viernes, 13 de junio de 2008

Campesinos denunciaron que Rogaciano Alba mandó a los que mataron a Digna Ochoa

Campesinos denunciaron que Rogaciano Alba mandó a los que mataron a Digna Ochoa

Maribel Gutiérrez / Rancho Nuevo

(Quinta parte)


Dos campesinos de La Morena, en la sierra de Petatlán, presentaron en la Procuraduría General de Justicia del DF una denuncia
contra el ex presidente municipal y ex presidente de la Unión Ganadera de Guerrero, Rogaciano Alba Álvarez, por su presunta
participación en el asesinato de la abogada y defensora de derechos humanos Digna Ochoa y Plácido.
Javier Torres Cruz, de 28 años, junto con su tío Isaías Torres Rosas, el 19 de septiembre de 2007 presentó la denuncia en la
Procuraduría del DF.
Ahí declaró que el 7 de mayo de 2005 un vecino de Petatlán, presumiendo que Rogaciano Alba y su grupo pueden hacer cosas
grandes e importantes, y que no sólo pueden matar en este municipio o en Guerrero, le comentó que cuatro pistoleros fueron
enviados por Rogaciano Alba a la ciudad de México y mataron a la abogada.
Según esa versión, esos sicarios son Nicolás Martínez alias El Cuarterón, Modesto Acosta Ávila y Daniel Bautista García, alias El
Mocho. Los dos primeros ya fueron asesinados, y queda vivo Daniel Bautista.
La versión la contó a los Torres otro vecino de Petatlán, Javier Valle Villa, que la supo directamente por su primo Modesto Acosta,
que presumía de que él mismo tuvo participación directa en el crimen.
Javier Torres cree que el propósito de esa revelación es intimidatorio. “Eso fue como para intimidar a la gente, para que nosotros
le comentemos a la gente lo que hace el señor Rogaciano y de lo que es capaz de hacer él con el poder que tiene, que puede
controlar al gobierno y hacer lo que él quiera”.
Con la declaración de Isaías y Javier Torres, la Procuraduría del DF inició la averiguación AP FCIH/1/T1/0063/07-09, que se
registró en el libro de gobierno, para que se practiquen todas las diligencias necesarias y que se resuelva conforme a derecho.
Recibió la declaración la agente del Ministerio Público licenciada Liliana Amezcua Macías.
Es decir, se supone que se está investigando.
La declaración de Javier Torres dice: “Quiero manifestar que el 7 de mayo de 2005, aproximadamente a las 21 horas,
encontrándome en casa de Majín Valle Villa, lugar a donde fui invitado por el hermano de éste, Javier Valle Villa, alias El Cabezón,
cuya dirección exacta no la sé, pero sé que se ubica en la colonia Vicente Guerrero como a un kilómetro de la zona militar de
Petatlán, lugar al cual acudí con el señor Anselmo Torres Rosas y Felipe Torres Cruz, tío y hermano del suscrito, ya que como lo
dije antes fuimos invitados por Javier Valle a ver una película, y encontrándonos en esa casa en el transcurso que estuvimos
viendo la película, Javier Valle Villa, alias El Cabezón, estuvo tomando unas cervezas, y aproximadamente a las 21:30 horas le dio
por presumirnos diciéndonos que a él le había platicado su primo Modesto Acosta Ávila, originario de la comunidad de El
Carrizal, que a él y al señor Nicolás Martínez, alias El Cuarterón, y a Daniel Bautista alias El Mocho, los había mandado el señor
Rogaciano Alba Álvarez a matar a la licenciada Digna Ochoa, y que también estaban involucrados los señores Alfredo Acosta Ávila
y Marcelino Acosta Ávila, hermanos de Modesto Acosta Ávila”.
Agrega Javier Torres en la misma declaración que ha habido represalias contra los que conocieron esa revelación: “siendo el caso
que al día siguiente según se rumoró en la comunidad de Petatlán, que Javier Valle Villa le dijo a su cuñado Daniel Bautista alias
El Mocho que la había regado al hacernos ese comentario, y debido a ello desde entonces hemos sido perseguidos por el señor
Rogaciano Alba Álvarez e incluso a la fecha ya mató a tres personas que estaban enteradas de lo comentado por Javier Valle Villa,
siendo estos los nombres Rómulo Sánchez Coria, Anselmo Torres Rosas, y Jesús Rosas Galeana”.
La agente del MP le preguntó si Javier Valle Villa les comentó cómo mataron a la licenciada Digna. Javier Torres contestó: “Sí,
agregando que investigaron dónde estaba ella para matarla, y que la habían matado, habiendo llegado con la licenciada Digna
Ochoa identificándose como gente de la Organización Ecologista de la región de La Botella, municipio de Petatlán, y que fue
Nicolás Martínez, alias El Cuarterón, ya que solamente le había dado un disparo en la cabeza”.
Le preguntó si conoció a la licenciada Digna. “La conocí en la comunidad de El Zapotillal, sin recordar la fecha, en una asamblea
que se realizó en esa comunidad, al parecer en el año 2000”.
Le pidió que proporcionara los lugares donde se puede ubicar a Nicolás Martínez El Cuarterón, a Modesto Acosta y Daniel
Bautista. Dijo que Nicoás y Modesto están muertos, y sólo vive Daniel Bautista, en Petatlán.
La última pregunta fue si sabe cómo y cuándo mataron a Nicolás Martínez alias El Cuarterón. “No recuerdo la fecha pero lo
mataron en la comunidad de El Venado cuando iba hacia Petatlán, y lo emboscaron un poco después de que mataron a la
licenciada Digna Ochoa”, respondió.
Javier Torres Cruz fue entrevistado en la comunidad de Rancho Nuevo, en la sierra de Petatlán, el 21 de mayo, a donde acudieron
campesinos de cuatro comunidades de esta área que han sido agraviados por el ex alcalde de Petatlán. Decidieron juntarse y
denunciar esos agravios después de que Alba Álvarez sufrió dos atentados, de los que salió ileso: el 3 de mayo, en Iguala, donde
fue atacado con armas de alto poder cuando caminaba por una banqueta con un grupo de ganaderos dirigentes de diversos
municipios, y murieron siete de ellos. El segundo ataque, 24 horas después, fue en su casa en el centro de Petatlán, donde según
la información oficial unos 60 sicarios a bordo de 10 camionetas de lujo con uniformes de la AFI mataron a 10 hombres, entre
ellos los dos hijos de Alba Álvarez.
Javier Torres trajo un expediente de todas las gestiones que ha hecho en relación con esta denuncia, y mostró la copia de la
averiguación previa que se abrió en la PGJDF.
Dos años antes, él dio una entrevista sobre la misma revelación al periódico La Jornada. Y en mayo de este año, después de los
atentados a Alba Álvarez en el mismo priódico se publicó que campesinos de La Morena, en la sierra de Petatlán, presentaron la
denuncia en la Procuraduría del DF de que Alba Álvarez había enviado a los sicarios que mataron a la abogada Digna Ochoa en la
ciudad de México el 19 de octubre de 2001.
Aquí en Rancho Nuevo, con el texto en la mano, dice: “Yo puse la demanda en la Procuraduría General de Justicia en la ciudad de
México. Con Isaías Torres Rosas, es mi tío, nada más nosotros dos”.

