Demandan cancelar la concesión que la Conagua autorizó a la empresa Agritsa
Encaran campesinos de Juluchuca a Toledo Manzur, de la Semaren
Usar la vía legal y crear un comité de vigilancia, sugiere el secretario en una visita al campamento
Petatlán,
28 de mayo. Campesinos de Juluchuca que están en un plantón desde el 24
de noviembre encararon hoy en una reunión al titular de Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales en Guerrero (Semaren), Carlos
Toledo Manssur, y al delegado de la misma depedencia en la región, José
Martínez Espino, para exigirle solución al conflicto de la concesión
otorgada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a la empresa
Agritsa SA de CV, la cual devastó ocho hectáreas de bosque.Campesinos reclamaron a Toledo Manzur que pretendiera retirarse cuando apenas comenzaba el diálogo con el argumento de que tenía programada una reunión en Barra de Potosí.
Minutos después llegaron las activistas de Zihuatanejo, Leovigilda Chávez y Obdulia Balderas Sánchez, ésta última presidenta de la Red de Organizaciones y Grupos Ambientalistas de Zihuatanejo (Rogaz).
La campesina Francisca Rivas Vargas se quejó de que no podían hacer sus labores cotidianas porque la empresa echaba lodo y basura al arroyo desde el inicio del conflicto, y denunció que gente de Agritsa le dijo que ya tienen una demanda ante la Procuraduría General de la República.
Toledo Manzur respondió que hace unas semanas presentó el caso de Juluchuca en una mesa de conflictos ambientales que se realizó en Acapulco, donde estuvieron autoridades de Semarnat, Profepa y Conagua. Aconsejó a los pobladores a empezar por la vía legal y solicitar la manifestación de impacto ambiental; recordó que el gobernador se comprometió a resolver el conflicto y conminó a los afectados a crear un comité de vigilancia ambiental para denunciar cualquier delito al medio ambiente, pero ese comité no tendrá recursos, aclaró.
Manifestó que de haber una concesión y que la persona que la solicite, debe cumplir con estos requisitos de impacto ambiental y si la Semarnat que es la encargada ve el estudio entonces, no hay mucho que hacer.
“Nosotros hemos ido a varias dependencias y aquí tenemos los documentos pero la pregunta es por qué la Conagua le ha dado poder a esta empresa si nosotros llevamos denunciando desde 2009”, cuestionó el ejidatario Salvador Cortés.
Recalcó que la dependencia dio el permiso para el inicio de construcción en octubre de 2010 y fue en noviembre cuando la empresa devastó ocho hectáreas del bosque aledaño al arroyo.
Toledo Manzur preguntó si conocían el permiso de construcción o el estudio de impacto ambiental y pidió a los campesinos lo buscaran; Cortés respondió que la Conagua ha dicho que existe la manifestación de impacto ambiental. El comisario Jorge Luis Vargas Izazaga expresó que la Conagua les ha dicho que no tiene porque darles copia del documento.
Los campesinos le explicaron que han realizado desde noviembre pasado varios viajes al Distrito Federal y Acapulco para reunirse con autoridades pero no han tenido solución alguna y pidieron al secretario hacer el recorrido por las hectáreas devastadas en las cuales le explicaron incluso, había especies de flora protegidas por la ley.
En el recorrido, los campesinos quisieron llevar a la zona más afectada del arroyo, pero Toledo Manzur y Martínez Espino dijeron ya habían visto suficiente y no llegaron al área dañada.
Toledo Manzur y José Espino se retiraron del lugar porque iban atrasados para reunirse con pobladores de Barra de Potosí.
“Mucha parte de la molestia es que no han hecho caso, no se les tomó en cuenta a los ejidatarios, esa es la molesta, están violentando sus derechos”, dijo la ambientalista Leovigilda Chávez.
Entre los reclamos, algunas mujeres denunciaron que hombres desconocidos les tumbaron la enramada donde tenían sus utensilios provisionales de cocina, y les destrozaron la estufa de barro con la que cocinaban en el plantón.
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/05/29/index.php?section=regiones&article=006n1reg
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