La arquidiócesis de Acapulco ofreció una comida de bienvenida para Carlos Garfias

Políticos del PRD, PRI y Convergencia asisten a recibir al nuevo arzobispo

Presidentes municipales, diputados federales y locales, así como funcionarios van a la bienvenida

OSSIEL PACHECO ( )

La clase política guerrerense no podía faltar en la salutación y bienvenida al nuevo arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, a quien ubican en el ala progresista de la jerarquía católica mexicana. Sin embargo, acostumbra estrechar relaciones con el poder en turno, como lo hizo al encabezar la diócesis de ciudad Nezahualcoyotl, en el estado de México, con el gobernador Enrique Peña Nieto.
La arquidiócesis de Acapulco, como parte de los actos de bienvenida a Garfias, organizó una comida para los obispos invitados, pero además para la clase política guerrerense, una vez que fueron convocados al banquete de recepción que se realizó en un salón del hotel Crowne Plaza el gobernador, alcaldes, diputados locales y federales, aunque el mandatario estatal no asistió, pero envió al subsecretario de Asuntos Religiosos, Marco Antonio Montero, quien dio la bienvenida oficial.
Aunque los priístas no perdieron la oportunidad de presentarse ante el nuevo jerarca católico. Siempre proclives a estrechar relaciones con la jerarquía eclesiástica, el nuevo arzobispo contó con la asistencia de los aspirantes del PRI a la gubernatura, el alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños, y el diputado Héctor Vicario Castrejón, y uno del PRD, el diputado federal, Armando Ríos Piter. No asistió el senador, Ángel Aguirre Rivero, aunque fue invitado y se supo que asistiría.
Ríos Piter fue el único de los aspirantes perredistas que hizo presencia en la comida que organizó la arquidiócesis para la salutación de la clase política del estado al nuevo jerarca católico en Guerrero, a la que llegaron unos 40 obispos de todo el país, y el nuncio apostólico, Cristophe Pierre, embajador de El Vaticano en México para asistir a la toma de protesta de Garfias Merlos, que se realizó en el salón Teotihuacan del Centro Internacional Acapulco.
El aspirante perredista no perdió la oportunidad de mostrar desde su blackberry el fotomontaje del pulpo Paul ubicado sobre el logotipo del territorio Jaguar, dejando del lado al del PRI, que mostró a los jerarcas católicos que reían divertidos por la puntada del aspirante.
El diputado federal ocupó un asiento en la mesa dispuesta para el invitado de honor, recién llegado de la diócesis de Nezahualcóyotl, en el estado de México, junto con el alcalde Añorve Baños, el diputado local, Héctor Vicario Castrejón, la diputada Guadalupe Gómez Bermeo; el subsecretario de Asuntos Religiosos, Montero, quien llevó la representación del gobernador Zeferino Torreblanca; el nuncio apostólico Christophe Pierre y el arzobispo emérito, Felipe Aguirre Franco.
En otra mesa fueron ubicados los alcaldes, el convergente Merced Baldovino Diego, de Coyuca de Benítez; los priístas, Arturo Heredia, de San Marcos; Nadín Torralba Mejía, de Tecpan; y de Ciudad Altamirano, Gustavo Adolfo Juanchi Quiñones; mientras en otra mesa estuvieron los diputados locales, Celestino Cesáreo Guzmán, coordinador de la bancada del PRD; Efraín Ramos Ramírez, de la bancada de Convergencia; el perredista Carlos Granda, y el priísta, Francisco Torres Miranda. También asistió el alcalde de Ciudad Nezahualcóyotl, Edgar Cesáreo Navarro Sánchez.
Garfias llegó a las 8 horas de ayer al aeropuerto Juan Álvarez proveniente del aeropuerto de Toluca, donde abordó un avión que dispuso el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto para el traslado del jerarca católico. En la terminal aérea lo esperaba el comité de recepción de la arquidiócesis; también acudió a recibirlo el secretario de Administración y Finanzas de Acapulco, José Luis Ávila Sánchez, a quien envió Añorve en su representación.
Enseguida, el prelado católico desayunó en la parroquia de Puerto Marqués para después trasladarse a la catedral de Nuestra Señora de la Soledad, donde celebró la eucaristía junto con el nuncio apostólico, Christopher Pierre. Los obispos y dignatarios de la Iglesia fueron recibidos en el hotel Crowne Plaza, donde la arquidiócesis rentó habitaciones para alojar a los invitados especiales.

http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2010/07/23/index.php?section=politica&article=004n1pol