Gafes del Ejército sitian Tlanicuilulco y se encargan de las investigaciones

Ezequiel Flores Contreras / Chilpancingo

El poblado de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango fue sitiado por fuerzas especiales del Ejército mexicano, que tomaron
el control de las investigaciones sobre la irrupción de 50 sujetos armados con rifles AK-47 y AR-15 que se enfrentaron con un
grupo de esta comunidad donde una mujer fue asesinada en el fuego cruzado.
La agresión iba dirigida hacia la familia Ortega Jiménez, de la cual el actual diputado local perredista, Bernardo Ortega forma
parte, señalaron fuentes oficiales.
Este jueves se confirmó que la tercera víctima en los atentados del miércoles en el municipio de Quechultenengo es un hombre
que fue dejado sobre el camino de terracería que conduce al municipio de Chilapa de Álvarez, a la altura del crucero de El Jaguey
cerca del poblado de Xolocotitlán. Fue identificado como César Báez Rentería, policía municipal de Lázaro Cárdenas, Michoacán,
quien presentaba huellas de tortura y dos impactos de bala en el brazo derecho.
Las autoridades de Seguridad Pública estatal y ministeriales se vieron herméticas ante esta situación que por miedo dijeron que
no investigarían.
Por eso que desde Iguala arribaron 60 miembros del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) y dos aeronaves de la
Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), tipo Pilatus, que estuvieron haciendo labores de reconocimiento en esta zona
emblemática del narcotráfico en la entidad.
Este miércoles por la mañana aproximadamente 50 hombres armados con rifles AK-47 y AR-15 vestidos de negro y a bordo de
camionetas de lujo irrumpieron en el poblado de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, donde se enfrentaron con hombres
armados que estaban en el lugar, y una mujer que se dirigía hacia un molino de maíz fue asesinada al quedar en medio del fuego
cruzado; de forma paralela otra mujer fue ejecutada en la comunidad de Colotlipa, del mismo municipio.
Más de un centenar de soldados del 41 Batallón de Infantería, adscritos a esta capital, llegaron a resguardar la comunidad,
porque autoridades civiles y policiacas de los tres niveles de gobierno por temor a una agresión se negaron a acudir a
Tlanicuilulco, una de las cuatro comunidades más grandes del municipio de Quechultenango y zona emblemática del narcotráfico
en la entidad.
Según la versión de pobladores el ataque iba dirigido hacia miembros de la familia Ortega Jiménez, pero las autoridades locales
han optado por guardar silencio.
Sin embargo, en Quechultenango se sabe que hace dos semanas el padre del diputado local perredista Bernardo Ortega sufrió un
atentado en este poblado en el que resultó ileso.
Por eso que los pobladores de Tlanicuilulco suponen que esta nueva agresión iba dirigida contra miembros de la familia Ortega.
Según reportes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), los sujetos armados vestidos de negro y encapuchados
que irrumpieron este miércoles en Tlanicuilulco se dirigieron hacia una sencilla casa que se ubica frente al corral de toros San
Lucas y “catearon” el lugar donde volaron la chapa de la puerta a balazos y revisaron al interior del inmueble y posteriormente
dispararon por todos lados.
En seguida, un grupo que se presume era de la población atacó al grupo externo y se registró un enfrentamiento que se prolongó
por más de media hora. Hasta que los sujetos armados que viajaban en camionetas de lujo escaparon rumbo al municipio de
Chilapa donde fue tirado el cuerpo de un presunto policía municipal de Lázaro Cárdenas, Michoacán, que no se sabe si formaba
parte del grupo agresor o fue levantado en Tlanicuilulco.


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