Por Guadalupe Lizárraga
Los muertos cercanos a Peña Nieto
“Nos está exterminando”, dice Agustín Estrada, sobreviviente de tortura por parte de Enrique Peña Nieto, a quien ha denunciado sistemáticamente, desde 2007, por violaciones de derechos humanos ante organismos oficiales y medios de comunicación en México. Estrada habla en plural, porque se refiere a la primera esposa del candidato a la presidencia del PRI, Mónica Petrellini, quien muere el 11 de enero del mismo año en que se dieron los primeros atentados contra Estrada Negrete y contra los cuatro guardaespaldas de Peña Nieto, asesinados el 12 de mayo también de ese mismo año. Todos ellos sabían de la homosexualidad de Peña Nieto.
Su esposa Mónica los sorprendió teniendo relaciones sexuales dentro de la oficina del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de la LV Legislatura en la Cámara de Diputados del Estado de México, según el testimonio de Estrada. Recuerda que fue a mediados de 2004, y que en esa ocasión fue cuando le entregó Peña Nieto un mensaje de amor escrito de prisa en una hoja de papel, con su firma y que aún conserva.
Estrada Negrete también se refiere a los guardaespaldas asesinados y reconoce a uno de ellos que era el que lo recogía en su casa o en la oficina para llevarlo al Hotel Tollocan, de Toluca, uno de sus lugares de encuentro. “Sus guaruras iban por mí. Es el moreno de camisa blanca con rayas”, dice Estrada, y “es la misma camioneta en que me trasladaban”.
Reconoce Agustin Estrada a guardaespalda esjecutado. Foto: Notimex
El maltrato y las golpizas
La primera golpiza que recibió Agustín Estrada por parte de Enrique Peña Nieto fue después del desencuentro éste último tuviera con su esposa Mónica. El reclamo era que los había descubierto por la supuesta “culpa” de Estrada, y eso se tornaba un problema grave para su matrimonio, según le gritaba el candidato. Otra de las ocasiones en que Estrada fue agredido físicamente por Peña Nieto se dio en noviembre de 2006, en el proceso de las elecciones para gobernador. Esa ocasión, dice, Estrada que su esposa se molestó mucho por su presencia en el presidium. Y posteriormente, Peña Nieto citó a Estrada en las oficinas del PRI en el Estado de México. Ahí volvió a reclamarle, y volvió a agredirlo físicamente, dejándole un hematoma en un brazo.
Quien llegó a saber de estos actos de violencia, fue el actual gobernador Eruviel Ávila Villegas, por la estrecha relación que mantenía con Estrada. En ese tiempo, Eruviel y Peña Nieto no eran cercanos, declara Estrada, y “podía confiarle ciertas cosas” a Eruviel.
Poco después de la segunda golpiza que le diera peña Nieto a Estrada, éste se encontró con Eruviel en un evento artístico con padres de familia y fue cuando el funcionario le preguntó por esos golpes, el más notorio en el brazo.
Estrada estaba siendo víctima de violencia y, sin embargo no podía negarse a los encuentros con Peña Nieto, porque era un hombre vengativo y con mucho poder, dice.
Sobre la última conversación con Peña Nieto
Agustín Estrada, en la última conversación que sostuvo con Enrique Peña Nieto, según su testimonio, fue de reclamos por parte del ahora candidato presidencial. Para este encuentro, ya había pasado el día en que Estrada decidió reivindicar los derechos de los homosexuales y manifestar públicamente su preferencia sexual en el Día internacional contra la homofobia, 17 de mayo de 2007.
“Peña Nieto insistía en que yo tenía la culpa de lo que me estaba pasando”, dice Estrada, “por haberme vestido de mujer”. Así que otro de sus reclamos, en esa conversación dice, fue que Estrada andaba “en esos grupos”, ayudando a los discapacitados y a los niños con necesidades especiales. La discusión surgió por unos aparatos auditivos y sillas de ruedas que le pidió Estrada para los padres de familia del Centro de Atención Múltiple 34, con estas necesidades. A lo que Peña Nieto le habría respondido que ese equipo se lo había dado porque Estrada se lo pidió expresamente, no porque le interesaban los niños con discapacidad, cuenta.
Estrada Negrete concluyó un doctorado en Educación, por la Universidad INACE, en la Ciudad de México, que de acuerdo a su testimonio, lo solventaba Enrique Peña Nieto, pero cargado al presupuesto del actual gobernador Eruviel Ávila Villegas, nombre con el que se expedían las facturas de colegiatura. Su tesis profesional fue sobre problemas de aprendizaje en niños de quinto año de la escuela primaria. Por la misma universidad realizó una maestría en Psicología. Y es egresado de la licenciatura en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional.
