jueves, 6 de noviembre de 2008

CORRILLOS

CORRILLOS

A río revuelto

En el Colegio México de Chilpancingo, se ha armado un escándalo. Resulta que los padres de familia de esta escuela privada, propiedad del alcalde electo Héctor Astudillo Flores, se quejan de que el secretario de Educación, José Luis González de la Vega, autorizó el aumento de matrícula en secundaria de 150 a 300 alumnos del plantel, para abrir el turno vespertino, usando como argumento al movimiento magisterial, pues según el dilecto funcionario, para compensar la ausencia de los maestros de las aulas públicas, se permite el ingreso de otros niños (no los que no tienen clase) en ese instituto. Sin embargo, los padres de familia hacen un recordatorio a Astudillo, de que esa estrategia es inadecuada, pues incluso el presidente Mario Moreno Arcos ya tuvo un gesto de solidaridad con los profesores en paro.

MOURIÑO EN GUERRERO

Indudablemente, la muerte del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, acaecida ayer al desplomarse la avioneta en la que viajaba, tendrá significados varios en la política mexicana. Pero en Guerrero, al fallecido funcionario se le recuerda por su última visita a Acapulco, donde anunció sin más que el proyecto hidroeléctrico La Parota va porque va. Por eso desde ayer mismo comenzó a correr la pregunta obligada: ¿se acabó el apoyo a la presa?

FUE POR PONCE

Sigue el festival de La Nao. Sin embargo, los detalles también continúan. El lunes estaba programada en el museo histórico del Fuerte de San Diego la conferencia Poetas mexicanos de la generación de los 50, a cargo del poeta y periodista cultural Dionisio Morales, pero no se llevó a cabo. La causa: nunca contactó con él la responsable del hospedaje, alimentación y transporte para los participantes en el festival, Karina Ponce Nava. Esta situación, según trascendió, ha sido más una constante que una excepción, y ha estado a punto de que otros participantes cancelaran su viaje, pues se les ha contactado de último momento.

DIAGNÓSTICO DH

El representante de la alta comisionada de la ONU para derechos humanos, Alberto Brunori, recibió ayer varias quejas. Una en particular llamó su atención: el comité interinstitucional para hacer el diagnóstico de los derechos humanos en la entidad, ha contratado especialistas externos, en lugar de apoyarse en las organizaciones civiles que forman parte del mismo comité. Ese hecho, le dijeron, convirtió a las organizaciones en meras observadoras, muy distinto a como era el proyecto original de ese diagnóstico.

http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2008/11/05/index.php?section=opinion&article=004a1pol

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