hasta el mes de noviembre, lo que nos han dejado ver los mensajes que ha emitido los dos candidatos más fuertes, Angel Aguirre Rivero, y Manuel Añorve Baños, son escarceos verbales en torno a la lealtad, una serie de propuestas que buscan mostrarlos solidarios con las necesidades de los guerrerenses, pero ninguno ha fijado una postura sobre el periodo de gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, y pocas muy pocas de sus ofertas, tienen relación con impulsar el desarrollo económico de Guerrero.
Quizá el equipo de Manuel Añorve ha logrado anotarse algunos éxitos en los medios al marcar agenda, con una intensiva presencia a través de vocerías, de su propia participación y de su esposa Julieta Fernández de Añorve, el ex alcalde de Acapulco ha obtenido un mayor posicionamiento, pero esta sobreexposición mediática, aunada a la que arrastra desde su paso por el palacio del Parque Papagayo, podría hacerle daño, la saturación de las audiencias puede derribarlo. Sobre todo, cuando los ciudadanos, sobre todo los de Acapulco, hacen las cuentas de las promesas que Añorve les hizo en su búsqueda por la alcaldía, es el tiempo del ciudadano de medir a Manuel Añorve en sus hechos de gobierno. Y no habrá propaganda, poster o spot que cambie el veredicto del elector.
Por su parte Angel Aguirre Rivero, le apuesta mucho a su estilo personal de hacer política, dicharachero, anecdótico, demuestra en sus eventos la capacidad de oratoria que tiene, sabe ganarse a la audiencia, busca la empatía y compromete con su causa, a quienes acuden a escucharlo.
Angel Aguirre tiene a su favor los hechos de su gobierno, es más, los presume, los pone como ejemplo de que sabe dar resultados. Sin embargo, a veces parece como que aún no asimila el discurso de la izquierda de Guerrero, tan comprometida durante años, con diferentes movimientos sociales, aunque ha fijado posturas sobre la guerra sucia y evita engancharse con las diatribas que recibe un día y otro también, en su discurso no se ve una articulación de ideas que refleje la orientación ideológica de Convergencia, PT, ni PRD.
En ambas campañas, intentan establecer líneas de debate sobre quién dice la verdad, quién es demagogo, quien es leal, quien tiene experiencia y sabe dar resultados. La campaña de Añorve Baños se ve mejor articulada y acciona en varios frentes, sobre todo en las redes sociales de Twister y Facebook.
La de Aguirre Rivero es una campaña que se está entrampando en la burocracia de los partidos que integran la coalición, se ve lenta, pesada, cometen muchos errores y eso podría bajarles puntos si no reaccionan con rapidez.
A mí me queda aún la duda de si ambos, Añorve Baños/Aguirre Rivero, representan para Guerrero una visión moderna, de desarrollo, democratizadora de la vida política y social, incluyente, tolerante, transparente. O gobernarán como durante décadas, ha sido gobernado Guerrero, de manera paternalista, clientelar, privilegiando la visión y el estilo personal del gobernante, y no el fortalecimiento de las instituciones. Veremos.

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