El mar, donde al caer
las estrellas se materializaban en Xihuacan
Hercilia Castro
Petatlán, 25 de febrero. Xihuacan significa(los que poseen
la turquesa) y fue un gran centro ceremonial donde se reunían diversas etnias y
tribus, los objetos más cotizados por ser en la cosmogonía prehispánica eran la
sal y las conchas marinas; las estrellas caídas al mar convertidas en los ojos
de los dioses.
Ubicada la zona en la Soledad de Maciel, municipio de Petatlán,
a casi tres kilómetros de la pirámide “montículo B” se puede observar el
llamado cerro de los brujos o también conocido como el Cerro de Huamilule, cuentan los pobladores que etnias como los
cuitlatecos, zapotecos, tepoztecos, se reunían para intercambiar o hacer el
comercio de varios productos y rituales ceremoniales.
Los datos hablan de que en
área se localizaron rocas de granitos con “pocitas” en la parte superior
conocidas como tehuacallis u ojos de Dios,
elementos relacionados para “propiciar la lluvia y alimentar a las rocas”.
Los pobladores de la Soledad de Maciel, aseguran que en el
centro ceremonial de ese lugar, la sal y las caracolas o conchas eran los
objetos más preciados, ya que venían de otras tribus para llevarse esos objetos
que eran usados como adornos de lujo para las ornamentas y vestimentas.
El investigador Rodolfo Lobato Rodríguez describe que la
pirámide es de dos hectáreas y forma parte de todo lo que es el centro
ceremonial “de acuerdo a la cerámica que hemos encontrado aquí predominan dos
culturas que son la zapoteca y la teotihuacana, parece que en ese tiempo había
confederaciones de asociaciones étnicas que eran tan avanzadas que empezaron a
entrar aquí a la Costa Grande”.
Lobato Rodríguez resaltó que esto fue relacionado con la
fertilidad de la mujer, “con el agua” y se atribuía que las gotas de lluvia
eran las estrellas que caían en el mar para posteriormente convertirse en los
llamados ojos de Dios.
“El mar se relacionaba con la maternidad y se decía que las
conchas eran la materialización de las estrellas”, subrayó.
De acuerdo con los expertos del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), podrían llevar a culturas hasta mil 500 años
antes de Cristo, desde el preclásico hasta el posclásico, y serían considerados
semejantes o más importantes que los de Teotihuacán o Chichén-Itzá.
Otro de los hallazgos más importantes en Xihuacan en la Soledad de Maciel es el juego de pelota más grande de Mesoamérica de 160 metros de largo por 29 de ancho, donde actualmente se han hallado fosiles de restos humanos que los arqueólogos Lobato Rodríguez y la delegada del INAH en la entidad, Blanca Bedolla Padilla aseguran eran parte de rituales ceremoniales para atraer la lluvia.
Este 5 de junio los arqueólogos ahan anunciado se verá desde la zona Xihuacan la conjución de Venus con el sol desde la pirámide B que coincide con la vista exacta del Cerro del Huamilule un fenómeno que sucede cada 105 años y los astros "caerán" justo en el horizonte que da al nombrado cerro ubicado en la comunidad de Barra de Potosí, municipio de Petatlán.
El Cerro del Huamilule era para los Xihuacanos el dios Tlaltecutli, ya que debido a la alineación de la ciudad con Venus, el Sol y la estrella Polaris, se observa desde allí cómo el dios “devora” en el ocaso al planeta y al Sol.
Llamado también, el Devorador de Astros dentro de la cosmogonía Xihuacana.
La Soledad de Maciel fue ocupada de manera continua durante
3 mil años.
Fotos: Hercilia Castro
@HerziliaKatito
El mar donde al caer las estrellas se materializaban by Hercilia Castro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario