domingo, 21 de junio de 2009

Rebelión por fraude en Irán

Rebelión por fraude en Irán



 El aliado de Daniel Ortega, Mahmud Ahmadineyad, es acusado de alterar resultado electoral para reelegirse

 La Unión Europea expresa preocupación por irregularidades en los comicios y la violencia posterior





Teherán/EFE y AFP

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Unión Europea reacciona



La Presidencia checa de la Unión Europea mostró ayer su “preocupación” por las “presuntas irregularidades” en las elecciones presidenciales, celebradas en Irán, y a los actos de “violencia” ocurridos tras los comicios.



“La Presidencia está preocupada por las presuntas irregularidades durante el proceso electoral y la violencia postelectoral, que estallaron inmediatamente después de la publicación de los resultados oficiales de las elecciones”, explicó la presidencia europea en un comunicado.

La presidencia de la UE “espera que el resultado de las elecciones presidenciales dará la ocasión de restablecer el diálogo sobre la cuestión nuclear y de clarificar la posición iraní en este asunto”.

“La presidencia espera que el nuevo gobierno de la República Islámica de Irán tome sus responsabilidades frente a la comunidad internacional y respete sus obligaciones internacionales”, añadió el comunicado de la UE.





Piden anularlas





La asociación del ex presidente reformista iraní, Mohamed Jatami, reclamó la anulación de las elecciones, la organización de un nuevo escrutinio y se mostró preocupada por la “manipulación masiva de votos”. Las manifestaciones continuaban anoche y el servicio de telefonía móvil fue interrumpido en Teherán. Al grito de “dictadura, dictadura” o de “dimisión del gobierno del golpe de Estado”, los manifestantes bloqueaban varias calles de la capital.






Al grito de “éste no es mi voto” y “abajo el Gobierno golpista”, miles de personas salieron ayer a las calles de Teherán para pedir la anulación de los comicios presidenciales iraníes, en los que el presidente Mahmud Ahmadineyad ha sido reelegido por amplia mayoría.

Las protestas, reprimidas con violencia por las fuerzas de seguridad, se recrudecieron después de que el candidato derrotado, el reformista Mir Husein Musaví, denunciara la intervención de una “mano negra” que, en su opinión, ha puesto en peligro el futuro del país y la estabilidad de la República Islámica.

El líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, desoyó las quejas y respaldó la polémica y sorprendente victoria de Ahmadineyad, quien en un discurso por televisión también negó el fraude y aseguró que el resultado “es una victoria del pueblo iraní”.

Al mismo tiempo que el Presidente de Irán se dirigía a sus conciudadanos, miles de seguidores del candidato derrotado se manifestaban en la principal avenida de Teherán, para exigir que se repitieran unos comicios cargados de irregularidades.

Ataviados con el color verde, que ha sido su distintivo durante la campaña electoral, los congregados llegaron hasta la plaza de Fatemí, cercana al Ministerio del Interior, donde fueron reprimidos con violencia por los cientos de policías y milicianos islámicos que desde la noche del viernes tienen tomada la zona.

Agentes de uniforme con porras en las manos y otros vestidos de paisanos trataron de amedrentar a los congregados, en su mayoría jóvenes y muchas mujeres, durante el recorrido.

Las mismas escenas de enfrentamiento se repitieron en diferentes puntos de la metrópoli.

CONSTATAN ANOMALÍAS

“Nos han engañado. Todo el mundo pudo verlo ayer. Ésta no es la decisión del pueblo iraní”, explicaba una joven dependiente, que como muchas otras se había unido de forma espontánea a la marcha verde, que descendía por la avenida Vali-e Aser.

Musaví proclamó su victoria el viernes poco después de que cerraran los colegios electorales, pese a que sus observadores de campaña habían detectado numerosas irregularidades.

Escasos minutos después, la agencia estatal de noticias Irna replicó que el triunfo correspondía a Ahmadineyad con más del sesenta por ciento de los votos.

Esa misma cifra fue mantenida por el Ministerio del Interior desde que al filo de la medianoche ofreciera los primeros datos, con tan sólo el 19 por ciento de las urnas escrutadas.

Escrutado el 98 por ciento, el comité electoral afirmó ayer que Ahmadineyad había logrado el 64 por ciento de los sufragios, el doble que su rival.

Conocida la cifra, Musaví volvió a denunciar ayer sábado decenas de “errores” y pidió tanto al líder como al Consejo de Guardianes —que debe validar los resultados— que anulara las elecciones y convocara una nueva fecha.

