Sitúan a Acapulco como la cuarta ciudad con más portadores de VIH: Aca Sida
Karla Galarce Sosa
La coordinadora del programa de prevención de la agrupación Aca Sida, Diana Paz Radilla aseguró que quienes se saben portadores de VIH, cuando sufren estigma y discriminación llegan a morir de depresión, aún con el tratamiento antirretroviral.
Informó de un subregistro importante cuyos cálculos, rebasan los 20 mil infectados en Guerrero y ubican a Acapulco en la cuarta ciudad con mayor número de portadores de VIH en el país.
La psicóloga dijo que quienes sufren por discriminación o estigma y son aislados, no llegan a tener contacto humano cálido, lo que les lleva a sentirse sin apoyo e incluso cuando están tomando un tratamiento antirretroviral, con el alejamiento de la sociedad llegan a morir de depresión.
Paz Radilla explicó que “la depresión, biológica y químicamente genera toxinas en nuestro cuerpo, en nuestro cerebro mata neuronas, entonces con un sistema ya debilitado, el cuerpo no resiste, incluso, ha habido personas que no llegan a sentirse seres humanos por ese alejamiento, por discriminación desde sus familias”.
Informó que Acapulco es la cuarta ciudad del país con más personas que viven con VIH y en el Sector Salud, hasta diciembre de 2009 había 3 mil 30 personas inscritas en el padrón, sin embargo habló de la existencia de un subregistro muy importante de hasta seis veces más esa cifra.
“Esa multiplicación nos arroja que más de 20 mil personas tienen VIH, tienen un diagnóstico y no toman ningún tipo de tratamiento y calculamos que sólo un 15 por ciento de las personas con VIH, reciben un tratamiento integral con asesoría psicológica y antirretrovirales”, lamentó la integrante de la organización civil.
Ante el reporte de actos discriminatorios de los que son objeto quienes padecen la enfermedad, la especialista destacó la importancia de que se den pláticas a niños y jóvenes, familiares y amigos de quienes son portadores del virus para saber cómo sí y como no se transmite el virus.
“Eso es para que sepamos que con cualquier contacto cotidiano, estamos libres de riesgo; porque los podemos, besar, bailar con ellos y no nos pasa absolutamente nada”, dijo.
Indicó que el programa de acompañamiento que el grupo Aca Sida desarrolla, consiste en realizar asesorías de acompañamiento antes, durante y después de la prueba para confirmar o descartar la presencia del virus.
“Se les proporciona la información y la atención psicológica para que cuenten con la contención en información y en calma, tanto médica, como respecto a su estado actual de salud. Cuando se trata de un resultado negativo, se les provee de todas las medidas preventivas del VIH para no volver a estar en esa situación de duda; en cambio cuando se trata de un resultado positivo, se les proporciona toda la información de su estado actual de salud, para darles el tratamiento antirretroviral y ayudarles a crear un ambiente para que ellos comiencen a modificarlo”, indicó.
Actualmente, subrayó, la gente no muere de VIH, muere a causa de las enfermedades oportunistas, ya sabemos que pueden llegar a vivir 20 o 30 años, igual que unas personas con diabetes o con cáncer.
Dijo que se requiere crear el ambiente para que los portadores de VIH cuenten con una red de apoyo que les permita involucrarse, adaptarse y vivir esa nueva etapa en su vida.
“Se les orienta a sus familiares, amigos y a quienes tienen la intención de romper con todo el estigma, la discriminación hacia las personas que viven con el VIH”, concluyó.
http://www.suracapulco.com.mx/nota1.php?id_nota=102155
Karla Galarce Sosa
La coordinadora del programa de prevención de la agrupación Aca Sida, Diana Paz Radilla aseguró que quienes se saben portadores de VIH, cuando sufren estigma y discriminación llegan a morir de depresión, aún con el tratamiento antirretroviral.
Informó de un subregistro importante cuyos cálculos, rebasan los 20 mil infectados en Guerrero y ubican a Acapulco en la cuarta ciudad con mayor número de portadores de VIH en el país.
La psicóloga dijo que quienes sufren por discriminación o estigma y son aislados, no llegan a tener contacto humano cálido, lo que les lleva a sentirse sin apoyo e incluso cuando están tomando un tratamiento antirretroviral, con el alejamiento de la sociedad llegan a morir de depresión.
Paz Radilla explicó que “la depresión, biológica y químicamente genera toxinas en nuestro cuerpo, en nuestro cerebro mata neuronas, entonces con un sistema ya debilitado, el cuerpo no resiste, incluso, ha habido personas que no llegan a sentirse seres humanos por ese alejamiento, por discriminación desde sus familias”.
Informó que Acapulco es la cuarta ciudad del país con más personas que viven con VIH y en el Sector Salud, hasta diciembre de 2009 había 3 mil 30 personas inscritas en el padrón, sin embargo habló de la existencia de un subregistro muy importante de hasta seis veces más esa cifra.
“Esa multiplicación nos arroja que más de 20 mil personas tienen VIH, tienen un diagnóstico y no toman ningún tipo de tratamiento y calculamos que sólo un 15 por ciento de las personas con VIH, reciben un tratamiento integral con asesoría psicológica y antirretrovirales”, lamentó la integrante de la organización civil.
Ante el reporte de actos discriminatorios de los que son objeto quienes padecen la enfermedad, la especialista destacó la importancia de que se den pláticas a niños y jóvenes, familiares y amigos de quienes son portadores del virus para saber cómo sí y como no se transmite el virus.
“Eso es para que sepamos que con cualquier contacto cotidiano, estamos libres de riesgo; porque los podemos, besar, bailar con ellos y no nos pasa absolutamente nada”, dijo.
Indicó que el programa de acompañamiento que el grupo Aca Sida desarrolla, consiste en realizar asesorías de acompañamiento antes, durante y después de la prueba para confirmar o descartar la presencia del virus.
“Se les proporciona la información y la atención psicológica para que cuenten con la contención en información y en calma, tanto médica, como respecto a su estado actual de salud. Cuando se trata de un resultado negativo, se les provee de todas las medidas preventivas del VIH para no volver a estar en esa situación de duda; en cambio cuando se trata de un resultado positivo, se les proporciona toda la información de su estado actual de salud, para darles el tratamiento antirretroviral y ayudarles a crear un ambiente para que ellos comiencen a modificarlo”, indicó.
Actualmente, subrayó, la gente no muere de VIH, muere a causa de las enfermedades oportunistas, ya sabemos que pueden llegar a vivir 20 o 30 años, igual que unas personas con diabetes o con cáncer.
Dijo que se requiere crear el ambiente para que los portadores de VIH cuenten con una red de apoyo que les permita involucrarse, adaptarse y vivir esa nueva etapa en su vida.
“Se les orienta a sus familiares, amigos y a quienes tienen la intención de romper con todo el estigma, la discriminación hacia las personas que viven con el VIH”, concluyó.
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