lunes, 22 de diciembre de 2008

“El Ejército me desapareció”, confirma el campesino ecologista Javier Torres

Tras escapar, fue perseguido a balazos y con una avioneta durante una semana
“El Ejército me desapareció”, confirma el campesino ecologista Javier Torres

Fue detenido en un retén y los uniformados lo entregaron a civiles, quienes lo torturaron 4 días

ROBERTO RAMIREZ BRAVO (Enviado)

Petatlan, 21 de diciembre. El campesino Javier Torres Cruz, desaparecido durante 10 días, confirmó que el 3 de diciembre pasado fue detenido por militares en el retén de San Luis La Loma, quienes lo entregaron a civiles que lo tuvieron en el monte durante cuatro días, sin comer y sometido a golpes, pero en un descuido logró escapar.

En presencia de representantes de varias organizaciones sociales y una enviada de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), que acudieron a La Morena en una misión de observación, Torres Cruz señaló que al percatarse de su fuga, los civiles que lo tenían cautivo fueron por refuerzos, y un grupo más numeroso, pero ahora acompañado por soldados, empezó una férrea persecución en su contra durante casi una semana, la cual sólo se detuvo cuando entró en el área de La Morena.

Durante la persecución sus captores “me gritaban, tiraban balazos; donde me localizaban era balacera que tenían; me tiraban a matar, porque pegaban cerquita los balazos. Y me hablaban con vocinas de altavoz que me entregara, porque de todas maneras estaba perdido”. Puntualiza: “Era mucha gente y todos armados, traían radio, traían aparatos infrarrojos para ver de noche; yo los miraba porque presentan una lucecita, y cuando miraba la lucecita me tenía que dejar caer al suelo o rodar, lo que fuera posible porque me disparaban muchos balazos”.

Sus perseguidores “eran militares, yo miraba uniformados y mucha gente civil también”.

Javier Torres destacó cuando el 15 de marzo de 2007 La Jornada Guerrero y La Jornada publicaron que él había escuchado a Javier Valle Villa, uno de los pistoleros del ganadero Rogaciano Alba Alvarez, decir que ellos mataron a la abogada Digna Ochoa, y posteriormente, el 19 de septiembre, presentó una denuncia formal en la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal por este hecho.

Sentado bajo un árbol de mango, y flanqueado por familiares y por integrantes de las organizaciones sociales y de periodistas, cuenta que el 3 de diciembre, día de su cumpleaños, fue detenido al volver de Tecpan –a donde había hecho una visita– en un retén militar de San Luis la Loma, por soldados que eran de Petatlán, quienes lo mantuvieron con los ojos vendados y luego lo entregaron a civiles en la carretera, los cuales a su vez lo habrían llevado al monte pero “cerca de un pueblo”, donde durante cuatro días –del 3 al 7 de diciembre– fue torturado día y noche a golpes, mientras esperaban la llegada de más personas “o que llegara alguien en especial para que me viera”.

Contó que sus captores le preguntaban por qué había puesto “esa denuncia”y “más que nada me titulaban como que yo era una persona que los acusaba de muchas cosas y que por qué los acusaba, y entonces les decía que yo no sabía nada, que no sabía ni por qué me estaban golpeando”.

Al cuarto día de cautiverio “pensaron que no podía escapar o huir porque estaba bien golpeado y me desataron”, dejándolo tirado como un bulto, pero en la madrugada en un descuido echó a correr.

Al ver que huía, sus captores lo persiguieron y al día siguiente trajeron refuerzos, que eran respaldados por una avioneta.

En un momento de su huida a la sierra de Coyuquilla, por el rumbo de El Porvenir, reconocióel camino y se enfiló a La Morena, a donde llegó el 13 de diciembre, y en ese momento cesó la perescución.

Sin embargo, “le pusieron todas las ganas, me seguían, utilizaban infrarrojo para ver de noche y de hecho dos noches yo me les perdí y me encontraban, aunque yo estaba cubierto en los bosques, me encontraban porque pasaba un avión, así dos noches, como dos pasadas me dio y ya yo oía a la gente que me andaba siguiendo cerquita, oía cómo se comunicaban por radio y donde me localizaban tantito, eran balaceras que me ponían, tiraban mucho parque, mucho balazo, balacerones. Yo dilaté como tres días que me doían los oídos, porque me tiraban mucho. Cuando empezaban a disparar yo me dejaba caer al suelo, arrastrándome, rodando como podía me les escapaba y lo de que sí me di cuenta fue que era mucha gente y me hablaban con bocinas de altavoz, que me rindiera, que al cabo ya estaba perdido; yo sabía que sí estaba perdido”.

Fue “una persecución muy larga porque yo notaba que no querían dejarme salir; yo no dormía, no comía, no nada por querer escapar, no probaba tortillas; agua tomaba cuando pasaba por un arroyo o barranquitas, pero después, cuando llegue aquí a mi casa, dilate tres días que no podía comer y sentía que me iba a morir de dolor de estómago, me dolía mucho la panza”.

A pregunta de los representantes de las organizaciones, narró que las torturas consistieron sólo en golpes e insultos; dijo no estar dispuesto a cambiar su residencia para evitar otro ataque, porque el problema es con todos los hombres de la comunidad, y entonces tendrían que marcharse todos.

Del goberandor Zeferino Torreblanca, quien ha declarado que le brindaría protección, dijo que a pesar de esa afirmación nadie del gobierno del estado se ha comunicado con él, pero de todas maneras dijo no confiar porque “mandaría a las mismas personas que tienen contratadas esas otras personas. Yo no me sentiría conforme con ese tipo de protección: serían ellos mismos mis espías, al menos yo así lo pienso, quién sabe si estaría mal”.

http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2008/12/22/index.php?section=sociedad&article=006n1soc

No hay comentarios.:

Muere Dulce María ópez Patoltzin, hermana de normalista de Ayotzinapa, desaparecido en 2014

  Muere Dulce María, hermana de uno de los 43   normalistas de Ayotzinapa, a 10 años de búsqueda implacable     Hercilia Castro B Ac...