Extranjeros quieren nuestras tierras, alegan en Tlamacazapa
CORRESPONSALIA
TAXCO, 9 DE MARZO. A pesar de que son pocos los comuneros que se oponen a la construcción del Centro de Bienestar para la Mujer, uno de los principales líderes de Tlamacazapa, Giles Ciriaco García, aseguró que no se interpondrán a la obra porque más de 30 por ciento de los hombres son “mandilones o respetan a la mujer, le dan su lugar, ya no es como antes, cuando hubo violencia”, pero advirtió que si el objetivo del lugar no se cumple y hay irregularidades, serán los primeros en demandar a las encargadas ante la autoridad.
Ciriaco García, quien ha sido comisario del pueblo, sostuvo que los comuneros se han opuesto al proyecto porque los canadienes de la organización Yotlakat Non Siwatl pretenden apoderarse de sus tierras y para eso utilizan a las mujeres, “porque saben que ellos, los extranjeros, no pueden hacer una compra de terreno en México y lo están haciendo a través de ellas, que se están vendiendo con ellos”.
Acusó a los extranjeros de saquear piezas arqueológicas en cuevas como El Tecolote, de donde se llevaron “muñecos valiosos con piedras preciosas, y existen testigos que lo han visto, pero como son personas humildes, no tiene el valor civil para denunciar porque tienen miedo a represalias”.
Se quejó de que los canadienses no tratan de ayudar a la comunidad, sino a sus propios intereses, “y parece que ya lo lograron con el apoyo de las autoridades”.
Sin embargo, afirmó que no habrá “ni derramamiento de sangre ni enfrentamientos” porque “queremos que se cumpla con el objetivo del bienestar para la mujer”, pero sentenció que la obra no será “motivo para que los extranjeros se introduzcan a la comunidad de lleno; vamos a tener que actuar al ver que esto sea una mentira”.
Agregó que parte de la resistencia al centro es que “no han existido asambleas del comisariado y del comisario, pero si vemos que abusan o tratan de cobrar algún servicio, nosotros pediremos una explicación y denunciaremos las irregularidades”.
Aceptó que es un grupo reducido el que se opone, en el que se incluye, “porque sabemos que son bienes que son de la comunidad y obviamente tenemos recelo sobre esta obra”.
El ex comisario detalló que “el pueblo ya no es como antes, que se mataba por cualquier cosa, ahora existe gente disciplinada, que hasta el machismo se ha erradicado desde hace más de 10 años y ahora se ha cambiado esa modalidad a mandilones como se dice”.
Recordó que en las décadas de los 70 y 80 “en una boda no faltaba un muerto; ahora los convivios son diferentes, son buenos y ya no se da la violencia”.
La libertad de la soltería
Desde hace décadas, la violencia contra las mujeres, que se convirtió en una “tradición familiar”, ha orillado a que muchas prefieran la soltería, para no sufrir por el machismo de sus esposos.
Victoria García Marcos es una de las mujeres que creció viendo las golpizas que recibía su madre, lo que la llevó a decidir no casarse, “porque de esa forma soy libre”.
García Marcos, de 52 años y analfabeta, decidió quedarse soltera a pesar de que la edad promedio para casarse en su comunidad es de 15 años.
Los maltratos que recibía su madre sin ninguna razón la afectaron sicológicamente, “al grado que desde hace 52 años no he tomado la determinación de unir mi vida con un hombre y mucho menos del pueblo de Tlamacazapa”.
Describió que el problema de la violencia se recrudece por la pobreza extrema que se vive en la comunidad desde siempre; ya son generaciones de mujeres que han padecido las golpizas de sus esposos, “las tienen asustadas”.
Victoria García, integrante de Yotlakat Non Siwatl y partera desde hace seis años, detalló que “al principio no me llamaba la atención el estar recibiendo al bebé, pero ahora veo con gran satisfacción el poder ayudar al nacimiento, y más cuando se trata de una niña”.
Narró que cuando era pequeña “mi padre abusó de mi madre, maltratándola, golpeándola constantemente, y yo veía cómo lo hacía, cómo mi madre se quedaba llorando después de los golpes que había recibido, mientras corría a abrazarla para tratar de consolarla”.
Explicó que recibió capacitación oral durante dos años para ser partera, “y después empecé a trabajar con el apoyo de las otras tres parteras para que lleve a cabo esta labor”.
Dijo que se ha sentido libre con su soltería, aunque fue criticada en el pueblo, porque a su edad muchas mujeres han visto a sus hijos crecer y casarse, “incluso unas a mi edad son abuelas”.
En cuanto a las violaciones sexuales, aunque no hay información oficial, existen mujeres que fueron abusadas por sus familiares o sus esposos, pero no se denuncian por temor, además de que usualmente el fallo es a favor del agresor.
Se habla de que en Tlamacazapa hubo por lo menos 20 violaciones sexuales en los últimos cinco años, pero los casos no están registrados ni se tiene una estadística, dado que las víctimas callan para evitar nuevas agresiones, lo que se convierte en un círculo vicioso en el que las mujeres siempre llevan las de perder.
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2009/03/10/index.php?section=sociedad&article=006n2soc
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