miércoles, 28 de octubre de 2009

Desvíos y robos en gestión de Marroquín en Semarnat, acusan

Entregan pruebas a oficinas centrales; aplicarán revisión a su periodo en oficina

Desvíos y robos en gestión de Marroquín en Semarnat, acusan

Compras indebidas, desaparición de equipo y asignación de muebles a particulares, las fallas

ROBERTO RAMÍREZ BRAVO ( )

Durante el año y medio que Alberto Marroquín Espinoza fungió como encargado de despacho en la delegación de Semarnat, hubo desvíos de recursos en la asignación de mobiliario de la dependencia a casas particulres, expedición de recetas médicas apócrifas, compras de muebles sin justificación, desaparición de equipo videográfico, topográfico y geoposicionador.

Los datos están contenidos en un paquete de documentos que el 8 de octubre fue entregado por empleados de la delegación a la coordinadora de delegaciones, Cecilia Laviada Hernández. A raíz de ello, la contraloría interna advirtió que aplicaría desde esta semana una auditoría al período que Marroquín estuvo al frente.

Los problemas comenzaron el mismo 18 de agosto en que se llevó a cabo la entrega-recepción de la oficina delegacional. En el oficio DFG/0D/41/2009, el 1 de septiembre pasado, el delegado Daniel Vega Villanueva solicitó por primera vez a Marroquín –quien tras el nombramiento del delegado se convirtió en subdelegado de Administración e Inovación– aclarar una serie de inconsistencias que aparecían en el acta levantada.

Entre otros puntos, el funcionario señaló la falta de documentación probatoria de los pasivos de proveedores, a gastos revolventes sin comprobación alguna, relación de vales de gasolina incompletos. Específicamente, estableció Vega Villanueva, el inventario “presenta irregularidades tales como de asignación, lugar físico y resguardo respectivo”.

Un ejemplo es que al 18 de agosto, la delegación todavía estaba esperando recibir mobiliario de oficina que había sido comprado el 12 de diciembre del año anterior, y los 34 vehículos de la delegación no fueron presentados para su inventario y verificación.

En este documento del 1 de septiembre, el delegado demandó una explicación a Marroquín Espinoza por que los estados financieros, muebles, inmuebles, recursos materiales y humanos, parque vehicular y las propias instalaciones de las oficinas de la delegación no están soportados documentalmente.

Fue hasta septiembre, ya en esta administración, cuando la delegación empezó a recibir los muebles adquiridos el año anterior. En un acta circunstanciada del 11 de ese mes, el jefe de la unidad de Restauración y Aprovechamiento de Recursos Naturales, Noel Cruz González, relató que dos días antes, a las 11 de la noche, Marroquín Espinoza le llamó por teléfono para decirle que llegaría una camioneta con dichos enseres, y que en efecto ésta llegó, pero la carga venía incompleta.

En otra acta, levantada el 8 de septiembre, en la búsqueda de dos equipo de aire acondicionados seminuevos que estaban desaparecidos, Lucas Nandi Castro, vigilante de la bodega de la Semarnat, declaró que éstos “aparecieron” en su lugar porque a principios de julio por Francisco Flores Tapia y Félix Cristino Avila, quienes son los responsables de dicha bodega.

Las recetas apócrifas

El 17 de diciembre de 2008, el director de la clínima médica familiar del ISSSTE en Acapulco, Jesús Anselmo Abarca Escobar, dirigió el oficio 306/17/12/08 a Marroquín Espinoza, cuando éste era encargado del despacho en la delegación, en el que le informó la existencia de 43 recetas médicas que algunos trabajadores habían hecho pasar como auténticas.

Dichas constancias –dejó asentado Abarca Escobar– “no coinciden con los formatos y los sellos que la clínica utiliza para el otorgamiento del mismo”. Los comprobantes habían sido presentados –según consta en el oficio 080688 de la Semarnat, elaborado por Marroquín Espinoza y dirigido al funcionario del Issste– por los trabajadores Elizabeth Bautista Hernández (quien presentó 14), Gerardo Ramírez Lucas (que presentó 15), Eliza Izazaga Cadena (con nueve), Javier Girón Martínez con cuatro, y María del Rosario Prieto Ascencio, Sandra Bustos Guerrero y Milka Correa Robles, de una cada uno. De todos, según el funcionario del ISSSTE, sólo Milka Correa presentó documentación auténtica.

Este caso generó una confrontación epistolar entre el subdelegado y el jefe de la unidad Jurídica, Sergio Hernández Martínez. El 3 de agosto –a unos días de entregar el cargo de encargado de despacho– Marroquín envió el oficio 090527 al entonces titular de esa unidad y le pidió proceder legalmente porque “son apróquifos (sic)”. Luego, ya en la nueva administración, ahora como subdelegado, el 3 de septiembre, envió el oficio 090608 a Hernández Martínez con el mismo asunto para pedir “me informe de las gestiones realizadas al respecto”.

Hernández Martínez le respondió con el oficio DFG/UJ/193/2009 donde le aclara que “su actuación en el referido tema puede llegar a presuponer un incumplimiento de sus obligaciones como funcionario público” ya que Marroquín supo que las recetas eran apócrifas desde el 17 de diciembre de 2008।



El tema de las recetas generó la intervención del sindicato en favor del subdelegado। En declaraciones a la prensa local, el dirigente sindical Rodolfo Covarrubias Escalante acusó a Hernández Martínez de adjudicarse funciones que no le corresponden, y dijo haber pedido al delegado la destitución del funcionario.http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2009/10/27/index.php?section=politica&article=003n1pol







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