AL PUEBLO DE MICHOACÁN:
AL PUEBLO DE MÉXICO:
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO:
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
NACIONALES E INTERNACIONALES:
A LOS ORGANISMOS NO
GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS:
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS,
POPULARES Y REVOLUCIONARIAS:
AL PROLETARIADO AGRÍCOLA
MICHOACANO:
A LOS COMUNISTAS DEL MUNDO:
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
A prácticamente un año del
surgimiento de las llamadas guardias u autodefensas comunitarias, ha quedado
demostrado el verdadero carácter y esencia de estos grupos, once meses y días
han bastado para que se quitaran el ropaje popular con el que se cubrían su
piel de cancerberos del capital. Hoy a la luz de los acontecimientos y del
análisis de la realidad objetiva se hace evidente la patente y hechura con que
están lacrados estos grupos paramilitares.
La firma del acuerdo entre grupos
de “autodefensa”, gobiernos estatal y federal el día lunes 27 de enero,
significa en los hechos la confirmación y legalización de los grupos
paramilitares en Michoacán, es una “nueva” forma del paramilitarismo
institucionalizado en México, componente activo de la estrategia
contrainsurgente y de los planes de Guerra de Baja Intensidad (GBI); se
comprueba por enésima ocasión el carácter y esencia de estos grupos, quienes
desde un inicio estuvieron organizados y estructurados desde la lógica
paramilitar contrainsurgente, siempre han rendido parte en los distintos
cuarteles dependientes de la XXI y XLIII zona militar con sede en Morelia y
Apatzingán respectivamente.
Es la salida “decorosa”,
jurídica-legal que se le da al paramilitarismo como parte de la estrategia del
Estado policiaco-militar que garantiza la militarización a lo largo y ancho del
país, bajo este argumento y mascarada mediática se justifica y pretende
legitimar el terrorismo de Estado que priva en el país como parte de la guerra
contra el pueblo. Todas las políticas desplegadas bajo este argumento, ya sea
en Michoacán o en otros estados de la república, llevan el sello de ésta
estrategia.
Es falso que su origen se
encuentre en el hartazgo social y en la necesidad de defender al pueblo; es
falso que sean una expresión genuina de manifestación popular; es falso que
hayan surgido de manera independiente del Estado; es falso que estén
“liberando” territorio michoacano en poder de la “delincuencia organizada”, es
falso que cuenten con apoyo popular, es falso que sean campesinos con fusiles
en las manos, es falso que sean trabajadores jornaleros de la región de tierra
caliente michoacana y guerrerense, es una vil mentira y parte del escenario
mediático que estén restituyendo las tierras quitadas por el narco a los
campesinos.
Los verdaderos trabajadores,
jornaleros, campesinos y obreros, son a los que han estado asesinando y
desapareciendo como parte de la limpieza social, Antúnez es un ejemplo claro de
ello, crímenes de lesa humanidad perpetrados por militares, policías, marinos y
autodefensas.
Resulta grotesco y circense el
supuesto avance del que han hecho alarde los guardias comunitarios, en tanto
que quienes sostienen la ofensiva y avasallamiento al pueblo son el ejército,
la policía federal y la marina. Estos grupos paramilitares como comparsas del
aparato represivo sólo son la pantalla mediática para ocultar los crímenes de
Estado y de lesa humanidad que a diario se están cometiendo contra el pueblo
michoacano; estos grupos son los que se encargan de la limpieza social y la
coacción al pueblo so pena de asesinarlo a desaparecerlo para obligarlo a
asistir en masa a las supuestas liberaciones de cabeceras municipales en las
que han hecho alarde de tomar.
Estamos hablando de la
conformación y actuación de un ejército de mercenarios nutrido por ex policías
de todos los niveles, ex militares desmovilizados exprofeso, militares y
policías federales en activo, de sujetos desclasados que lo único que los
motiva es el interés monetario con que los incentivan. Aunque se digan ser
defensores del pueblo es evidente que tienen origen en las propias estructuras
policiacas y militares del Estado, la operatividad, la técnica del manejo del
arma y la impunidad con que operan hablan por sí sólo de su origen y patente.
La tesis de que son una expresión
genuina del pueblo ha sido reforzada y propagada por los monopolios de la
comunicación que han hecho campaña mediática del paramilitarismo bajo distintas
caretas, y en su afán por seguir su oficio se han encargado de dar cobertura,
voz e imagen al fenómeno. Se han indignado por los crímenes cometidos por los
famosos criminales, han dimensionado entre lo ilegal y lo legítimo a los
guardias o defensas comunitarios, se han vertido opiniones, comentarios,
análisis y toda una cobertura de frente de guerra.
Pero, ¿Qué hay de los amenazados,
intimidados, torturados, asesinados, desaparecidos y los desplazados forzados
que corren por cuenta de los autodefensas o guardias comunitarios? Callan y
omiten estos crímenes de lesa humanidad, nada dicen del terror que se han
encargado de sembrar en toda la región de tierra caliente y costa michoacana, ni
de los abusos que comenten a diario como parte de su ideario paramilitar
cometidos en retenes conjuntos entre militares, marinos y autodefensas.
Nada se dice, mucho menos se
cuestiona la ilegal y fascista práctica de video grabar, fotografiar y obligar
en los retenes a dar dirección, identificación y toda información de índole
personal que pasa a ser parte de la base de datos con la cual se aplica la
limpieza social y se garantiza la impunidad de militares, marinos y guardias
comunitarios. Porque para estos “defensores del pueblo” a sus ojos todos son
criminales y si no se copera con ellos entonces se es contrario, “caballero
templario” o gente de “ellos”.