El caso Digna Ochoa

La abogada y defensora de derechos humanos Digna Ochoa fue asesinada el 19 de octubre de 2001, en su despacho en la ciudad
de México. La Procuraduría abrió una línea de investigación relacionada con su trabajo en Guerrero, y en particular con la defensa
de campesinos ecologistas de la sierra de Petatlán, pero nunca investigó esa línea, y concluyó que la abogada se suicidó. Su
familia dio una lucha jurídica, sustentada en trabajos de expertos que demostraron que Digna Ochoa no se suicidó, sino fue
asesinada.
El probable vínculo del asesinato de la abogada con su trabajo de defensa de campesinos en la sierra de Petatlán apareció a los
pocos días de su muerte.
La Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán informó que dos semanas antes de que
la mataran, Digna Ochoa estuvo en la sierra de Petatlán. La invitaron los dirigentes de la Organización para padirle ayuda para la
defensa de cuatro de sus compañeros que estaban presos acusados de delitos fabricados, y de otros más que eran perseguidos
por el Ejército como parte de la represión al movimiento.
No era el primer trabajo que la abogada hacía en Guerrero, había participado en la denuncia de la masacre de Aguas Blancas ante
organismos internacionales, en la defensa de los primeros detenidos en la masacre de El Charco, en la defensa de los campesinos
ecologistas que estaban presos en Iguala, Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, y comenzaba a encargarse de la defensa de los
principales dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), el comandante Antonio, Jacobo Silva Nogales y la
coronela Aurora, Gloria Arenas Agís.
La abogada había denunciado desde años atrás que recibía amenazas de muerte, y que fue secuestrada y torturada en su propia
casa, y con frecuencia esas amenazas surgían después de que visitaba Guerrero o que hacía algún trabajo relacionado con esta
entidad y la participación del Ejército en violaciones a los derechos humanos.
En junio de 2002 se publicó en este diario la versión de un testigos de la sierra que supo que Nicolás Martínez Sánchez, El
Cuarterón, había confiado a sus amigos más cercanos que él había participado en el asesinato de Digna Ochoa por órdenes de
Alba Álvarez. Según esa versión, confirmada por diversas fuentes que pidieron el anonimato, El Cuarterón fue al DF acompañado
por su sobrino Gustavo Zárate Martínez, y los dos habían sido asesinados para borrar evidencias, el primero el 1 de noviembre
de 2001 y el segundo el 4 de marzo de 2002.

Nuevamente El Cuarterón

En la misma reunión de los agraviados por Rogaciano Alba en Rancho Nuevo Narciso Torres habló sobre la abogada Digna
Ochoa.
“Yo soy uno de los fundadores del grupo de ecologistas de Banco Nuevo, y yo a ella escasamente la conocí. Ella hablaba de
reconstruir las pineras, los bosques. Para nosotros fue un beneficio porque el grupo de ecologistas hasta la vez se dedican a
apagar la lumbre, a no dejar que los incendios ataquen a los bosques. Yo vi a Digna en Banco Nuevo; vino al Zapotillal y fue hasta
el Banco Nuevo”.
–¿Usted sabe de alguien que sepa que Rogaciano Alba envió a los pistoleros para matar a Digna Ochoa?
–Solamente el comentario ese, el de la denuncia. Hay otra observación por ahí, en colonia Juárez que le dicen El Venado, ahí vivía
un sobrino de Nicolás Martínez, El Cuarterón, que se llamaba Gustavo Zárate Martínez. Y ese amigo según oyó que estaba
comentando El Cuarterón con un cuñado de él, que Modesto Acosta y Daniel Bautista, y otro que mencionaban ahí, que ellos
habían matado a Digna Ochoa. Tambén a ese muchacho (Gustavo Zárate) lo mandan matar en seguida.
“Ese Gustavo Zárate era suegro de mi hermano Anselmo Torres (asesinado por pistoleros de Rogaciano Alba el 24 de diciembre
de 2005), así que él fue quien me platicó a mí, que Gustavo le había platicado que ellos habían matado a Digna Ochoa”.


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