La conversación de ese día concluyó en una nueva amenaza por parte de Peña Nieto, según Estrada, diciendo “Te voy a romper tu madre” y “quienes se van a encargar de meterte a la cárcel van a ser terceras personas”. Y así lo cumplió el candidato. Quienes lo metieron al reclusorio Almoloya de Juárez, sin siquiera una orden de aprehensión fueron Ernesto Monroy Yurrieta, Gerardo Dorantes Mora, Miguel Cruz Morales y Roberto Cárdenas Vera, funcionarios asesores de la Secretaría General de Gobierno del Estado de México, con la causa penal 108/2009.
Eruviel tuvo que disciplinarse ante Peña Nieto por gubernatura
Agustín Estrada, no sólo fue recluido en la cárcel. Fue violado por reos y policías, fue golpeado y humillado. Se le obligó a pagar fianza, y el día que salió de la cárcel le pusieron una camiseta que decía “puto”. La Comisión Estatal de Derechos Humanos declaró que no se habían violados sus derechos, la “violación había sido consensuada”. Pese a argumentos y discusiones, la CEDH dijo que los policías habían tenido sexo con él en el reclusorio, pero que no se trató de ninguna violación. Tampoco le quisieron aceptar la denuncia ante los Ministerios Públicos de Ecatepec y Toluca.
Su relación con Eruviel Ávila se volvió distante, dice, ni le valió para evitar más agresiones. Antes, “él se portaba muy bien conmigo y no me escondía. Me respetaba”. En una ocasión, estrada invitó a un evento de la comunidad escolar a Eruviel, entonces diputado. Cuando el funcionario tomó el micrófono para agradecer el evento a Estrada, ya que era el director de la escuela, se refirió a él como "un estuche de monerías" y le habló a la comunidad del doctorado que estaba estudiando Estrada.
Pero cuando quiso regresar a la escuela para recuperar su trabajo, en septiembre de 2009, todo había cambiado, sostiene Estrada, aunque él seguía teniendo su nombramiento de director de la escuela. De nuevo, los policías llegaron a impedirle el paso haciendo una valla ante la puerta de la escuela. Un helicóptero sobrevolaba la zona. Eruviel era ya el presidente municipal y no contestaba sus llamadas.
Los siguientes meses fueron pelear por sus derechos laborales, con el grupo de madres de familia que lo apoyaron en todo momento, dice Estrada. Pero también se giraron órdenes de aprehensión contra las madres y dos menores, quienes fueron llevados al Ministerio Público de San Cristóbal de Ecatepec, al de Ciudad Cuauhtémoc y al de San Agustín. Incluso, los niños fueron llevados al Cerezo de adultos. Y todos tuvieron que pagar fianza por su salida. La causa penal era “por obstruir las vías públicas”. Tiempo después, Eruviel volvió a buscarlo y se vieron varias veces. Le pidió disculpas, dice Estrada, “pero tenía que ser disciplinado con quien le había dado la gubernatura”.
Todos estos actos de discriminación y violación de derechos humanos fueron difundidos con oportunidad en diferentes medios mexicanos, y algunos extranjeros como el de la revista francesa Têtu, algunos con detalles precisos, otros de manera general. Fueron puestas las denuncias formales ante los distintos organismos de derechos humanos de nivel nacional y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Sin embargo, las agresiones no cesaron por parte de Enrique Peña Nieto, ni aún después del atentado que casi le quita la vida a Agustín Estrada Negrete, el 15 de septiembre de 2010.
Esta carta fue escrita por Agustín Estrada y recibida el 29 de abril, en esta edición.
Lic. Guadalupe Lizárraga. Directora del Periódico Los Ángeles Press. Presente:
Por medio de esta carta reciba un afectuoso saludo y, al mismo tiempo, le expreso mi eterno agradecimiento por ser la única reportera que ha publicado la historia completa, sin censura, referente a la violación de mis Derechos Humanos en México, por la tortura, el hostigamiento penal, la discriminación, la homofobia, el abuso de poder y la tiranía que me ha tocado sufrir y padecer por mi expareja homosexual Enrique Peña Nieto. Agradezco su vocación de servicio, su profesionalismo, su investigación, su metodología y sobre todo que me haya dado voz. Respetuosamente
http://www.losangelespress.org/agustin-estrada-documento-tortura-y-violaciones-por-parte-de-enrique-pena-nieto-desde-2007/
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