ESCONDIERON PAPELETAS

Según la campaña del ex primer ministro, durante la jornada electoral faltaron papeletas, pese a que el citado Consejo imprimió “cinco millones más de las necesarias”, se pusieron trabas al trabajo de los interventores de los candidatos e incluso “se olvidó” sellar las papeletas a algunos electores tras haber votado.

“Además, el índice de participación es sospechoso, ya que un 82 por ciento significa que técnicamente todos los iraníes votaron y sabemos que muchos se quedaron a las puertas”, denunció un abogado del equipo de campaña de Musaví.

En una octavilla, que se repartía por la manifestación y atribuida a Musaví, se advertía del peligro que suponía el fraude, mientras el candidato prometía no cejar en su empeño por encontrar la verdad y amenazaba con señalar a “los culpables y sus secretos”.

Pero el líder supremo de la Revolución, el ayatolá Alí Jameneí, cuyo poder es omnímodo en Irán, decidió ayer salir de su supuesta neutralidad y expresar en público un apoyo a Ahmadineyad, del que casi nadie dudaba.

“El presidente electo es el presidente de toda la nación iraní e incluso aquéllos que ayer fueron sus rivales deben ahora respaldarlo y ayudarle, porque es un deber divino”, afirmó.

“La participación de más del 80 por ciento de la población y los más de 24 millones de votos emitidos son motivo de verdadera celebración y una buena señal que garantiza la continuidad del progreso de la nación y la seguridad nacional”, subrayó.

En diferentes puntos de Teherán, a esa hora, miles de jóvenes gritaban “nos han engañado”.

DISTURBIOS EN BARRIOS

El ultraconservador Mahmud Ahmadinejad calificó su reelección de “gran victoria”, y agregó que las elecciones del viernes fueron “totalmente libres”, mientras las protestas de los opositores se transformaron en disturbios en algunos barrios, donde se enfrentaron a la Policía, según testigos, siendo el principal objetivo el Ministerio del Interior, un gran edificio de cemento de la época del Shah.

La capital no había vivido actos de violencia de tal magnitud desde los disturbios estudiantiles de julio de 1999.

La Policía había prohibido toda congregación de partidarios de un candidato tras el fin de los comicios, pero varios miles de leales a Musaví se reunieron en el centro de Teherán gritando consignas hostiles al Gobierno.

“¡Abajo el dictador!”, “¡Abajo el gobierno golpista”!, gritaban los encolerizados manifestantes en la plaza Vanak.

En los comicios del viernes, Ahmadinejad, de 52 años, obtuvo el 62.63 por ciento de los 39 millones 165 mil votos emitidos, frente al 33.75 por ciento para Musaví, anunció el sábado el Ministro del Interior, Sadegh Mahsuli.

AMENAZA MÁS GRAVE

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, expresó ayer sábado su esperanza de que el resultado de las disputadas elecciones presidenciales en Irán sean reflejo de la verdadera voluntad popular.

En Israel, enemigo de Irán, el vicecanciller israelí Danny Ayalon sostuvo que “si todavía había esperanzas de un cambio en Irán, la reelección de Ahmadineyad muestra que la amenaza iraní es mucho más grave”.

El mandato de Ahmadineyad estuvo marcado por un constante incremento de la tensión con los países occidentales, por sus presuntas intenciones de dotar a la República Islámica con el arma atómica y sus diatribas contra Israel.

El movimiento islamista palestino Hamas se felicitó por la reelección de Ahmadineyad, lo que constituye una “prueba del éxito” del régimen de Teherán y una “victoria de la democracia iraní”.

Francia indicó este sábado que “toma nota” de la reelección del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, y también de los “cuestionamientos” de los resultados por dos de sus adversarios, por lo que “sigue la situación de cerca”, indicó la Cancillería.

“Hemos tomado nota de los resultados de las elecciones presidenciales en Irán tal como lo anunciaron las autoridades iraníes, que reeligen, para un segundo mandato, a Ahmadineyad, así como de sus cuestionamientos por dos de los candidato”", declaró en un breve comunicado el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Eric Chevallier.

“Seguimos la situación de cerca”, concluyó.

Israel llamó a la comunidad internacional a actuar “sin concesiones” contra Irán y en especial contra el programa nuclear tras la victoria del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.

El Ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, dijo en un comunicado que “teniendo en cuenta la victoria del régimen de Ahmadineyad, la comunidad internacional debe actuar sin concesión contra el programa nuclear de Irán y la ayuda aportada por ese país a organizaciones terroristas implicadas en tentativas de desestabilización en la región”.

   
   
   
   



http://www.laprensa.com.ni/archivo/2009/junio/14/noticias/nacionales/332867.shtml

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