Fallido desalojo de Grand Hotel contra los parianeros de Icacos
Lanzaron piedras y gas lacrimógeno; en apoyo, ejidatarios del CECOP se instalan de forma permanente
CINDY PACHECO ( )
gentes de seguridad de la empresa Jobamex, contratados por el Grand Hotel, intentaron la mañana de este jueves desalojar con violencia a los parianeros de Icacos arrojándoles piedras, palos, varillas y gas lacrimógeno, a fin de que abandonen el área que ocupan legalmente. El hecho generó que 100 ejidatarios del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Parota (CECOP) llegaran al lugar, y con machete en mano instalaran un campamento permanente.
A las 6 de la mañana, se encontraban en el parián sólo 18 prestadores de servicios –15 mujeres y tres hombres, así como niños menores de 10 años de edad–. El momento fue aprovechado por los policías privados, quienes iban encapuchados, vestidos con playeras blancas del Grand Hotel y pantalón blanco, para comenzar a derribar la construcción que recién fue colocada por los comerciantes de playa.
Los agentes privados arrojaron al esqueleto de madera una ancla con la que la jalaron para derribarla. El instrumento era parte de la grúa que utiliza el hotel para la ampliación de sus instalaciones.
La concesionaria Soledad Ponce Silva, quien recibió golpes con piedras en un brazo y una pierna, relató que los agentes los insultaron y les exigían a gritos que se retiraran del lugar, con el argumento de que afectan la inversión de 40 millones de pesos de la hospedería de cinco estrellas.
Otra de las permisionarias, Norma Angélica, estuvo a punto de ser golpeada por uno de los agentes, pero optó por retirarse. “Las piedras volaban hacia nosotros y después varillas, palos y todo lo que encontraban nos lo aventaban”.
Marcos Martínez Mata, secretario general de la Unión de Comerciantes de Artículos Típicos, trepó a la construcción para cortar con un machete el ancla. Al hacerlo fue golpeado con piedras, no obstante logró su propósito y el objeto fue retirado de la madera.
Los parianeros también fueron atacados con gas lacrimógeno, pero sólo uno de ellos fue alcanzado, lo que le provocó nauseas y malestar general. Minutos después los policías privados optaron los alejarse unos metros, pues comenzaron a llegar más concesionarios.
También llegaron unos 35 policías preventivos municipales y del estado, que resguardaron el lugar. Casi a a las 9 de la mañana la construcción de madera fue retomada por los trabajadores, pues lograron desnivelar su estructura.
Por esta agresión, los prestadores de servicios turísticos anunciaron un bloqueo de los accesos del Grand Hotel y Crowne Plaza –propiedad de Alberto Saba Raffoul– en periodo de diciembre “para que sepa lo que es perder dinero como nos han ocasionado a nosotros”, sentenció la presidenta de la Unión de Comerciantes, Elodia Sánchez Torres.
Informó que acudieron a la agencia del Ministerio Público (MP) para interponer una denuncia por lesiones, daños y allanamiento de morada, sin embargo, se reservaron el número de averiguación previa y en qué agencia fue interpuesta “para no entorpecer la denuncia”. Sánchez Torres indicó que la queja judicial fue contra Nueva Icacos, S.A de C.V, compañía propietaria y operadora del Grand Hotel y contra Jobamex.
Pasado el mediodía, llegaron machete en mano unos 100 integrantes del CECOP para unirse a la protesta, y señalaron que al igual que defienden sus tierras contra la construcción de la presa hidroeléctrica La Parota, mantendrán su rechazo contra la hospedería.
Liderados por Marco Antonio Suástegui Muñoz, quien también es prestador de servicios turísticos de Icacos, advirtieron que no se intimidarán por las agresiones. “Acá los esperamos hijos de la chingada. Rateros, no ataquen a mujeres y niños”.
Elodia Sánchez calificó como una agresión artera, pues esperaron que la guardia estuviera conformada por mujeres y niños para agredir. Señaló que los empleados de Jobamex, era dirigidos por Amado Morán, quien es jefe de seguridad de la empresa Jobamex o del Grand Hotel.
En el campamento instalaron lonas, sombrillas de playa, sillas y bancos; también colocaron anafres y galones de agua, pues comentaron que se quedarían de manera permanente.
Por los hechos se buscó a los representantes del hotel para que dieran su versión, pero los empleados de seguridad informaron que no tenían tiempo. Tampoco acudieron ninguna autoridad de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
En el lugar ya no salieron los trabajadores sindicalizados ni de seguridad a vigilar, sólo empleados de limpieza empezaron a acondicionar el área de playa que les corresponde para realizar supuestamente una ceremonia.
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2009/11/20/index.php?section=sociedad&article=008n1soc
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