¡si se mueve!

“No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos.” Martin Luther King Francisco Velasco Zapata

Parte o quizá toda la jerarquía católica decidió entrar de lleno a realizar política electoral mediante distintas acciones. Una de ellas es la publicación de un folleto finamente impreso en papel cuché donde le sugiere a la ciudadanía: “La decisión correcta está en tus manos… vota (…) Como pastores preocupados por la buena marcha de la vida social ofrecemos nuestra reflexión a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia, tanto a los candidatos como a los electores. (…) En nuestro mensaje presentamos algunos aspectos relevantes de la situación socio política en que vivimos (ver), en seguida destacamos la importancia de la democracia, la nobleza de la política, la importancia del voto y los valores y principios éticos para un político (juzgar) y terminamos señalando algunas pistas de acción (actuar)”

Nadie duda en este país de la fuerza y capacidad de organización de las iglesias y agrupaciones religiosas, particularmente de la capacidad de la iglesia católica. De la última, nadie duda de su capacidad de influencia para orientar la voluntad de sus feligreses, sobre todo de los fanáticos, de los menos preparados y de quienes asumen posturas ortodoxas; Pocas personas son ajenas a la intervención que tuvo la mitra en la alternancia en la Presidencia de la República del año 2000 en México; por ello, vale la pena recordar que ya no estamos en el tiempo de la “Nueva España”, México dejó de ser colonia hace casi doscientos años; por su parte, el ex presidente Juárez promovió una de las más importantes reformas políticas del país cuando a mitad del siglo XIX estableció en la ley el principio histórico de la separación del Estado y las iglesias. Desde entonces las leyes mexicanas prohíben a los prelados hacer política. En nuestros días, esa prohibición está expresada clara y llanamente en el artículo 130 de la constitución mexicana, la “Carta Magna”, la “Ley Suprema de la Unión”. En esta materia la autoridad responsable de la aplicación de la ley es la Secretaría de Gobernación, aunque al Instituto Federal Electoral “IFE” le corresponde estar atento mientras haya procesos electorales en virtud de su carácter de árbitro de los mismos.

Todo mundo sabe que el activismo de la iglesia, aunque lo quieran aparecer inocuo, es claramente violatorio de las disposiciones contenidas en el inciso e) del artículo 130 referido, el cual dispone que: “los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna.” Más importante, aún, es que muchos creyentes y seguidores de la religión católica reprochan que los jerarcas de la misma se entrometan en asuntos políticos. Consideran que no se debe mezclar una cuestión de “Fe”, divina, con asuntos altamente salpicados de corrupción, impunidad, autoritarismo y muy lejana de los motivos que llevan a la gente a los templos.

Por eso no es de extrañar que el movimiento en pro del voto nulo, voto blanco o “yo voto como quiera” esté creciendo de manera exponencial. Porque no se ve que las autoridades hagan su papel de garantes de la ley; no se ve que tengan intención de respetar las leyes que “ellos mismos se han dado”. Por eso es que muchos movimientos ciudadanos -como el descrito- se oponen a las consignas que sólo buscan perpetuar a un grupo de bribones en el poder. Por ello es que el movimiento ciudadano “voto blanco” o “anula tu voto” es novedoso, interesante y eso que apenas es una muestra de la punta del “Iceberg” del hartazgo de los ciudadanos frente al régimen partidocrático electoral que se derrumba un día sí, otro también y sólo se sostiene por el clientelismo impune que con el dinero de nuestras contribuciones forzosas -léase impuestos- opera durante la mayor parte de los años y meses previos a las jornadas electorales. Un clientelismo que hace a un lado ideologías y banderas de lucha y que inhibe las propuestas de gobierno más tenaces, más progresistas y que la ciudadanía no ve llegar.

No obstante la lucha de estos movimientos ciudadanos será titánica porque seguirá enfrentando a los “poderes fácticos”, a los sectores privilegiados de la sociedad, a los que están ejerciendo el gobierno en turno, a los miembros de las cúpulas partidistas, a los “supermillonarios” de este país -beneficiarios de la corta pero sustancial época del neoliberalismo económico que hizo que nuestro país produjera algunos de los hombres más ricos del mundo en tiempo record- y que a la fecha mantiene a casi setenta millones de compatriotas mexicanos en estado de pobreza y pobreza extrema. Ya falta menos para las jornadas electorales de próximo 5 de julio. Lo único novedoso de este proceso -ya lo registra la historia- será la promoción del voto nulo, del voto blanco, el movimiento de los que pueden hacer historia al poner en “jaque” al sistema partidocrático actual, el movimiento de los que no se ven reflejados en los partidos políticos y ven que este movimiento ciudadano si se mueve y ya los movió. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo.

Presidente de Parlamento Ciudadano A. C.