MARLEN CASTRO
Zumpango, 12 de abril. El Crestón Rojo, un cerro de unas 250 hectáreas que tiene tanto oro como Los Filos y El Bermejal, es objeto de una disputa entre los comuneros de Mezcala y los ejidatarios de Carrizalillo, ambos del municipio de Zumpango.
Viendo hacia el este desde el ejido de Carrizalillo, al lado izquierdo de los cerros cercenados de Los Filos y El Bermejal, en los que el corporativo Goldcorp extrae alrededor de 245 mil onzas de oro al año, se yergue –aún incólume– el Crestón Rojo, a donde la compañía minera pretende ampliar por otros 10 años su proyecto de extracción del metal.
Los Filos, El Bermejal y el Crestón Rojo forman parte de la franja conocida como El cinturón de oro, que comienza en Mezcala y cierra hasta el municipio calentano de Arcelia, abarca una extensión de 125 kilómetros de largo, por 45 de ancho, según información de la Dirección de Promoción Industrial, Agroindustrial y Minera, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno del estado.
Desde el cerro conocido como El Platanal –que también contiene oro pero que no será tocado, por los vestigios arqueológicos que guarda– Valeriano Celso Solís, presidente del Consejo de Vigilancia del comisariado ejidal de Carrizalillo, defiende que El Crestón Rojo les pertenece y que los de Mezcala nunca habían peleado por él, sino hasta que llegó la canadiense Goldcorp con su proyecto de explotación.
El campesino –convertido en dirigente agrario desde 2007, cuando el ejido inició las protestas para que Goldcorp pagara un precio justo por sus tierras–, desde donde está señala los puntos trinos de Carrizalillo, de acuerdo con la resolución presidencial de 1937.
En concordancia con las mohoneras Mina Verde y La Garganta, Crestón Rojo quedaría dentro de este ejido, pero en 2007 los comuneros de Mezcala, asesorados por Abad Guevara Martínez, alegaron otros linderos y se fueron al Tribunal Unitario Agrario a pelear lo que, dicen, les pertenece.
La resolución presidencial que reconoció a los habitantes de Mezcala sus bienes comunales data de 1957, 20 años después de la dotación de tierras al ejido de Carrizalillo, por lo que, asegura Celso Solís, tienen la certeza de mantener la propiedad sobre Crestón Rojo.
Los de Mezcala, antes de Goldcorp, no habían alegado la propiedad del Crestón Rojo, tan es así que reconocían a Carrizalillo como propietaria del yacimiento subterráneo conocido como Los Diegos, ahora también explotado por la compañía minera, pero antes pertenecía a Peñoles, el que queda justo en la base del codiciado cerro.
Este año, por intermediación de la Secretaría de Desarrollo Económico, los comuneros de Mezcala accedieron a retirar su demanda del Tribunal Agrario contra Carrizalillo y el conflicto se dirime con la intermediación de autoridades estatales, para evitar que el proyecto minero de Goldcorp se vea interrumpido.
Por cualquier punto de Carrizalillo se nota la efervescencia por el metal amarillo. Los caminos de terracería son transitados por unidades propias de la actividad minera que van y vienen, explorando los cerros.
Hace días, la empresa Grupo México, propietaria de la mina de carbón en Pasta de Conchos –en San Juan de Sabinas, en la región de Nueva Rosita, de Coahuila– donde en 2006 murieron 65 mineros, se fue de aquí al no encontrar la concentración del metal en la cantidad que considera redituable para su inversión.
Pero luego llegarán otras, atraídas por el interés de explotar algo de la franja de oro que atraviesa la Sierra Madre del Sur.
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2009/04/13/index.php?section=sociedad&article=012n1soc
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