CORRILLOS

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Sierra y La Parota

La candidata del PRD, Gloria Sierra López, quien en público defiende la presa La Parota, al grado de estar vetada por el CECOP, tuvo que reconocer en privado que el proyecto no es viable y sólo servirá para intereses extranjeros, que no dará empleo constante a la población y que no será la panacea en materia de agua potable para Acapulco... pero hay que apoyarlo. Es un decir que el comentario fue en privado, porque en realidad fue un encuentro a puerta cerrada, pero con varios ecologistas, la semana pasada, en ocasión del Foro de Desarrollo Económico y Medio Ambiente en el que participaron entre otros, los grupos Guerreros Verdes, Eco-Infraestructura Social, Asociación Conciencia Ecológica y Ambiental, Jóvenes Ambientales, Protección Ecológica Subacuática, Patronato Pro-Bahía y de la Asociación Ecológica y Pro Defensa de la isla Roqueta. Tras hablar sobre las bondades del proyecto, a la candidata le pidieron en corto y honestamente una opinión, y entonces ella se confesó... aunque pero nunca dijo que se opondría a la presa.

LA NAO VA

El jaloneo por el festival de La Nao ya generó su primera víctima: la vocera de la Secretaría de Desarrollo Social, Wendy Torres, quien fue despedida –y transferida al departamento de Recursos Humanos– para que la directora de Comunicación Social del ayuntamiento, Laura Sánchez Granados, retome el control de la difusión del evento. Torres dejó un tiempo la Secretaría y después volvió, pero ya su suerte estaba echada y no duró mucho en su retorno. Por ello la DCS se hizo cargo de la conferencia de prensa donde no se invitó a los regidores de la Comisión de Cultura, lo que al final trajo como consecuencia que la secretaria fuera obligada a comparecer ante el cabildo, y salvada por una maniobra de última hora.

COBACH, LA LUCHA

En el Colegio de Bachilleres hay una lucha interna por el control de los trabajadores, entre los sindicatos que encabezan Marco Antonio Adame Bello y David Guzmán Sagredo, el primero con los académicos y el segundo con los administrativos. El caso es que según algunos empleados, entre los dos no se hace uno, pues en el último contrato colectivo incurre en algunas anomalías: que el derecho a basificación se reconozca después de cinco años de trabajo y no a los seis meses, como marca la ley. Asimismo, que el bono del Día del Servidor Público, que debía pagarse en agosto, quedó con fecha indefinida. El 7 de octubre es el recuento para ver quién de los dos obtiene la titularidad del contrato colectivo de trabajo.

http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2008/09/19/index.php?section=opinion&article=004a1pol