Asesinan a Armando Chavarría afuera de su casa en Chilpancingo
El diputado local salía de su residencia cuando fue atacado por dos hombres a fuego cruzado
La policía municipal llegó al lugar media hora luego del crimen; la federal, dos horas después
Estaba solo en el momento del atentado; su muerte consterna a la clase política del estado
MARLÉN CASTRO
Chilpancingo, 20 de agosto. Aproximadamente a las 6:50 de la mañana, dos hombres con ropa deportiva asesinaron a fuego cruzado al presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, el perredista Armando Chavarría Barrera, de 52 años, afuera de su casa, justo cuando arrancaba la marcha de su automóvil Bora gris para dirigirse al gimnasio al que todos las mañanas acudía.
El rostro del coordinador de los legisladores del PRD tenía un balazo en la frente, de 10 disparos de pistola calibre 9 milímetros que recibió. En total le tiraron en 14 ocasiones; quedó recostado en el tablero del automóvil, del lado del copiloto, razón por la que se creyó en un principio que el político estaba acompañado; sin embargo, de acuerdo con los peritos en balística, en realidad iba frente al volante y la fuerza de los impactos impulsaron su cuerpo al otro asiento.
La información sobre el homicidio fluía muy lenta, pero la gente en un abrir y cerrar de ojos llegó al domicilio de Chavarría, ubicado en la exclusiva zona Lomas Diamante, modificando la escena del crimen.
A pesar de ser un área con grandes residencias, el fraccionamiento no tiene ningún tipo de vigilancia, ni siquiera plumas que obstruyan el acceso y salida de vehículos, lo que facilitó la huida de los asesinos, y posteriormente la llegada de familiares, amigos y conocidos de Chavarría.
Algunos genuinamente llegaron a dar las condolencias a los integrantes de la familia y otros sólo fueron a curiosear cómo había quedado el cuerpo del diputado local.
Los testimonios indican que en una loma cercana a la casa de Chavarría –hay varios lotes baldíos– los atacantes, vestidos con ropa deportiva aparentaban hacer ejercicio, lo que no pareció algo extraño a esa hora de la mañana.
Pero, al parecer, desde esa posición observaban la casa del dirigente perredista, por lo que tan pronto abrió el portón eléctrico, bajaron para interceptarlo en el coche.
De acuerdo con los familiares, Chavarría estaba solo en la residencia, pues su esposa, Martha Obeso, estaba en Acapulco, y con ella estaba el único escolta del que disponen.
Se creía que Chavarría estaba con su chofer, y algunos medios manejaron que estaba desaparecido, pero llegó como dos horas después a la casa de su jefe.
Aunque el homicidio habría ocurrido entre 6:50 y 7 de la mañana, según sed reportó al número de emergencias 066, los primeros policías llegaron al lugar del crimen cerca de las 7:30, a hacer las primeras diligencias, y una hora después ya era noticia conocida en las emisiones radiofónicas matutinas.
Inmediatamente comenzaron a llegar políticos, trabajadores del Congreso y de la UAG; el primero de los políticos en aparecer fue el vicecoordinador de la fracción perredista, Sebastián de la Rosa Peláez, y en un santiamén el lugar estaba lleno de rostros desencajados de diputados, funcionarios electorales, dirigentes del sol azteca.
Entre 8:00 y 8:30 llegó el dirigente estatal del PRD, Misael Medrano Baza, y al percatarse que no había nadie del equipo de seguridad del gobierno estatal, externó: ¿y el procurador y el gobernador? Valen madre…”.
Dos horas después del homicidio llegaron agentes de la Policía Federal Preventiva, con los rostros cubiertos y armas largas. Las huellas de los pistoleros ya habían sido borradas por cientos de pisadas, pero de todos modos uno de ellos dio la orden de peinar la zona, algo que ya habían hecho muchos minutos antes los reporteros presentes.
El cuerpo fue retirado del vehículo cerca de las 9 de la mañana, pero cuando lo depositaron en la camilla para trasladarlo en ambulancia al Servicio Médico Forense (Semefo), los familiares lo metieron de nuevo a la residencia, para esperar a que llegara la esposa, quien venía de Acapulco tras enterarse del suceso.
Afuera, donde también había gente cercana a Chavarría Barrera, sólo se escuchaban las lamentaciones de los parientes.
Eran las 9:20 de la mañana cuando con un rostro pálido y desencajado llegó Martha Obeso a su casa.
Unos 20 minutos después permitieron el acceso de la ambulancia del Semefo para que se llevaran el cuerpo del político a hacer las diligencias de ley.
Martha Obeso salió a recibir las condolencias de la gente, que también estaba consternada por el asesinato.
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2009/08/21/index.php?section=politica&article=003n1pol
No hay comentarios.:
Publicar un comentario