Lanza Zeferino otro claro y furibundo ataque contra El Sur

Lanza Zeferino otro claro y furibundo ataque contra El Sur



Zacarías Cervantes

Chilpancingo

A tres días de que El Sur cumpliera el 3 de mayo su 17 aniversario, el gobernador Zeferino Torreblanca lanzó ayer un nuevo y furibundo ataque contra este medio, al que calificó de “poco objetivo” y acusó de “manipular la información”.
En declaraciones sin precedente por su notoria carga autoritaria, dijo que desde estas páginas se señala de “corrupto” a su gobierno sin pruebas, y que “con una facilidad del mundo, escudado en su libertad de expresión, denosta y descalifica de manera visceral y parcial”.
Sobre el director de El Sur, Juan Angulo Osorio, dijo que a pesar de que ayudó mucho al desarrollo político y a la apertura en Guerrero, “es un hombre que quedó anclado en el pasado de una izquierda vieja” y actúa con un “gran rencor” y “odio” en contra suya, pues está “obnubilado” y su “frustración” lo tiene así.
Zeferino Torreblanca Galindo fue entrevistado ayer en el noticiero de Radio Capital de las 8 a las 10 de la mañana, y en ese lapso el conductor del programa, Domingo Díaz Reyna, y el gobernador dedicaron diez minutos a atacar a El Sur, a su director y a algunos de sus colaboradores, como el cartonista Luis Otero.
En este contexto, Torreblanca Galindo dijo que él para El sur es “como una pastilla que se le atravesó en el cogote, dijeran mis paisanos y no la pueden resbalar; es una pastilla que no se pueden tragar”, definió.
El tema inició en la larga entrevista radiofónica, realizada desde Casa Guerrero, con una pregunta directa del conductor del noticiero, Domingo Díaz.
–A mí me da la impresión que algún momento, al inicio de su administración, usted tuvo una reunión con los directivos de El Sur y que no hubo un acuerdo económico, algo le pidieron de más y usted les tuvo que decir que no, y de ahí inició una batalla mediática, con toda la libertad que tienen ellos para no reconocer un mínimo avance de su gobierno y sí tener una postura, a mi entender crítica, no quiero decir irresponsable, pero sí una crítica no objetiva, ¿es cierto lo que estoy diciendo yo?, ¿no hubo un acuerdo económico con El Sur que permitiera que este periódico fuera crítico, pero objetivo? –preguntó el entrevistador, haciéndose eco de una versión que ha propalado el propio gobernador Torreblanca Galindo.
–Primero decir que, como dice el dicho popular, las penas con pan son menos, y desde luego que los medios de comunicación tienen necesidad del recurso económico para sobrevivir, como cualquier institución y organización, tiene que requerir de un presupuesto.
“Mire, más que hacer una aseveración y utilizar este espacio para dar mis razonamientos, lo único que le puedo decir es que mi gobierno no está de acuerdo cuando hay un periodismo sesgado, y no tiene la obligación de tener convenios con un medio de comunicación que tiene un periodismo militante, una forma de entender las cosas”.
Añadió: “es un medio respetable, porque de alguna manera contribuyó a que Zeferino Torreblanca en sus pininos de la política tuviera un espacio. Todo estaba cerrado, si el candidato a la presidencia municipal de Acapulco quería utilizar un medio de comunicación, no se lo permitían, y El Sur fue medio de comunicación que luchó por esa apertura, por democratizar el estado, con una visión muy abierta, al que le reconozco, a su gente”.
Pero después arremetió: “pero también a veces pasan de ser un periodismo que busca tener una línea particular, que cualquier medio de comunicación la tiene, es bien clara cuál es la línea del medio de comunicación, y se convierte en un medio de comunicación poco objetivo, un medio que manipula la información y un medio que de alguna manera señala de corrupto al gobierno, entonces si se quiere señalar de corrupto al gobierno dónde están tus pruebas”.
Dijo, asimismo, que este medio, “con una facilidad del mundo, escudado en su libertad de expresión, denosta, descalifica, señala, se mete con la familia del gobernador aunque la familia es una cosa y la otra es la otra, pero finalmente, además de recursos económicos, fue entendimiento. Yo no pedía que hablaran bien del gobernador”.
–Pero sí se sentaron ellos con usted al principio de su administración? –insistió Díaz Reyna.
–Claro.
–¿Y no hubo un acuerdo económico?
–Cobraron algún tiempo. Cobraron algunos meses, pagamos algunos meses que debíamos, algunas facturas, pero tiene que ver obviamente lo económico, es evidente.
–¿Le pidieron de más, gobernador?
–No, no me pidieron de más, nomás que no estoy de acuerdo, y se los dije claramente en aquel entonces: A ver, si tú señalas de corrupto al gobierno, mientras tú tengas la duda de que el gobierno es corrupto, no tenemos ningún convenio, para que no tengas ninguna parcialidad en el convenio y tú encuentres que el gobierno es corrupto y demuéstralo, pero no descalifiques sin tener conocimiento. Yo no sé cómo tú puedas recibir dinero de un gobierno corrupto, entonces no recibas dinero de un gobierno corrupto, primero demuestra que el gobierno está mal.
–¿Esa fue su posición con El Sur?