Que nadie se confunda, en
Michoacán los llamados grupos de autodefensa o guardias comunitarios, son
paramilitares que obedecen a la lógica del paramilitarismo ramplón del siglo
XXI, promovido y patrocinado desde las entrañas del imperialismo estadounidense
en su estrategia contrainsurgente y agresión permanente a los pueblos de
América Latina y el mundo.
Lo que está aconteciendo en la
región de tierra caliente y la costa michoacana es parte de una ofensiva
policiaco-militar y paramilitar contra el pueblo michoacano que no ha cesado
desde que asumió la presidencia el ilegitimo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa,
continuada y profundizada con la actual junta administrativa.
Ciertamente existe una guerra,
pero esta está enfilada contra el pueblo en general, contra la disidencia
política y particularmente contra el movimiento popular independiente que ha
expresado su repudio a través de la protesta y acciones de masas al conjunto de
reformas neoliberales impuestas desde las cúpulas oligárquicas y de politicastros,
reformas draconianas acompañadas de una serie de medidas policiaco-militares de
corte fascista.
En esta guerra contra el pueblo,
en esta agresión permanente hacia el pueblo michoacano los grupos paramilitares
han estado haciendo “el trabajo de limpieza” social al Estado, sirviendo de
manera directa e indirecta a la oligarquía local, nacional y transnacional en
el proceso de acumulación originaria de capital que se opera en estos momentos
en territorio michoacano.
Estos llamados comunitarios o autodefensas
son igual de responsables que el ejército y la policía federal en la ejecución
de crímenes de lesa humanidad, ejecuciones extrajudiciales, violaciones de
derechos humanos y constitucionales de todo tipo, detenciones-desapariciones,
tortura, violación, asesinatos y masacres…
Guerra de Baja Intensidad y
estrategia de contrainsurgencia es el verdadero fondo en Michoacán, ni guardias
comunitarios, ni grupos de autodefensa, ni confrontación con la “delincuencia
organizada” sólo terrorismo de Estado y violencia desde y para el Estado.
En síntesis, es el reflejo
inequívoco e irrefutable de la función del Estado burgués mexicano con su
característica particular del Estado policiaco-militar servil a la burguesía
local, oligarcas e imperialistas. Lo que verdaderamente está en juego es la
materia prima para la industria minera y armamentística, y el lugar
geoestratégico que representa el puerto de Lázaro Cárdenas para la realización
de la mercancía no sólo de origen nacional, sino la mercancía en sí como forma
manifiesta del capital monopolista internacional.
Existen múltiples concatenaciones
entre el caso de Michoacán y el resto del país desde el norte hasta el sur con
los acontecimientos internacionales que han “cimbrado al mundo”, el caso Siria,
Libia, Irak, el Medio oriente y Norte de África. Estas concatenaciones son la
acumulación originaria del capital, la expansión y dominio del capital
monopolista transnacional sobre pequeños productores, lo que implica
concentración y acumulación de capital en la oligarquía imperialista,
secundados por burgueses nacionales, politicastros y caciques que se ven
amenazados por la crisis estructural del capitalismo. El sello distintivo es la
estrategia y táctica imperialista que se está aplicando a nivel internacional
con especificidades concretas de Michoacán.
Estamos ante un fenómeno
socioeconómico y político, sin embargo, existen responsables directos, en
específico los actuales personeros de la junta administrativa actual, Enrique
Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong, Fausto Vallejo Figueroa, Alfredo
Castillo Cervantes,Manlio Fabio Beltrones y la caterva de politicastros que los
aplaude y secundan, todos fervientes apologistas de la violencia y terrorismo
de Estado, fieles cancerberos de los intereses imperialistas.
Michoacanos, mexicanos, como
parte de la lucha de clases el enemigo ha enfocado y focalizado sus fuerzas
para defender y perpetuar sus intereses. Dentro de este contexto al pueblo y
sus organizaciones, al conjunto de los oprimidos y explotados corresponde
cerrar filas en torno a las fuerzas revolucionarias, ¡Si se ha de derramar
sangre que no sea en vano y entre hermanos de clase!, que sea por el interés
común que a todos nos atañe en esta patria, que sea por la emancipación total
de la dictadura burguesa y del yugo del capital, que sea ¡por la revolución
socialista!
A todos aquellos michoacanos que
han sido arrastrados por la nebulosa confusión creada por el binomio medios de
comunicación-Estado, que azuzan a voluntades que desean ver a su pueblo verdaderamente
emancipado y a las fuerzas revolucionarias en acción y confrontación directa
contra el Estado, a todos ellos, los convocamos a abandonar las filas del
paramilitarismo, a enderezar sus fusiles contra el enemigo de clase, a engrosar
las filas de la revolución socialista.
Al conjunto de las fuerzas
progresistas y revolucionarias a mantenerse atentos sobre los acontecimientos
en Michoacán, a nuestros militantes, colaboradores y simpatizantes a estar
¡alerta! en esta nueva escalada represiva y de terrorismo de Estado, a tomar
las medidas pertinentes que la realidad objetiva demanda dentro del contexto de
la guerra contra el pueblo, a seguir desarrollando las formas tácticas y
estratégicas de organización clandestina.
¡A CERRAR FILAS CONTRA EL TERRORISMO
DE ESTADO!
¡A IMPULSAR LA VERDADERA
AUTODEFENSA DEL PUEBLO!
¡A SEGUIR EXIGIENDO LA
PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS
PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ ESTATAL
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR
REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA DE ZONA
DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR
Año 50.
Desde algún lugar del estado de
Michoacán de Ocampo, a 31 de Enero de 2014.
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