PRESENTACIÓN.
La presente Guía intenta cubrir un vacío de información, útil para todo gandalla , sea persona física o moral, que aspira hacerse de bienes de la nación a precio de gallo muerto, buscando en su empeño altos niveles de seguridad probabilística de no sufrir consecuencias legales.
La gran demanda que tienen los territorios considerados bienes nacionales, como son los ubicados en la zona federal marítimo terrestre, en poco más de 11,000 Km. de hermosos litorales, esteros, así como los del interior del territorio mexicano, en márgenes de cauces, lagos, lagunas y presas, hace propicio el intento de ordenar metodológicamente el acelerado proceso de agandalle a que ellos están siendo sometidos desde hace décadas, por nacionales y no.
Si el proceso de agandalle nadie lo contiene, por lo menos que sea ordenado y seguro para todos, en lo posible. La tragedia de los comunes en lo que respecta a los bienes nacionales, no debe ser una vergüenza administrativa más en la historia de las instituciones mexicanas. Los bienes colectivos, cuando no hay quién cuide eficientemente de ellos, para el bien común, abre la puerta al gandalla con visión privatizadora. Condición natural entonces, es que es que a río revuelto… mataranga dijo la changa. "Si algo es de todos, nadie lo cuida y se termina acabando."
Que nadie se desgarre vestiduras ni arme panchos, con el fantasma de la privatización. En 500 años la enorme riqueza nacional de México en materia de recursos naturales, territorio, clima y contando con un buen puñado de mexicanos bragados del pasado y algunos pocos del presente, poco ha servido para tener la nación justa y generosa que muchos quisiéramos. Otros, en el mismo tiempo y con dos sangrientas guerras mundiales sobre sí y sin tener de cerca el tesoro natural nuestro, hoy nos ven con ojos de incredulidad y conmiseración, desde varios peldaños arriba en la escalera del desarrollo humano.
Finalmente, cualquier semejanza de lo que aquí se enuncia, con condición o situación conocida, no es mera coincidencia. Tampoco mala voluntad contra nadie, que razones sobrarían. Lo anotado sobre este tema parte de vivencias propias y de observaciones analíticas realizadas por el autor, sobre las motivaciones y actitudes antropológicas de una especie selecta del reino animal y la frecuentemente discreta operación de sus instituciones y mayoría de sus funcionarios. Quien repele –estaría en su justo derecho- y diga que lo hasta aquí aseverado es falso, entonces se le invita a que con breve, honesta y sesuda explicación, justifique el porqué de nuestra marginal condición en materia de bienes nacionales, que van en picada a la extinción.
OBJETIVO.
Ordenar metodológicamente el proceso de agandalle de bienes nacionales, haciéndolo menos costoso económicamente y riesgoso en términos legales para quienes lo realizan y sus cómplices, al mismo tiempo que se descarga a las instituciones del estado de una responsabilidad de tutelarlos, que no puede honrar y casi ni lo quiere hacer.
LA GUIA
Este breve documento a manera de guía, es una primera versión que siempre tendrá el carácter de borrador.
De inicio, renuncie usted a su pretensión de contar con una Guía terminada. Simplemente porque los numerosos demandantes de bienes nacionales tutelados por la Semarnat, así como el entorno local y nacional, se encuentra en constante cambio. Ello motiva que los métodos de agandalle estén en permanente evolución. En descargo de lo anterior, la redacción podrá ofrecer actualizaciones, conforme el inagotable ingenio de los gandallas, muestre nuevas fórmulas para eludir la ley.
El autor no asume ninguna responsabilidad frente al aspirante a propietario de bienes nacionales, si el seguimiento puntual de los pasos indicados en la guía, no dieran el resultado esperado. Finalmente, se advierte que podrían surgir mínimas y poco probables eventualidades que dificultarían alguna de las fases, en el proceso de agandalle. En casos muy remotos, podría malograrse totalmente el proceso.
La estadística indica que la probabilidad de éxito está de su lado. Asuma usted el ínfimo factor de riesgo que existe y decídase a ser propietario único del predio federal elegido, ejecutando los siguientes y sencillos pasos:
1. Ubique con claridad la zona geográfica de su interés y en ella, los bienes nacionales que piensa agandallarse. No actué con prisa. Mantenga un bajo perfil en la observación. No comente con nadie el área de oportunidad descubierta. No sea que otro más gandalla que usted, le tome la delantera.
2. Relaciónese tan pronto como posible con los nativos de la zona y sus autoridades formales y tradicionales.
3. Elabore un pequeño directorio de personalidades claves en la localidad. Indague discretamente la calidad de cada una de las personas. Esa información le será muy útil en el futuro.
4. Tenga pequeñas deferencias con los vecinos a la zona de su interés y participe con alguna regularidad en actividades locales, cuidando no ser parte de la dinámica local.
5. Preséntese como hombre serio dedicado a los negocios –sin dar detalle de ellos- y declárese siervo temeroso de Dios y respetuoso de las leyes del hombre.
6. No se enrole en actividades políticas pueblerinas. Mantenga, eso sí, las relaciones políticas a nivel central. Podrían ser de mucha utilidad en el futuro próximo.