–Esa fue mi posición, y había una indignación, me dijeron: a mí no me cambies mi línea, y yo les dije no, no te estoy cambiando tu línea, pero no me señales. Es muy fácil utilizar las ocho columnas para decir: el hermano del gobernador está haciendo obras del gobierno y está cobrando comisiones. Es muy fácil decirlo, ¿eso es libertad de expresión, o es abusar de la libertad de expresión?
–Claro —asentó el conductor del noticiero.
–Yo lo único que he pedido es que demuestren y hoy hay una enorme amargura, hay una enorme frustración y hasta una actitud esquizofrénica que yo respeto.
–¿Le quita el sueño eso?
–No, no me lo quita eso, porque mire yo he hecho una cosa, yo los leo y los veo a ustedes a través del resumen. Ya no veo las notas. Mire, para qué me desgasto leyendo a un fulano de tal que todo lo que escriba en ese medio de comunicación va a ser para aventar estiércol.
–¿Hay critica objetiva en Guerrero?
–Claro, sí la hay y la respetamos, pero no respetamos a la crítica perversa, a la crítica llena de rencores del pasado, de los que de alguna manera recibían prebendas y hoy no la reciben. Hablémoslo claro, pero la crítica objetiva el gobernador no va a tener mas que reconocerla, aunque le duela y aunque le moleste, pero cuando ya hay una crítica sesgada, una crítica malintencionada, una crítica llena de rencor, de odio y de frustración, esa ya no le hago caso.
Añadió: “de qué sirve que yo me ponga a leer a alguien que, haga lo que yo haga, va a seguir viendo negro. El gobernador pinte de color rosa el estado, el gobernador lance la ley más avanzada del mundo, lo va a seguir viendo negro, y si los amargados van a seguir viendo negro y oscuras las cosas, entonces ya no me amargo la existencia leyendo una sarta de mentiras y de sandeces que va a escribir alguien.
–Una de las críticas mas ácidas que hay en este periódico, que, la verdad hay que decirlo, es un referente de la información política del estado de Guerrero, es una caricatura donde lo dibujan a usted como el reyecito, como un pequeño dictador, de esos de las repúblicas bananeras, ¿hacia dentro de su administración y hacia fuera de su administración usted se considera un pequeño o gran dictador, usted trabaja con ese ánimo de hacer valer lo que usted piensa, valga lo que valga —preguntó Díaz Reyna, con relación a la tira cómica del cartonista Otero, que se publica los fines de semana.
–Estoy enterado que sigue saliendo, no la veo hace mucho tiempo. Sé que, inclusive, están preparando un libro especial para incluir todas éstas, pero con esto demuestra el tamaño de la víscera. Utilizar la capacidad de un artista de la pluma para hacer una caricatura, un día sí y otro también, no sé cuántos días salga, dedicada ex profeso para criticar con gran odio y con gran rencor al que gobierna el estado, pues a mí me da inclusive mucha simpatía, y lo veo con simpatía, y cuando los vea seguramente me reiré.
–¿Alguna vez se ha reído de eso?
–Claro.
–¿Alguna vez se ha molestado?
–No, porque hay algunos excelentes caricaturistas que a mí me fascinan, por ejemplo a mí me tocó ir en un viaje con el desaparecido Alejandro Cervantes Delgado, él era gobernador y yo era dirigente de una organización empresarial, a una gira a Houston, y me tocó ir con los caricaturistas; iba Marino, iba Calderón, iba Pedro Sol, y era excelente, la divertida más grande me la di con ellos y me parece que es bueno, es una forma de denuncia, de hacer escarnio, de mofarse de las políticas equivocadas, es válida esa crítica, pero como dicen en mi casa, ya chole, con la misma y la misma pues demuestras tu odio.
“Es como si Calderón, el caricaturista de Reforma, o Pedro Sol de El Financiero, se dedicaran todos los días a hablar de Calderón. Yo creo que hasta la gente le pierde…
–¿Usted es el objeto del deseo, por decirlo de una forma, de El Sur, el objeto así…?
–Yo soy como una pastilla que se les atravesó en el cogote, dijeran mis paisanos, y no la pueden resbalar y es una pastilla que no se pueden tragar.
–¿Reconoce usted la importancia que El Sur representa?
–Toda la importancia, mi respeto absoluto a muchos de los comunicadores de El Sur, entiendo que a veces son obligados, así me lo han dicho y no lo voy a repetir, a que cambien su nota, les meten mano. Hay un gran odio del director, está obnubilado, su frustración lo tiene así.
Zeferino añadió: “de cualquier forma yo respeto mucho a Juan Angulo, lo digo con todas sus letras, es un hombre que ayudó mucho al desarrollo, pero es un hombre que se vio anclado en el pasado de una izquierda vieja”.
–¿Ayudó mucho, hoy usted cree que con este periodismo no esté ayudando?
–No ayuda, porque veámoslo con objetividad, ¿por qué no critica a algunos?, véalo usted nada más, ¿por qué no critica a otros?, a poco todo es…
–Usted es el objeto de su deseo.
–Déjeme mandarle un saludo cariñoso a los que hacen periodismo en ese medio y a todos los demás. Los respeto y los seguiré respetando. Y qué bueno que haya ese ejercicio, aunque sea un ejercicio a veces visceral, parcial, poco objetivo, pero qué bueno que lo hay, porque sirve a este estado. 

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