Persiste molestia porque “nuestros supuestos aliados” avalaron reforma electoral partidocrática, señala Dante Delgado
■ Imposible, construir “consensos artificiales”, asevera Muñoz Ledo
Alma E. Muñoz
Los partidos del Trabajo (PT) y Convergencia firmaron ayer las bases para ir en bloque en los 300 distritos electorales del país en los comicios de 2009, y dejaron fuera al de la Revolución Democrática (PRD), al considerar que el compromiso más importante que tienen es con la sociedad y el movimiento nacional de resistencia civil pacífica que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El senador Dante Delgado, dirigente de Convergencia, indicó que persiste la molestia porque “nuestros supuestos aliados” aprobaron en 2007 una reforma electoral “partidocrática y una acción política regresiva para el movimiento en el que juntos participamos”.
Deslizó que desde la dirigencia del sol azteca se hicieron “acuerdos partidocráticos” para, con esa reforma, generar “bipartidismo”, desaparecer las coaliciones electorales y “secuestrar los tiempos del Estado para distribuírselos partidocráticamente”.
La intención en ese entonces fue, reiteró el senador, generar un bipartidismo en México.
“Lo dijimos desde la tribuna: que había quienes se confundían y pensaban que podían ser tres, y ciertamente se pueden dar condiciones para que haya tres polos (políticos) en el país.”
Sólo que nosotros seremos, indicó, los que construyamos el nuevo polo que le hace falta a México. “Lo vamos a hacer con determinación, con las atribuciones, los derechos, las obligaciones y las responsabilidades que tenemos como entidades de interés público reconocidas por la Constitución”.
Señaló que la intención de PT y Convergencia es mantenerse como Frente Amplio Progresista, sin olvidar que “participamos y estamos comprometidos con las causas que abandera el movimiento social de resistencia civil pacífica más importante de la historia de México, con un sentido de alta responsabilidad y compromiso serio con la sociedad, a la que no vamos a defraudar”.
Insistió: “vamos a trabajar dentro de la legalidad. Asumimos plenamente nuestra responsabilidad, y vamos a demostrar que la sociedad, con la construcción de este gran polo electoral, está resuelta a votar con base en las plataformas electorales que se soporten en un adecuado diagnóstico de la realidad, y en las propuestas que permitan mejorar las condiciones de vida de un pueblo como el nuestro, que tiene un lamentable retraso”.
Nos queda claro, apuntó durante la conferencia de prensa en la que dirigentes de ambos partidos, junto con el coordinador nacional del FAP, Porfirio Muñoz Ledo, dieron a conocer el anuncio, que en el ambiente de “turbulencia” generado por las crisis económica, política, de seguridad pública y financiera que vive México no se pueden construir “consensos artificiales”, por lo que decidieron unir sus fuerzas al lado de la sociedad. Y aseguró que a la causa se sumarán muchas personalidades.
“Decisión tomada”
Alberto Anaya, líder del PT, también fue tajante en este tema, al manifestar que “esta decisión ya está tomada”, y tocará al PRD, en su momento, “tomar la que le corresponda. Esto ya es un hecho”. Sus palabras provocaron aplausos de los asistentes.
El acuerdo entre los partidos es construir un gran bloque electoral con representación ciudadana que vaya de la mano del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
“Estaremos generando un alto contraste con otras fuerzas políticas que se mantienen cerradas, secuestradas por sus propias cúpulas y dirigencias políticas en la distribución de las candidaturas”, expresó Luis Maldonado, presidente nacional de Convergencia.
Mientras, Muñoz Ledo calificó la decisión de histórica, porque “va en el sentido de la lucha emprendida por López Obrador, que tomará las decisiones del caso en respuesta a la gran confianza que la ciudadanía mexicana le tiene”.
Pero Pedro Jiménez, secretario general de Convergencia, aclaró que el tema electoral corresponde a los partidos políticos. En ese sentido, afirmó, la coordinadora que se nombre, una vez firmado el convenio que será registrado ante el Instituto Federal Electoral, irá revisando los perfiles de las candidaturas que provengan de la sociedad y de los ciudadanos.
Todos rechazaron un rompimiento del FAP con el PRD. Los estatutos del frente, aclaró Maldonado, aluden únicamente a causas de carácter social y político comunes, no a temas electorales. También, que basta con dos de los tres partidos integrantes para establecer acuerdos políticos, y queda claro que “esto es un acuerdo de dos sobre tres”.
