lunes, 2 de febrero de 2009

Huelga general en Francia: descifrar un movimiento social en marcha

Escrito por Ivanovich Torres Figueroa  
sábado, 31 de enero de 2009 


Según los sindicatos se manifestaron 2,5 millones de personas en todo el país

El paro intersindical del pasado jueves 29 no detuvo el país pero unos dos millones de personas de toda condición salieron a la calle


El descontento social hacia las políticas de Sarkozy se hizo notar

PARÍS (Francia) -/ Jueves 29 de enero, huelga general de 24 horas en todo el territorio. Los motivos: la precarización del empleo, la caída del poder de compra de la población y la defensa del servicio público. Como telón de fondo, la crisis económica mundial, como lo atesta el mensaje unitario de los 8 principales sindicatos franceses (CFDT, CFTC, CFE-CGC, CGT, FO, FSU, Solidaires, UNAS), acompañados también por varios partidos políticos de izquierda.

En días mejores donde la ironía y la provocación hacían carcajadas estruendosas, Sarkozy mostró la debilidad de los sindicatos galos: “Francia esta cambiando, más rápido y más profundamente de lo que creemos… en lo sucesivo, cuándo hay una huelga en Francia, nadie se da cuenta”, expresó el presidente francés (5 de julio 2008) al final de su alocución ofrecida al pleno del consejo nacional del partido político en el poder (UMP). Todos se dieron cuenta, en Francia, que las frases irónicas pueden ser contraproducentes en la dermis social.

Los medios franceses (algunos periódicos no fueron impresos debido a la huelga), así como medios extranjeros, enfocaron sus crónicas en las cifras. En general, según el punto de vista del interesado, hubo alrededor de 2,5 millones de personas en las calles ese día (fuente la CGT); por su parte, la policía (ministerio del interior) cifró la afluencia a poco más de 1 millón de personas. A pesar de la disparidad de las cifras, todos convergen que en las calles de las 195 ciudades donde hubo marchas, la gente nutrió las marchas.

La huelga intersindical e interprofesional del jueves 29 de enero, cierto, no detuvo al país. La parálisis de los transportes públicos (metro, tren, tranvías, autobuses) son el registro común de la amplitud del movimiento sindical. Esta razón fue tomada por varios medios de comunicación como temperatura de la huelga. Pero si nos alejamos de la factura que representa un día de paro nacional, concentrándose así en el prisma social -y no económico- obtenemos un interesante mensaje: la sociedad francesa expresó su desesperación ante la fragilidad de sus empleos, sus sueldos que no aumentan y la supresión de varios servicios públicos (cierre de hospitales en provincia, supresión de puestos en la educación nacional, entre otros).

"La crisis son ellos, nosotros somos la solución"
La sociedad francesa expresó su desesperación ante la fragilidad de sus empleos, sus sueldos congelados y la supresión de servicios públicos
Entre trabajadores del servicio público (ferrocarrileros, enfermeros, profesores, carteros, y funcionarios administrativos, etc.) fueron acompañados y en gran nombre por empleados del sector privado (obreros, empleados de supermercados, PME, empleados de bancos, etc.). En París, alrededor de 60 personas, asalariados de la operadora bursátil NYSE-Euronext, entonaron su malestar frente a las instalaciones de la bolsa parisina contra un plan de recorte de personal. Además, y es una novedad en estas acciones, la presencia de personas que marchaban por primera vez al lado de los grupos sindicales; bachilleres, estudiantes universitarios, jubilados, madres caminando al lado de sus niños, inmigrantes...

Fuera del imán parisino, la provincia registró una inmensa aportación en ciudades donde de costumbre la gente no sale a las calles a manifestarse. La respuesta del Eliseo llegó al final del día; un breve boletín donde se explica la dificultad que atraviesa Francia, debida en parte -en acuerdo con los manifestantes- ante la grave crisis mundial. En el comunicado se precisa que Sarkozy se reunirá en febrero con los líderes sindicales y patronales.

Por su parte, los líderes sindicales se reunirán el lunes próximo para analizar las acciones futuras a seguir, dando a su vez el turno a Sarkozy para actuar ante las demandas sociales registradas el día de huelga. Confrontación o negociación, apoyo a los trabajadores o la continuidad de las reformas laborales y económicas sin tomar en cuenta la opinión de la sociedad civil. 

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