7. Asuma algún compadrazgo con algún vecino del sitio o apadrine de vez en vez, alguna pequeña obra social en la localidad. Actividades religiosas siempre son bien vistas, en tanto no exista encono entre grupos locales de diferente creencia.
8. Muéstrese preocupado por la falta de empleo y oportunidades de desarrollo que tiene la gente local. Genere empatía. Insista en que usted es hombre exitoso en los negocios.
9. En tono casual, pregunte sobre los terrenos de su interés a las personas clave identificadas con antelación. Declare que como ese pueblo, no hay otro. Que ahí le gustaría morir.
10. Haga las negociaciones de manera rápida y sin grandes formalidades. Lo importante es hacer el trato con quienes en el momento tienen el poder local. Despreocúpese de lo legal. Lo importante es tener un papel de compra-venta en mano. Si se puede hacer en papel membretado y se le pone un sello, mejor. Eso siempre impresiona y da visos de legalidad.
11. Con ese papel en mano, los bienes nacionales o áreas pertenecientes a todos los mexicanos, han perdido su calidad como tal. Ahora usted y únicamente usted es el propietario. Olvídese de cualquier ley. Diga a la menor oportunidad, que es usted amigo cercano del Presidente.
12. Mande elaborar el proyecto de sus sueños, a realizar en su nueva propiedad privada. Para realizar trámites, muestre un croquis simple del área en que estará ubicada su inversión y el contrato de compra-venta. La autoridad no le cuestionará su calidad de propietario y lo asumirá como tal. De tácita manera, los servidores públicos validarán sin empacho su documento, sin importar que haya sido un limpio despojo a la nación.
13. Impresione a todos yendo con el notario público de su confianza. El dará fe de que sus papeles de compra-venta están en orden.
14. Comience a trabajar y recupere el tiempo perdido. No se distraiga en trámites. Haga los cambios que quiera a su proyecto y no pida permiso a nadie. Ello solo lo distraerá de su propósito central. Si hubiera problemas con la autoridad, invierta algo de dinero y ponga a trabajar a sus abogados. Si hubiera que pagar alguna multa, páguela. No será mucho.
15. Si observa que su proyecto se quedó falto de espacio, agandalle como pueda más terreno. En ello, tampoco pida permiso a nadie. Simplemente hágalo. No se enrole en la burocracia de los trámites, permisos, licencias y concesiones.
16. En la muy remota eventualidad de que algún celoso funcionario público ingresara y recorriera libremente lo que eran bienes nacionales y que ahora son de su propiedad y tuviera la osadía de denunciarlo a usted, demándelo de inmediato por abusón. También acúselo de allanamiento de morada e ingresar a su nueva propiedad sin pedir permiso ni cubrir ninguna formalidad.
17. No se preocupe usted sobre el agandalle realizado en bienes nacionales. La autoridad no sabe lo que tiene bajo su cuidado. Cuando llega a saberlo, no registra esos bienes ni formaliza su existencia. Puede pasar muchísimo tiempo hasta que lo haga. En tanto eso sucede, usted gana tiempo y se quita de encima a los muy eventuales enemigos de su inversión.
18. Si lo están acusando de gandalla, compre testigos, falsee declaraciones y contrate abogados marrulleros. Use sus influencias políticas. Siempre encontrará autoridades obsequiosas y a su servicio que castigarán de manera ejemplar al funcionario que se haya atrevido a molestarlo: primero quitándole su empleo, sus derechos ciudadanos y luego con suerte, metiéndolo a la cárcel. Hay que sentar precedentes de que lado está la ley.
19. Ampárese contra cualquier acto de autoridad, que pretenda perjudicarlo. No faltará funcionario honesto y celoso de su deber –aun cuando son escasos- que pretenda aplicarle la ley. No se preocupe demasiado. Usted es propietario e inversionista que trae desarrollo a la región. Con dinero, relaciones políticas y un par de abogados marrulleros, encontrará siempre autoridades que le ayuden, desde muy alto nivel.
20. La inversión en inmuebles y/o muebles realizada por usted sobre los bienes nacionales que se agandalló, podría sufrir eventualmente algun daño o pérdida. La causa más común son inundaciones, pues muchas de esas áreas pertenecen a los cauces naturales de corrientes; también si se tratara de áreas rellenadas en riveras de cuerpos de agua o zona federal marítima terrestre. Si fuera el caso, exija de inmediato ayuda del Fondo Nacional contra Desastres Naturales (FONDEN). Algo podría recuperar de lo perdido. El estado tiene que ayudarlo.
21. Por lo general, las instituciones de gobierno le darán facilidades para dotarlo de los servicios que carece su predio federal agandallado, ahora terreno de su propiedad. Cuélguese de la línea eléctrica más próxima y conéctese a la red de agua que le quede más a la mano. Con una adecuada gestión y estímulo, pronto tendrá su predio servicios regularizados. Ello incluye caminos de acceso, telefonía y con suerte, drenaje y hasta servicio de recolección de basura. Mientras, realice sus descargas de aguas residuales al cauce más próximo y queme la basura. Sería raro que recibiera relamo y/o sanción por ello.
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LLD/Acapulco, Gro./01.07.09
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