Hace dos días Juan Alberto Rodríguez Villa y Francisco Javier Martínez fueron golpeados supuestamente por un grupo de militares que patrullaba el municipio de Heliodoro Castillo, donde se encuentra Tlacotepec, y el primero de ellos murió.
Los dos jóvenes, de 18 y 16 años respectivamente, fueron interceptados por los soldados que se los llevaron contra su voluntad.
Juan Alberto murió por los golpes y su amigo está hospitalizado, en condición grave, en una clínica de la capital, Chilpancingo.
Una testigo de los hechos, Gloria Adame, aseguró que los militares “habían bebido”, bajaron de un automóvil y persiguieron a los jóvenes hasta capturarlos y llevárselos a la fuerza. Más tarde los chicos fueron encontrados a un kilómetro del lugar donde fueron capturados, uno de ellos ya muerto, según el edil.
Ayer por la mañana la víctima fue enterrada y al funeral siguieron protestas contra la presencia militar en la zona.
El sacerdote que ofició la misa, Alberto Rodríguez, exhortó al presidente Felipe Calderón a que revise su lucha contra el crimen organizado, “pues están matando a gente inocente”.
En tanto, ayer fue hallado el cuerpo sin vida del sargento Hermelindo Delgado, quien había sido levantado la noche del viernes en un baile en la comunidad de El Guayabo, municipio de Ajuchitlán del Progreso. Familiares del ahora occiso informaron que Hermelindo Delgado estaba de vacaciones, pues vivía en el Distrito Federal, y estaba adscrito a la seguridad del presidente de la República.
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