■ Imposible, construir “consensos artificiales”, asevera Muñoz Ledo
Alma E. Muñoz
Los partidos del Trabajo (PT) y Convergencia firmaron ayer las bases para ir en bloque en los 300 distritos electorales del país en los comicios de 2009, y dejaron fuera al de la Revolución Democrática (PRD), al considerar que el compromiso más importante que tienen es con la sociedad y el movimiento nacional de resistencia civil pacífica que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El senador Dante Delgado, dirigente de Convergencia, indicó que persiste la molestia porque “nuestros supuestos aliados” aprobaron en 2007 una reforma electoral “partidocrática y una acción política regresiva para el movimiento en el que juntos participamos”.
Deslizó que desde la dirigencia del sol azteca se hicieron “acuerdos partidocráticos” para, con esa reforma, generar “bipartidismo”, desaparecer las coaliciones electorales y “secuestrar los tiempos del Estado para distribuírselos partidocráticamente”.
La intención en ese entonces fue, reiteró el senador, generar un bipartidismo en México.
“Lo dijimos desde la tribuna: que había quienes se confundían y pensaban que podían ser tres, y ciertamente se pueden dar condiciones para que haya tres polos (políticos) en el país.”
Sólo que nosotros seremos, indicó, los que construyamos el nuevo polo que le hace falta a México. “Lo vamos a hacer con determinación, con las atribuciones, los derechos, las obligaciones y las responsabilidades que tenemos como entidades de interés público reconocidas por la Constitución”.
Señaló que la intención de PT y Convergencia es mantenerse como Frente Amplio Progresista, sin olvidar que “participamos y estamos comprometidos con las causas que abandera el movimiento social de resistencia civil pacífica más importante de la historia de México, con un sentido de alta responsabilidad y compromiso serio con la sociedad, a la que no vamos a defraudar”.
Insistió: “vamos a trabajar dentro de la legalidad. Asumimos plenamente nuestra responsabilidad, y vamos a demostrar que la sociedad, con la construcción de este gran polo electoral, está resuelta a votar con base en las plataformas electorales que se soporten en un adecuado diagnóstico de la realidad, y en las propuestas que permitan mejorar las condiciones de vida de un pueblo como el nuestro, que tiene un lamentable retraso”.
Nos queda claro, apuntó durante la conferencia de prensa en la que dirigentes de ambos partidos, junto con el coordinador nacional del FAP, Porfirio Muñoz Ledo, dieron a conocer el anuncio, que en el ambiente de “turbulencia” generado por las crisis económica, política, de seguridad pública y financiera que vive México no se pueden construir “consensos artificiales”, por lo que decidieron unir sus fuerzas al lado de la sociedad. Y aseguró que a la causa se sumarán muchas personalidades.
“Decisión tomada”
Alberto Anaya, líder del PT, también fue tajante en este tema, al manifestar que “esta decisión ya está tomada”, y tocará al PRD, en su momento, “tomar la que le corresponda. Esto ya es un hecho”. Sus palabras provocaron aplausos de los asistentes.
El acuerdo entre los partidos es construir un gran bloque electoral con representación ciudadana que vaya de la mano del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
“Estaremos generando un alto contraste con otras fuerzas políticas que se mantienen cerradas, secuestradas por sus propias cúpulas y dirigencias políticas en la distribución de las candidaturas”, expresó Luis Maldonado, presidente nacional de Convergencia.
Mientras, Muñoz Ledo calificó la decisión de histórica, porque “va en el sentido de la lucha emprendida por López Obrador, que tomará las decisiones del caso en respuesta a la gran confianza que la ciudadanía mexicana le tiene”.
Pero Pedro Jiménez, secretario general de Convergencia, aclaró que el tema electoral corresponde a los partidos políticos. En ese sentido, afirmó, la coordinadora que se nombre, una vez firmado el convenio que será registrado ante el Instituto Federal Electoral, irá revisando los perfiles de las candidaturas que provengan de la sociedad y de los ciudadanos.
Todos rechazaron un rompimiento del FAP con el PRD. Los estatutos del frente, aclaró Maldonado, aluden únicamente a causas de carácter social y político comunes, no a temas electorales. También, que basta con dos de los tres partidos integrantes para establecer acuerdos políticos, y queda claro que “esto es un acuerdo de dos sobre tres”.
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