La clase política de la izquierda, en la toma de protesta del político acapulqueño

La clase política de la izquierda, en la toma de protesta del político acapulqueño

Aurelio Peláez / Ciudad de México

En vísperas de concretar las alianzas electorales en diversos estados del país, los dirigentes nacionales de los partidos que desde hace cuatro años vienen caminando juntos en diversos procesos, parecen no querer desmarcarse ni dejar la marcación personal al compañero de al lado.
Por lo menos, ayer en la toma de protesta de Luis Walton Aburto como presidente nacional de Convergencia, así se vio. Estuvieron el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, favorable a coaliciones con el PAN, y Alejandro Encinas, el coordinador de la bancada de diputados federales de ese partido, en contra.
Asimismo, el coordinador del Diálogo para la Reconstrucción en México (DIA), Manuel Camacho Solís, que vendría siendo como el brazo del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador para coordinar las alianzas, a partir del PT y Convergencia, y Porfirio Muñoz Ledo, el que fue el último coordinador del extinto Frente Amplio Progresista (FAP).
Asimismo, el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, y el ahora senador por el PT, Ricardo Monreal, quien con su hermano David como precandidato a gobernador en Zacatecas, pareciera que construye una alianza con el PRI, y no con el PRD ni con Convergencia, que a partir de ayer preside su amigo Luis Walton.
El amplio salón en el World Trade Center se llenó con los cerca de 500 delegados que asistieron a este acto, donde luego de los obligados informes electorales, de finanzas y administrativos de la dirigencia que dejaba Luis Maldonado, el senador sustituto de Walton que venía ocupando los dos cargos desde hace año y medio, se pasó a la toma de protesta del político acapulqueño –candidato único prácticamente votado por aclamación–, así como a la ratificación del ex gobernador de Veracruz Dante Delgado como presidente del Consejo Nacional.
Por lo que se oyó dentro del salón, desde afuera, donde estaban los reporteros, Walton es muy conocido y popular dentro de Convergencia. Por lo que se vio afuera, la llamada prensa nacional todavía no está convencida de que este político venido de un estado cercano, dé la nota.
Y ello porque al terminar el acto la mayoría fue tras los políticos de ranking conocido, y en la primera conferencia de prensa de Walton –demorada por eso como veinte minutos–, apenas se presentaron dos preguntas. Ahí, coordinando el acto, el ex director del ya venido a menos Unomásuno, Luis Gutiérrez, ahora en el área de prensa de este partido.
Por ello quizá, en la conferencia, conociendo que a Walton habrá que colocarlo de alguna manera en la agenda de los medios de la capital del país, sobre todo por el papel de Convergencia como aliado de López Obrador en la formación del frente de izquierda, Dante Delgado –el cacique de Convergencia– presume que esta nueva dirigencia la encabezan ahora quienes han sido dirigentes del partido en sus estados, como Walton en Guerrero y Armando López Campa, el nuevo secretario general, de Aguascalientes.

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Temprano llegó una porra de unos cien guerrerenses al World Trade Center, provenientes de las diferentes regiones del estado. Reciben el gafete de “invitado especial”, pero igual son mandados a esperar a una sala a que termine la asamblea, lo que ocurre después de las 3 de la tarde. Entre ellos el ex regidor acapulqueño Delfino Álvarez y el representante de Convergencia ante el Consejo Estatal Electoral, en Chilpancingo, Alberto Zúñiga.
Entre los delegados están el diputado local con licencia Víctor Jorrín, y su suplente, Roberto Martínez de Pinillos, que ocupa el cargo; el también diputado local Florentino Cruz Ramírez, el regidor Oliver Quiroz, y el ex candidato a diputado local Octavio Olea.
Y ya abiertas al final las puertas a la militancia en general, ellos escuchan el discurso de Walton, quien define que como nuevo presidente del partido “conozco el trabajo de campo, y la riqueza de la militancia”, y que dirigirá a esa formación política atendiendo los consejos de esa militancia.
Ellos aplauden y también los delegados, cuanto Walton habla de que uno de los programas principales de Convergencia será combatir la idea de que los gobernadores son virreyes en los estados, declaración con reminiscencias a Zeferino Torreblanca en Guerrero, de la que los paisanos acusan recibo.
Y Walton, que reconoce la labor de Dante Delgado y Luis Maldonado, anuncia además que uno de los objetivos que tiene como presidente es fortalecer la estructura electoral y las victorias de Convergencia en el país.
En la conferencia de prensa, minutos después, resalta lo de los “caciques” en los estados que compran el voto, y de los gobernadores como virreyes. Un reportero le recuerda que perdió las elecciones para la alcaldía de Acapulco: “Nos robaron”, ataja.
Asimismo, destaca que también en Guerrero se pondrá una especial atención en las alianzas electorales, sobre todo a partir del activo político de Acapulco.

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En la historia contemporánea de los partidos políticos en México –digamos, a partir de 1977 cuando la izquierda fue legalizada a través del PCM en la reforma política lopezportillista– Luis Walton sería el primer guerrerense que ocupa la dirección nacional de uno de ellos.
Con sus asegunes, porque por ahí de 1992 Eliel Flores ocupó la presidencia del PARM por algunos meses, ya ese partido en división y en proceso de extinción después de que en 1988 los catapultara la alianza en el Frente Democrático Nacional con Cuauhtémoc Cárdenas.
Igualmente, en el ya extinto Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, Fernando Pineda Ménez fue el segundo, por no decir el segundón, del eterno dirigente Rafael Aguilar Talamantes.
En el PRI, el guerrerense que llegó más alto fue el ex gobernador José Francisco Ruiz Massieu, como secretario general, asesinado el 28 de septiembre de 1994 a unos días de asumir la coordinación de este partido en la Cámara de Diputados.
En el PAN, el acapulqueño Enrique Caballero Peraza, aunque no ocupó alguna secretaría en el partido, tuvo la oportunidad de ser integrante del Consejo Nacional, el único hasta ahora.
En el PRD Félix Salgado Macedonio contendió por la presidencia nacional del partido, y en el 2002, en unas elecciones internas estuvo a punto de alcanzar la secretaría general.
Y la de Walton, por lo menos, fue una elección legal, en los términos que Dante Delgado puede permitir. 

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