jueves, 2 de septiembre de 2010

La disputa por el voto duro

La disputa por el voto duro


Roberto Camps

La disputa por la lealtad del voto duro priista y perredista, dio pie a los primeros golpeteos mediante el poco elegante método de las pintas en paredes y mantas, para acusar al senador Angel Aguirre Rivero de haber traicionado a su partido, y para decirle a los perredistas que fueron atropellados por la imposición de sus cúpulas.
En un lance que pretende mover el orgullo, las emociones de las militancias, para que no se sumen a la candidatura de Aguirre Rivero, la estrategia es sostenida ante la pasividad del Instituto Estatal Electoral. Mal inicia la campaña cuando el árbitro muestra que se guarda las tarjetas. Las pintas corren por todas las regiones, las leyendas llegan, perturban, provocan. El grupo de Aguirre calla, dicen que no van a caer en ese juego, pero en las crisis no puedes ser avestruz, o eres gavilán, o eres paloma.
Si bien estos mensajes llegan al segmento que son dirigidos, los militantes, al escoger como vehículo de difusión las paredes, los pasos peatonales, el espectáculo ha sido bochornoso, denigrante, e impacta en la percepción de los ciudadanos de la suciedad que rodea a la política. Mala señal recibe la sociedad de Guerrero de quienes pretenden gobernar la entidad y recurren a la confrontación.
El segmento de indecisos es amplio, supera los veinte puntos porcentuales, y de participar, será definitorio. Si se abstienen, si la participación de los ciudadanos el día de la elección es baja, serán un duelo de militancias. He ahí la importancia de esta tempranera disputa.
El planteamiento en sí no es malo. Las formas que utilizan son fastidiosas, no podría haber un debate de pintas, pero sí hay espacios en los medios donde se puede discutir sobre un valor como la lealtad, esto puede ayudar incluso a las campañas. Pero no sólo discutir la lealtad de Angel Aguirre hacia el PRI, sino, como él lo planteó, la lealtad del PRI hacia Angel Aguirre.
Discutir en los espacios de medios, de manera abierta, sobre lealtades y deslealtades, puede descubrir muchos aspectos aún oscuros de lo que en realidad ocurrió al seno del PRI y del PRD. ¿Por qué se considera traicionado Angel Aguirre?, ¿Por qué se le acusa de traición? Aunque pedir a nuestros políticos que debatan con sensatez y respeto, cuando los ánimos están caldeados, cuando las heridas aún sangran, parece más que imposible.
En el PRD también hay inconformidades y podría haber hasta traiciones. Varios grupos han dado señales de descontento. Estas expresiones benefician a los priistas, sin duda alguna, porque ratifican las señales que envían desde ese cuartel para alterar los ánimos de la militancia perredista.
Ha sido sorpresivo que en la coalición de partidos de izquierda en Guerrero, se haya dado un acuerdo político para abanderar a Angel Aguirre, cuando no pudieron lograrlo entre ellos durante semanas. Fue realmente la conformación de un bloque que se opuso a la eventual candidatura de Armando Ríos Piter, el que posibilitó la entrada de Aguirre Rivero, si no, el candidato hubiera sido Luis Walton Aburto, la decisión ya estaba tomada.
Finalmente, la inclusión del gobernador en la agenda de discusión me parece poco elegante y tardía, decir que el PRD “hoy no le sirve a la sociedad; le sirve a las sectas, le sirve a las tribus”, no aporta nada nuevo, y exhibe un estado de ánimo del mandatario que mostró a lo largo de su sexenio, la ruptura profunda que ha vivido con el partido que le ha dado todas sus oportunidades en política: dos diputaciones federales, la alcaldía de Acapulco, la gubernatura, la oportunidad fallida de impulsar sus propios cuadros. Lejos de ser un factor que cohesione, Torreblanca Galindo le mete el pie al PRD. La declaración es grave, tal pareciera que da línea a su corriente que no se ve pero existe, que se vayan a la otra campaña, lo mismo le está diciendo de manera implícita y explícita a la sociedad civil; y lo peor, se queda callado ante el ácido señalamiento que le hizo Manuel Añorve Baños, en el sentido que su administración es un “gobierno fallido”. ¿Y los viva Añorve?, ¿y el idilio político que se vivió desde la llegada del priista a la alcaldía porteña?, ¿y las elucubraciones de que Torreblanca apoyaría la candidatura de Añorve Baños?, ¿son valores entendidos para que Añorve se posicione con la anuencia del gobernador en una suerte de pégame pero no me dejes? Son muchas preguntas sin respuesta.


http://www.boletinplus.net/index.php/es/opinion-y-analisis/roberto-camps/6851-la-disputa-por-el-voto-duro.html



No hay comentarios.:

Piden hospital de tercer nivel trabajadores de Azul Ixtapa

  Piden hospital de tercer nivel trabajadores de Azul Ixtapa   Hercilia Castro   Zihuatanejo, 1 de mayo de 2024. Trabajadores de los...